El problema que Bentley no esperaba tener
Está claro que tan perjudicial es que defecto como el exceso. Sino que se lo pregunten a Bentley que se enfrenta a un problema que no esperaba. Y es que resulta que su primer todocamino, el Bentley Bentayga, ha gustado tanto que no pueden hacer frente al aluvión de pedidos.
Bentley anunció que la producción del Bentayga sería de unas 3.600 unidades al año pero, a día de hoy, la casa británica asegura que tiene más de 10.000 pedidos formalizados.
Su respuesta ha sido dar un empujón económico de más de 200.000 euros a la línea de fabricación (de la que salió el primer Bentayga a finales de noviembre); pero con todo y con eso parece insuficiente. El mayor problema es que aunque Bentley pudiera aumentar el ritmo de producción, sus proveedores se encuentran desbordados y no garantizan piezas a tiempo de alcanzar el nuevo objetivo de la marca: tener listos 5.500 Bentaygas antes de que acabe el año.
El lanzamiento del Bentayga ha hecho mella en el mercado de los SUV de lujo, hasta ahora liderado por el Range Rover Evoque y el Porsche Cayenne. Pero los británicos deberían ponerse las pilas y solventar este problema lo antes posible si no quieren que sus clientes giren la vista hacia el Maserati Levante que se ha presentado en el Salón de Ginebra.
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