Paso atrás de Yamaha: el chasis 2016 será la base de la moto 2018
Diego de Arístegui
Paso atrás de Yamaha después de conocer que el chasis de 2016 será la base de la moto 2018. El último test privado realizado por la fábrica de Iwata en el Circuito de Sepang, ha servido para terminar de entender algo que era un hecho esta temporada, y es que el chasis de 2016 era más competitivo que el utilizado durante la segunda parte del 2017.
Tanto Valentino Rossi como Maverick Viñales y Johann Zarco estuvieron en Malasia probando, además de los diferentes chasis, el nuevo motor para el 2018. Se espera que con las geometrías del 2016, que en manos de Viñales a principios de temporada y de Zarco han demostrado ser competitivas, junto con el nuevo propulsor, Yamaha recupere algo del terreno perdido respecto a Honda y Ducati.
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La confirmación de la apuesta por el chasis 2016 la ha realizado el propio Valentino Rossi en una entrevista concedida a Radio DeeJay, una emisora italiana a la que el piloto de Tavullia suele acudir casi siempre a finales de año para hacer balance de lo que ha sido el 2017 para el italiano: "Tenemos que ver cómo será la moto nueva, pero sabemos que la base del nuevo chasis será el de 2016. Es un momento complicado para Yamaha porque tenemos que dar un salto de calidad".
Sin duda va a ser muy interesante ver qué moto presenta Yamaha en los primeros test oficiales de la pretemporada 2018 de MotoGP (aquí puedes ver el calendario completo). En función del rendimiento que consigan tanto Rossi como Viñales en estas primeras pruebas, se empezará a ver si la línea de desarrollo de Yamaha es la correcta, o si por el contrario siguen su particular travesía por el desierto.
Del mismo modo, los resultados que consiga la fábrica de Iwata en las primeras carreras del campeonato serán decisivos en las decisiones que tomen sus dos pilotos de cara a renovar sus respectivos contratos. Por otro lado, el papel de Johann Zarco también será vital en estos primeros compases de Mundial. De hecho, cada vez son más los rumores que apuntan a que KTM quiere llevarse al piloto de Cannes para que encabece en 2019 su salto a la hegemonía de la clase reina.
En cualquier caso, lo que está claro es que en Yamaha están atravesando uno de sus peores momentos como fábrica en MotoGP. Tras el último título conseguido por Jorge Lorenzo en 2015, la realidad es que la montura de Iwata está bastante lejos a nivel de rendimiento de Honda, y después de lo sucedido en 2017, también de Ducati. No será fácil para Yamaha regresar a lo más alto.
Etiquetas: Yamaha, Maverick Viñales, MotoGP
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