Una nueva apuesta ganadora en el Dakar: saluda al proyecto SandRider de Dacia

El rally Dakar es probablemente el más duro de todos los que se celebran en el mundo. Y por eso es donde se forjan leyendas como la de Peterhansel, los Peugeot 405 T16 o los camiones Tatra.

Con la edición de este año aún fresca y con el buen sabor de boca de las victorias de Sainz y Cristina Gutiérrez todavía en nuestros paladares, llega una de las primeras noticias del Dakar 2025: la entrada en juego de Dacia con un buggy.

Lo hará durante tres años seguidos en la categoría T1+, aunque solo durante los dos primeros hará la temporada completa, que en 2024 va a consistir (aparte del Dakar ya terminado), en las siguientes citas:

• Abu Dhabi Desert Challenge (25 de febrero-2 de marzo)
• BP Ultimate Rally Raid (Portugal, 2-7 de abril)
• Desafío Ruta 40 (Argentina, 2-8 de junio) 
• Rally de Marruecos (5-11 de octubre)

Por ahora apenas hay detalles técnicos en cuanto a motor del denominado Proyecto SandRider, me cuentan que es un V6 de origen Nissan con unos 360 CV y que está ubicado en posición central delantera por requerimiento FIA, aunque consiguen un reparto de pesos casi del 50% en cada eje.

Lo que sí se sabe ya es su forma definitiva, y es tal y como ves en las fotos. "Mucha gente pensaba que íbamos a utilizar el Duster Hunter", me cuenta David Durand, jefe de Diseño de Dacia. "De hecho yo también lo pensé en un momento. Pero luego vimos que el concept Manifesto encajaba genial".

Al ser novatos, se acercaron a Prodrive, quien va a hacer el coche, con un poco de respeto: "Queremos hacer esto", dijeron. A lo que el preparador, lejos de reírse, lo vio con buenos ojos.

"El buggy del Dakar es un 120% más grande", me cuenta Romain Gauvin, el jefe de Diseño Avanzado en Dacia y jefe responsable del proyecto. Eso quiere decir que será imponente, con 2,30 metros de ancho, y también que tiene muy buenas cotas todoterreno, con unos ángulos brutales, como puedes ver en las imágenes.

Los diseñadores también quisieron dotar al coche de funcionalidad. Junto con su imponente estética aparecen detalles prácticos como la luz frontal adicional, que se mantiene del concept, o la manera de albergar las ruedas de repuesto.

"Se trata de facilitar la vida al equipo", asegura el jefe del proyecto. Por eso las tareas cotidianas hay que hacerlas sencillas. "También para ahorrar tiempo. En este caso, no es por si pinchas. Es para cuando pinches". Por eso puedes ver que los neumáticos están inclinados con respeto al coche.

También hay otros detalles, como partes de la carrocería imantadas para que pongan las herramientas: pequeños detalles que facilitan las reparaciones. Son detalles en los que ha trabajado Kevin Bouvier, el responsable de la parte exterior, durante los últimos 12 meses.

En el diseño se ha utilizado mucho la realidad virtual, lo que les ha permitido avanzar con el proyecto mucho más rápido. "Hemos necesitado un año", me cuenta Gauvin, aunque también me dice que eso no quiere decir que hayan descuidado otros aspectos.

Por ejemplo, han mantenido la carrocería con paneles separados para facilitar la reparabilidad, uno de sus principales objetivos junto con la eficiencia de tiempos para hacer cosas y la propia robustez del coche.

En cuanto al interior, más de lo mismo. Durante la presentación me sientan en una especie de maqueta de habitáculo y me dan unas gafas de realidad virtual. Parece que estoy en pleno desierto (pero sin calor y con camisa y vaqueros) dentro del cockpit.

Un vistazo a mi alrededor me hace imaginar por unos segundos que estoy a punto de asaltar una duna enorme. La visibilidad es bastante buena hacia adelante y el interior, sorprendentemente espacioso. Veo pantallas, indicadores, cables...

Me cuentan algunos detalles, como que los paneles del salpicadero son modulares para poder configurar cada elemento a gusto del piloto. Por ejemplo, yo estoy viendo cómo lo va a llevar Loeb, quien es quizá una de las caras más reconocibles, aunque está flanqueado por más pesos pesados del Dakar.

La escuadra estará completada por Al-Attiyah y también por la piloto española Cristina Gutiérrez. En Dacia aseguran que los han escuchado mucho porque son los que saben de verdad y los que van a estar tras el volante a la hora de la verdad.

En el equipo de desarrollo del proyecto Sandman han aprovechado la flexibilidad que les daba el concept Manifesto para introducir mejoras en el coche. Por ejemplo, la visibilidad frontal se ha trabajado para que sea mejor hacia arriba para encarar las dunas, y también hacia abajo, para descenderlas.

Por otro lado, han querido que el coche sea cómodo, siempre siguiendo la normativa FIA. Por ejemplo, los asientos son fáciles de limpiar y transpirables para combatir el calor.

Y precisamente para eso, para el calor, se ha utilizado una resina especial en la fibra de carbono que repele la luz infrarroja y por lo tanto reduce la temperatura del interior: "hasta 35 grados menos", aseguran en la marca.

Antes de dejar atrás el estudio donde me presentan el Dacia del Dakar me asaltan un par depreguntas más: ¿por qué Dacia y no Renault, Nissan o Mitsubishi? Me responde David Durand con velocidad, como si hubiera estado esperando esa cuestión.

"Dacia es la marca más asociada a las aventuras y al tiempo libre; está muy relacionada con la naturaleza". Y por eso, asegura, "no hubo mucha discusión". 

En unos pocos meses veremos si todo el esfuerzo ha merecido la pena. Les pregunto qué esperan de su actuación en su primer año. "Aspiramos a todo", asegura Durand. Eso es jugar fuerte...