Cada vez que miras el velocímetro del coche, éste te está engañando. Era algo que antes de la llegada de los GPS era imposible saber, pero que a cualquiera que utilice un navegador le resulta obvio. Pero, ¿por qué tu automóvil miente sobre la velocidad real a la que circulas?

La respuesta corta es sencilla: para cumplir la ley. La larga la vamos a desarrollar a continuación.

En Europa, la normativa UN ECE Regulation 39 regula cómo tienen que funcionar los velocímetros de los coches en multitud de aspectos, pero lo que más nos interesa en este caso es que establece que el velocímetro tiene prohibido mostrar una velocidad inferior a la que realmente va el coche, así que los fabricantes establecen cierto margen para cubrirse las espaldas.

Sin embargo, no pueden establecer el que quieran, y es que la propia normativa también señala el límite de diferencia que puede existir entre la velocidad que marca el velocímetro y a la que el coche circula en realidad.

El margen de error tiene que ser, como mucho, de un 10% sobre la velocidad real, más 4 km/h adicionales.  

Esto, que a priori puede parecer complejo, queda claro aplicado a ejemplos. Circulando en una autopista teóricamente a 120 km/h, según lo que marca el velocímetro, podrías ir en realidad, como poco, a 108 km/h, nunca podría ser inferior a ésta, por ley. 

De la misma manera, en una vía en la que el límite legal sea de 120 km/h, sobre el papel podría circularse hasta a 136 km/h sin llegar a sobrepasar el límite.

Sin embargo, aunque la normativa establezca ese margen, no todos los fabricantes lo aplican al máximo, así que dependiendo del coche, la velocidad real puede variar.

Para evitar problemas y comprobar de verdad a cuanto circulas con tu vehículo, la mejor opción es poner el navegador, puesto que este no tiene que ceñirse a la normativa y muestra el dato real de velocidad, que siempre será inferior a lo que aparece en el cuadro de instrumentos.

Eso sí, tampoco es necesario preocuparse en exceso ya que en nuestras carreteras los radares que controlan la velocidad tienen un margen de error de hasta el 7% respecto a la velocidad máxima permitida en la vía, por lo que si superas por poco el límite permitido a priori no deberías ser multado.