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El miedo que tienen muchos conductores y que no hacer puede destrozar el motor

motores cinco cilindros

Aprieta al coche de vez en cuando.

A la hora de conducir hay ciertos hábitos que la mayoría de los conductores adoptan, ya sea por recomendaciones de conocidos, porque lo han oído o porque lo han visto en internet. Algunos son beneficiosos, pero hay otros que, aún sin saberlo, pueden ser contraproducentes para el vehículo. Hay uno que puede incluso destrozar el motor.

Nos referimos a conducir a altas revoluciones, una práctica que, en su justa medida, ayuda a mantener el coche en forma.

El sentir general es justo el contrario, pues la mayoría de la gente conduce a bajas revoluciones con el objetivo principal de gastar menos combustible. Es algo que funciona, pero que hay que saber cuándo emplear.

Las cajas de cambios actuales cuentan cada vez con más marchas, siendo el objetivo de las más altas es el desahogar el motor y poder conducir casi a vela en tramos llanos o cuando se circula a una velocidad constante en autopista. Yendo casi a punta de gas, el coche gasta mucho menos combustible.

 

Sin embargo, excederse en uso de la conducción a bajas revoluciones el perjudicial para el motor, puesto que se producen más vibraciones de las habituales, lo que puede desembocar en averías, además del hecho de que, al operar a temperaturas inferiores a las óptimas, los sistemas anticontaminación, como los filtros de partículas, se pueden obstruir.

Al no estar suficientemente calientes, las partículas, hollín, etc., no se queman como deberían, lo que puede llegar a bloquearlos y provocar una avería cuantiosa. Es ahí donde entra una práctica que mucha gente tiene miedo de usar, pero que es bueno llevar a cabo de cuando en cuando: conducir a altas revoluciones.

Siempre con el coche en caliente, pues en frío podría provocar más problemas de los que resuelve, “apretar” al motor es bueno porque ayuda a, como se suele decir, “quemar la carbonilla” y limpiar los sistemas de los que hemos hablado, lo que ayuda a el correcto funcionamiento del coche.

Además, es una práctica recomendable cuando hablamos de coches diésel antiguos a la hora de ir a pasar la ITV. Conducir durante un rato a revoluciones altas antes de ir a pasar la inspección técnica ayudará a conseguir un mejor registro para pasar la prueba de las emisiones. 

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