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El Mercedes que recorrió más de medio mundo en solo 8 días

Mercedes récord 50.000 km

50.000 kilómetros en un tiempo récord.

De tanto en tanto alguna marca de automóviles decide romper algún récord del mundo, por complicado o sin sentido que éste parezca. Mercedes tiene algunos de ellos en su currículum, pero uno de los más espectaculares es el que consiguió en el ya lejano 1983, hace ya 40 años: mejor tiempo para recorrer 50.000 kilómetros.

El protagonista de tal hazaña fue el Mercedes-Benz 190 E 2.3-16, bueno, en realidad, tres unidades del modelo, llevadas por tres equipos distintos que respondían al nombre de verde, rojo y blanco. ¿El lugar elegido? El circuito de Nardó, donde es posible circular de manera continuada a velocidades extremadamente altas.

Las tres unidades de la berlina contaban con una mecánica prácticamente de serie, liderada por su motor tetracilíndrico de 2.299cc que desarrollaba 185 CV y les permitía acelerar de 0 a 100 km/h en 7,5 segundos y que, sobre el papel, permitía una velocidad máxima de 235 km/h. 

 

Sin embargo, se llevaron a cabo ciertas modificaciones para que el bloque aguantara mejor su tarea: el sistema de inyección y de ignición, un árbol de levas reforzado, un radiador más pequeño y se prescindió de los ventiladores, que no eran necesarios a tales velocidades.

Además, se eliminaron otras tantas piezas que no eran necesarias, como la marcha atrás, para ayudar a recortar peso. A cambio, contaron con sistemas de monitorización y transmisores de distintas frecuencias para poder controlar su progreso. Como resultado, su velocidad punta se amplió hasta los 260 km/h.

Los tres Mercedes comenzaron su andadura el 13 de agosto de 1983 y la terminaron el día 21, con 8 días y medio de test. Todos ellos llegaron a la meta, pero el que primero lo hizo fue el verde, que cubrió los 50.000 kilómetros en 201 horas, 39 minutos y 43 segundos circulando a una velocidad media de 247 km/h

Además, de este récord principal, el trío consiguió otros dos récords mundiales sobre la barrera de los 25.000 kilómetros y otros nueve récords de clase.

Aunque es la velocidad y la distancia lo que se llevó los titulares, algo particularmente llamativo es cómo se llevó a cabo su mantenimiento.

Durante toda la prueba, se aprovechaban los cambios de conductor para rellenar el depósito de combustible y para limpiar las ventanillas. Sin embargo, cada 17.000 kilómetros se llevaba a cabo una parada más larga en la que, en solo 5 minutos, se cambiaban los neumáticos, el aceite del motor, el filtro del aceite y las bujías del motor.

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