Mercedes G 350d, la versión de acceso del nuevo Clase G

Al Mercedes Clase G le faltaba algo en España, y eso era la llegada de la versión diésel de acceso. Ésta ya está aquí y admite pedidos por un coste de partida de 114.500 euros. A cambio nos llevaremos todo lo que ya os hemos contado del Mercedes G 350d -recuerda que ya lo hemos probado- junto con el buen hacer de la mecánica de 2.9 litros que equipa, capaz de rendir una potencia de 286 CV y un par máximo de 600 Nm entre 1.200 y 3.200 rpm.

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El nuevo motor diésel de seis cilindros está preparado para reducir sus emisiones al máximo. Además es capaz de alcanzar de una forma rápida y segura la temperatura óptima tanto del catalizador como del filtro de partículas. También influye en la reducción de las cifras de consumo -desde 9,6 l/100 km según NEDC- y emisiones -desde 252 gramos por km de CO2- el enfoque de la tecnología integral que se compone del nuevo proceso de combustión de cámara escalonada, de la recirculación dinámica de los gases de escape de múltiples vías y del sistema de control de emisiones cerca del motor.

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El motor que equipa el nuevo Mercedes G 350d pertenece a la familia de motores OM 656, y se mantiene por debajo de los límites de emisiones marcados por el estándar Euro 6d-TEMP con independencia de las condiciones climáticas. ¿Cómo lo logra? Gracias a la presencia de elementos como el convertidor de reducción catalítica selectiva adicional (SCR) con un catalizador de oxidación de amoníaco (ASC) en el escape y el catalizador SCR (reducción catalítica selectiva) que reduce los óxidos de nitrógeno (NOx) en los gases de escape. Con este fin se añade también el ya conocido AdBlue, lo que reduce los óxidos de nitrógeno en un 80%.

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Mercedes G 350d (4 imágenes)

Otro de los puntos clave para lograr que este motor diésel de como resultado el Mercedes Clase G más eficiente de siempre -así lo cataloga Mercedes- es el modo de conducción ECO, en el que la función de deslizamiento pone de su parte para lograr un ahorro extra de carburante. Cuando el conductor levanta el pie del acelerador se desacopla el embrague de la transmisión, lo que deriva en una reducción de la velocidad del motor al ralentí y una menor resistencia al avance. Una vez que pisamos el acelerador o el freno, el embrague se vuelve a activar.

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