Maurizio Arrivabene, víctima de sus formas y falta de liderazgo

Maurizio Arrivabene ha sido destituido de su cargo de “team principal” del equipo Ferrari. El que actuaba como jefe del equipo de Maranello desde el año 2014 abandona la formación a la que no ha conseguido salvar de su sequía entre duras críticas. Víctima de sus formas y falta de liderazgo, cede su puesto a Mattia Binotto.

Aunque ha celebrado la Navidad como miembro del equipo con sede en Maranello, Maurizio Arrivabene podría intuir que tantos días ligado al equipo Ferrari ya estaban llegando a su fin. El italiano estuvo vinculado durante años al legendario equipo de Fórmula 1 gracias a su trabajo - desde 1997 - dentro de la tabaquera Philip Morris (propietaria de Marlboro y patrocinador de Ferrari), donde llegó a desempeñar la labor de Vicepresidente de Estrategia de Consumo y formó parte de la comisión de la Fórmula 1 como representante de patrocinador.

Desde 2014 hasta 2018, Arrivabene ha tenido ante sí un equipo que ha ido de menos a más a nivel deportivo, pero fallos estratégicos y de organización se han repetido una y otra vez, y quizás por eso el título de 2018 se perdió. Le colocó en su puesto Sergio Marchionne, a finales de 2014, como recambio del polémico Marco Mattiacci, que apenas duró unos meses en un cargo en el que nunca encajó.

El propio Marchionne, que falleció el pasado verano, fue según la web “Motosport Magazine” quien decidió que Arrivabene no continuase al frente del equipo Ferrari más allá de 2018. Lejos de hacer algún cambio en esta decisión, John Elkann y Louis Camilleri, ahora Presidente y CEO de Ferrari respectivamente, han estado de acuerdo y han decidido prescindir de Maurizio.

Falta de liderazgo y malas formas

Según escribe el experimentado periodista Mark Hughes en el medio citado anteriormente, la falta de liderazgo e inspiración de Arrivabene en Ferrari han sido determinantes en su salida del equipo. En vez de apoyar a los suyos, era demasiado crítico e intimidante.

Lo fue, por ejemplo, con Sebastian Vettel, con declaraciones como “debe ganarse el sueldo como todos” o “se interesa un poco por todo y debe concentrarse en el trabajo que tiene que hacer”. Ante los medios de comunicación, de acuerdo con Hughes, su actitud era parecida: llegaba a ser ofensivo y eso le hizo que tuviera pocos amigos en la prensa que cubre la Fórmula 1.

Un ejemplo es que en el pasado Gran Premio de China el reconocido ilustrador y periodista Giorgio Piola fotografió la famosa y polémica leva adicional que tenía el volante del Ferrari. Arrivabene, al parecer, se acercó a Piola y le amenazó, llegándole a decir que se encargaría de que perdiera su trabajo.

También se ha dicho que ha tenido encontronazos con el director técnico del equipo, Mattia Binotto, o con Sebastian Vettel, a quien al menos públicamente no le ha mostrado probablemente todo el apoyo que habría necesitado tras cometer los errores que cometió... cuando no todos fueron culpa suya al completo, como pasó en la clasificación del GP de Japón.

Binotto ilusionó a Marchionne

La actitud de Mattia Binotto es totalmente contraria a la de Arrivabene. Como líder del departamento técnico, ha conseguido hacer que los ingenieros que trabajen allí innoven y sean creativos de una vez por todas, después de años copiando las soluciones técnicas de sus rivales y a rebufo de Mercedes y/o Red Bull. Por eso Marchionne habría decidido elegirle para liderar la escudería Ferrari: un italiano al frente del equipo para devolver la ilusión a una formación que falla demasiado y que desilusiona más que ilusiona a los incondicionales tiffosi.

Ahora Binotto ha de liderar un equipo con un potencial cada vez mayor, con dos muy buenos pilotos y con técnicos del más alto nivel. Su objetivo no puede ser otro que convertirse en el primer jefe de equipo desde 2007 y 2008 que consigue los títulos de pilotos y constructores. 

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Imagen: Sutton Motorsport