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El impactante consumo oculto del aire acondicionado de tu coche

Aire acondicionado

En plena ola de calor, es prácticamente imposible plantearse conducir sin el aire acondicionado puesto. Es algo que se repite cada verano y, como cada año, vuelve a surgir la pregunta de cuánto aumenta el consumo del coche si se enciende el aire acondicionado y de si no es mejor opción la de ir con las ventanillas bajadas.

Primero vamos a resolver la segunda cuestión, que en realidad es bastante sencilla y depende de un único factor: la velocidad.

Es mejor opción bajar las ventanillas si se circula a baja velocidad (menos de 50 o 60 km/h), porque en ese caso no es tan imprescindible la aerodinámica y el flujo del aire no hace efecto paracaídas y no retiene al coche. 

 

Sin embargo, al circular a velocidades superiores por carretera abierta, autopistas y autovías, la cosa cambia. En esa circunstancia la aerodinámica del vehículo coge mucha importancia y es más recomendable subir las ventanillas, que el coche “corte” el aire en la manera en la que fue concebido y utilizar el aire acondicionado.

Con esto solventado, vamos a hablar del gasto extra que supone el aire acondicionado en el coche

¿Cuánto consume más un coche con el aire acondicionado?

La temperatura en el interior del coche incide directamente en la capacidad de reacción del conductor. Lo recomendable es que se sitúe entre 21 y 23 grados, puesto que por encima es posible que quien esté al volante se encuentre mal, esté lento de reflejos, etc.

Es por eso que en verano es necesario utilizar el aire acondicionado que, eso sí, perjudica el consumo del automóvil. Pero, ¿cuánto?

Es algo que depende de varios factores. Uno de ellos es el lugar en el que se esté conduciendo y es que en ciudad suele provocar un aumento del consumo mayor que al circular por autopistas, algo que tiene sentido ya que está “tirando” de los sistemas del coche en situaciones en las que se pide mayor potencia en arrancadas, etc.

¿Cómo poner aire acondicionado en tu coche?

Otro aspecto que hace que varíe mucho el consumo es la diferencia térmica existente. Si la temperatura que se fija es muy baja respecto a la ambiental, el aire acondicionado tendrá que esforzarse de más y el gasto de combustible se verá perjudicado más que si la diferencia entre ambas es más reducida.

Teniendo todo esto en mente, el gasto de combustible extra oscila bastante y puede ir desde solo medio litro cada 100 kilómetros hasta aumentar 1,5 l/100 km. Puede no parecer mucho, pero acumular ese gasto extra durante todos los kilómetros que se recorren durante todos los meses de calor al final puede suponer una cuantía importante.

También es importante señalar que no es lo mismo un aire acondicionado que un climatizador. Por su forma de funcionamiento, el segundo es un sistema mucho más eficiente, ya que busca que se alcance una determinada temperatura y luego la mantiene, con lo que su consumo es mínimo y regular.

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