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La historia del Ford Pinto volador que acabó trágicamente… como se esperaba

Ford Pinto volador

Un sueño con final trágico

La idea de crear un coche capaz de surcar los cielos va casi en paralelo con el nacimiento de la aviación. El ser humano siempre ha querido ingeniárselas para evitar el tráfico de las ciudades y en los 70 nació un proyecto, aunque no terminó bien. Esta es la historia del Ford Pinto volador que acabó trágicamente... como se esperaba.

El Ford Pinto fue un compacto que tuvo una mala reputación en seguridad. Mucha gente no se sentía cómoda conduciéndolo, aunque nada de esto fue motivo para que Henry Smolinski y Harold ‘Hal’ Blake, dos ingenieros aeronáuticos, utilizaran el vehículo como base para desarrollar un coche volador. 

Para ello, ambos ingenieros fundaron la Advanced Vehicle Engineers en 1971, una empresa nacida con el único objetivo de diseñar, desarrollar y fabricar un vehículo que fuera capaz de volar. 

La historia del Ford Pinto volador que acabó trágicamente

El Ford Pinto era un vehículo bastante ligero
El Ford Pinto era un vehículo bastante ligero

De esta manera, nació el Mizar, el nombre de la cuarta estrella más brillante de la constelación de la Osa Mayor que sirvió para bautizar al coche volador. Además del Pinto, Smolinski y Blake utilizaron una avioneta Cessna Skymaster. La elección del modelo de Ford obedecía a criterios de peso: era un vehículo bastante ligero.

Para la construcción del Mizar, los ingenieros tuvieron que realizar algunos ajustes: quitaron la cabina y el motor delantero de la avioneta, conservando las alas y el motor trasero. En el coche, realizaron algunos cambios en el sistema de dirección y añadieron pedales retráctiles, así como algunos instrumentos de vuelo.

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A esto hay que sumar un panel de chapa debajo del coche, ruedas de aluminio, neumáticos radiales, frenos de disco y una suspensión en la parte trasera que aguantase el peso de toda la estructura. 

En la mente de los diseñadores, estaba que el Ford Pinto pudiera alcanzar una altura de 150 metros y cruzar los cielos a una velocidad de 200 km/h. La intención era la de recorrer unos 1.200 kilómetros con un solo repostaje

Primer vuelo, fracaso

Pero una cosa es la teoría y otra distinta la realidad y llevar a la práctica el sueño de los dos ingenieros era muy difícil. Uno de los principales inconvenientes tuvo que ver con el peso de toda la estructura. 

La avioneta declaraba una carga máxima de despegue de unos 10.200 kg. Al retirarle la cabina y el motor delantero, había adelgazado, pero luego hubo que añadir el peso del Pinto (casi una tonelada), los tanques de combustibles y el peso, al menos, de un piloto. 

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Al final, sumando todo, la carga máxima del fuselaje se acercaba al máximo y esta podría ser una de las causas por las que el vuelo acabó como acabó.

Antes del vuelo inaugural, se hicieron algunas pruebas, pero es difícil analizar cuántas. Existen imágenes del Mizar en el aire y hay imágenes promocionales de su despegue, como puedes en el vídeo de YouTube de Sailbadthesinner666, aunque es difícil sabes si se tratan de modelos a escala o vuelos de prueba de prototipos no registrados. 

Lo que sí está comprobado es que el primer vuelo completo del Mizar fue el 26 de agosto de 1973, pilotado por el piloto profesional Charles Janisse. El coche despegó sorprendentemente del aeropuerto de Camarillo, en California, aunque permaneció poco tiempo en el aire y tuvo que aterrizar de emergencia por un problema en una de las alas.

La Agencia Nacional de Seguridad del Transporte determinó, tras una investigación, que el Mizar presentaba graves problemas de diseño y ejecución, con malas soldaduras y materiales de fabricación de mala calidad, entre otros fallos. 

La esperada tragedia

El Ford Pinto acabó estrellándose por la rotura de un ala
El Ford Pinto acabó estrellándose por la rotura de un ala

A pesar de todo, la campaña comercial se puso en marcha. Varios medios de comunicación recogieron fotos del coche en el aire y Advanced Vehicle Engineers encontró un distribuidor, Galpin Ford, que aseguraba tener 34 reservas del Mizar a un precio equivalente a unos 100.000 euros actuales.

Sin embargo, el 11 de septiembre de ese mismo año, se produjo la tragedia. Ese día fueron Blake y Smolinski los que se subieron al Ford Pinto Volador para surcar los cielos. Esta vez, el coche tenía un motor Lycoming más potente, con 300 CV, pero también más pesado. 

No existe una versión oficial del accidente, pero la más aceptada es que la nave sufrió un problema en el ala derecha, incapaz de soportar el peso, y se desprendió, estrellándose contra el suelo. Lamentablemente, los dos ingenieros perdieron la vida persiguiendo su sueño de construir un coche volador. 

Etiquetas: Coche volador

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