A estas alturas no debería sorprendernos que Elon Musk haga una promesa y la incumpla. En este sentido, se parece más a un político que a un empresario. Ha vuelto a ocurrir y podría meter a Tesla en un gran lío, relacionado con su revolucionario seguro propio.

En 2019 la compañía lanzó el servicio Tesla Insurance, en respuesta a las quejas de los clientes por la falta de opciones de cobertura asequibles, debido a los altos costes de reparación de los modelos de la marca. Elon Musk calificó este seguro propio como revolucionario y prometió que sería mejor que otras aseguradoras. 

Sin embargo, una investigación de Reuters ha revelado que aquella promesa del magnate no se ha materializado. 

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Tesla Insurance se enfrenta a un flujo constante de quejas en las redes sociales y en foros, y es una causa frecuente de preocupación entre los consumidores, según el Better Business Bureau, una organización sin ánimo de lucro que promueve la confianza en el mercado y la ética empresarial en Estados Unidos y Canadá.

Además, según CarScoops, el Departamento de Seguros de Ohio determinó que Tesla infringió su normativa en la tramitación de siniestros dos veces este año, debido al tiempo que tardó la compañía en comunicarse con un asegurado. El departamento ha considerado abrir una investigación formal sobre el asunto.

El gran lío en el que se podría meter Tesla con su revolucionario seguro propio

Las quejas de los clientes giran en torno a ese mismo problema. Lamentan que no pueden ponerse en contacto con los peritos de seguros para presentar o resolver reclamaciones. 

Los clientes explicaron a Reuters que esperaron meses para obtener respuestas de los peritos, llamando, enviando correos electrónicos e intentando utilizar la aplicación telefónica Tesla Insurance sin éxito, ya que se bloqueaba continuamente, por lo que la promesa de Musk se tornó en pesadilla para los usuarios.

El informe recoge numerosos casos de clientes descontentos, como el de Phil Fioresi de California, que tuvo que llamar hasta 15 veces para poder hablar con un agente de Tesla Insurance, por un accidente en el que se vio implicada su hija. 

Otro cliente, Mark Bova, compró un Tesla Model S de segunda mano junto con el seguro propio de Tesla, que lo consideró razonable por 93 dólares al mes (unos 85,20 euros) y, tras sufrir un grave accidente con el Autopilot, tuvo que esperar siete meses para que le indemnizaran. Y todavía está esperando el reembolso de 50.000 dólares por gastos médicos.

Falta de personal y exceso de trabajo

La falta de personal es la causa principal de los problemas. Varias personas anónimas relacionadas con Tesla afirmaron que, al principio, la compañía sólo contrató a una docena de peritos de seguros encargados de atender a todos los clientes de California.

Pronto se vieron desbordados de trabajo, recibiendo a veces 24 o más reclamaciones al día. Al no poder atenderlas todas, empezaron a acumularse los retrasos. Al mismo tiempo, los errores de la aplicación de Tesla Insurance obligaban a los peritos a atender las llamadas de los clientes, un servicio que otras aseguradoras subcontratan un call center. 

Esto no sólo interrumpía su flujo de trabajo y aumentaba los retrasos, sino que también obligaba a los clientes a esperar horas, a veces, incluso, tirados en la carretera, para hablar con un agente. Tesla ha intentado contratar más peritos pero muy lentamente. 

Ante esta situación de caos, muchos clientes que han reclamado a Tesla Insurance están dispuestos a cambiarse a una aseguradora tradicional, sin importar el precio. Por último, ni la marca ni el propio Elon Musk quisieron responder a las preguntas de Reuters.