De momento solo han funcionado a modo de prueba pero hay ciudades españoles que parece apuestan en serio por los peajes urbanos por contaminación del coche en los que pagas en función de lo que contaminas.

El concepto de peajes por contaminación toma como punto de partida el de los peajes en general, es decir, fijar una tarifa por uso de las carreteras; lo que cambia es el por qué se abona esa cantidad.

Peajes por contaminación a prueba en el País Vasco

País Vasco es, junto a Cataluña, la segunda comunidad autónoma con competencias de tráfico transferidas (quiere esto decir que operan al margen de la DGT aunque la normativa que regula los límites de velocidad, alcohol... son los mismos que en el resto de España). 

Con esta potestad, el gobierno vasco ha puesto a prueba un sistema de peaje que mide las emisiones contaminantes de los vehículos en circulación para, con este dato, calcular la cuantía de la tarifa que deben pagar.

Así funcionan

La prueba se llevó a cabo durante los primeros días del mes de febrero en la carretera AP-8. Durante este tiempo el sistema de medición calculó la cuota que tuvieron que pagar más de 1.700 vehículos en función de sus emisiones.

Los peajes de contaminación están equipados con el sistema de medición de la empresa Opus RSE (la misma que ha desarrollado los radares de contaminación que se probaron hace tiempo en Madrid). Cuentan con una cámara que lee la matrícula para identificar la antigüedad y el tipo y dos sensores ópticos que calculan las emisiones. 

Con estos datos calculan la cuantía a pagar; después envían la información a las cabinas de peajes para que realicen el cobro. Los sistemas de medición están preparados también para calcular la velocidad y la aceleración.

Desde la Diputación de Guipuzcoa señalan que están contentos con los resultados de las pruebas pero que, por el momento, no han decidido si utilizarán este sistema como método de cobro en los peajes.