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¿Qué es el filtro de partículas y para qué sirve?

filtro de partículas

Un filtro de partículas es una pieza clave en los coches de combustión, sobre todo en los diésel, puesto que se encarga de depurar el humo que sale por el tubo de escape, atrapando las partículas de hollín más grandes y consiguiendo que las emisiones contaminantes del coche sean inferiores.

Comenzaron a implantarse a partir de 2006 y de su correcto funcionamiento dependerá que pases la ITV: si se avería tendrás que pasar por el taller y ya te adelantamos que no es una reparación precisamente barata.

¿Cómo funciona el filtro de partículas?

El concepto del filtro de partículas es bastante sencillo. Hay que pensar en él como un red que atrapa las partículas sólidas que se producen en la combustión del motor. Las retiene para que no sean expulsadas por el tubo de escape y, cada cierto tiempo, las incinera para hacerlas desaparecer o al menos descomponerlas.

En realidad, es el propio filtro el que detecta cuándo se ha llenado (en función del tipo de conducción suele ocurrir cada 1.000 o 1.200 km) y de manera automática lleva a cabo la regeneración: aumenta la temperatura de los gases del escape para producir la incineración y limpia de las partículas sólidas.

¿Cómo limpiar el filtro de partículas?

No es algo que tú puedas hacer, pues, como hemos dicho, es el propio vehículo el que lo hace por su cuenta. Sin embargo, sí que puedes ayudar a que el proceso se complete de manera correcta.

Cuando se produzca la regeneración, lo habitual es que un piloto en el cuadro de mandos avise de que esta teniendo lugar: en ese momento lo que no puedes hacer es parar el coche. Lo que debes hacer es seguir circulando y, a ser posible, a marchas más cortas de lo normal, para que la temperatura aumente y la limpieza sea más efectiva.

Consejos para conservar el filtro de partículas

Mantener en forma el filtro de partículas depende, en gran medida, del tipo de conducción que lleves a cabo. Como gastar poco es una de las principales virtudes de los coches diésel, lo habitual es que estos vehículos se conduzcan de manera suave, a bajas revoluciones y eso puede ser fatal para el filtro.

Una conducción relajada o bajas velocidades, como la que se lleva a cabo en ciudad, hace que el motor opere a temperaturas relativamente bajas, por lo que no se quema todo el hollín que se debería, se acumula más de la cuenta y el filtro se obliga a llevar a cabo regeneraciones cada menos tiempo, por lo que fuerza su funcionamiento más de lo que debería.

Filtro antipartículas: todos los secretos que esconde

Precisamente por eso es recomendable salir de la ciudad y entrar en autopista, para que el automóvil circule a un ritmo mayor y las combustiones sean a temperaturas más altas. No solo eso, también es recomendable, de cuando en cuando, circular en marchas más cortas de lo normal y a más revoluciones, para “quemar carbonilla”.

En relación a esto, también resulta conveniente, en la medida de lo posible, evitar los trayectos cortos. En éstos el motor no llega a alcanzar su temperatura óptima, el filtro tampoco, se acumula más hollín y, de nuevo, se puede acortar la periodicidad con la que se ve obligado a llevar a cabo sus regeneraciones,

Otro aspecto que es muy útil es utilizar un aditivo. Éste se mezcla con el combustible, se quema en el motor y ayuda a incinerar el hollín, reduciendo o al menos ralentizando la acumulación del mismo en el filtro de partículas.

¿Cuánto cuesta cambiar un filtro de partículas?

Deberías intentar evitar tener que cambiar el filtro de partículas por todos los medios posibles, así que intenta seguir todos los consejos que te hemos dado arriba. Y es que si finalmente se avería, tu paso por el taller supondrá un desembolso considerable: entre 1.000 y 1.200 euros de media.

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