Duelo fraternal: Hyundai Tucson vs Kia Sportage

Gracias a la tracción total, el Kia Sportage y el Hyundai Tucson son adecuados para salirse por caminos de tierra. Con solo presionar un botón, tanto el Kia como el Hyundai bloquean el diferencial central y distribuyen la potencia de tracción uniformemente a ambos ejes.

Aunque los dos comparten plataforma, el Hyundai es 15 milímetros más corto. Y desde luego han sabido aprovechar el espacio interior, porque incluso tiene un poco más de espacio de almacenamiento.

Motores

Similitudes: cilindrada de 1,6 litros, 180 CV, sistema mild-hybrid de 48 voltios. Los coreanos también comparten la transmisión automática de siete velocidades. El Kia ha consumido 9,2 litros en la prueba y emite 219 gramos de CO2 por kilómetro.

El Tucson por su parte, ha gastado 9,5 litros y emite 225 g/km. Por lo demás, los ambos motores funcionan casi de manera idéntica. Cuatro cilindros proporcionan en cada uno 265 Nm de par. 

Por dentro

Los instrumentos digitales del Kia son fáciles de leer de un vistazo. Diferencia con el Tucson: la perilla para la selección de marchas y la barra táctil complicada debajo de la pantalla de infoentretenimiento.

En el Tucson la pantalla principal separada del resto, y hay mandos físicos para climatización. En lugar de palanca, tiene botones para la caja automática.

En la parte trasera del Kia, tengo que doblar las rodillas un poco más de la cuenta. A su favor, los grandes ganchos de los reposacabezas delanteros son muy útiles: allí se pueden colgar bolsas de la compra o ropa.

La entrada a las plazas traseras del Hyundai es fluida, y el espacio es como en el Kia: correcto, pero sin ganchos en los reposacabezas. En cuanto al maletero, el Hyundai cubica  577 litros, 15 más que el Kia, pero éste, a su favor, puede cargar con hasta 570 kilogramos de equipaje, 52 más que su gemelo.