Cuatro errores 'de pardillo' que se cometen al comprar un coche de segunda mano

No te ofendas por el titular, pero a veces, por desconocimiento, cometemos (todos) errores al comprar un coche de segunda mano. La buena noticia es que ahora estarás más atent@ y no caerás en ellos. 

1. No pedir una prueba de conducción

Conducir el coche, aunque sea solo durante unos minutos, es la mejor forma de detectar algunos problemas, especialmente los relacionados con la transmisión y la suspensión. 

Negociar la compra de un vehículo de segunda mano a través de Internet y con un particular no impide pactar con el propietario una prueba de conducción. Hacerlo tuyo un rato te permitirá, además, experimentar sensaciones y ver qué tal te manejas con el tamaño, la tecnología... algo fundamental cuando se trata de elegir vehículo.

2. Tomar decisiones poco meditadas

¿Vas a comprar un coche de ocasión porque quieres darte un capricho o porqué lo necesitas? Normalmente gana la segunda opción y eso hace que corazón y mente debatan acerca de qué modelo elegir.

Matas Buzelis, experto en automoción de carVertical, resume en tres las claves para elegir el modelo adecuado:

1. Presupuesto: el precio de tu futuro coche no debería superar el 35% de tus ingresos anuales
2. Tipo de carburante: los coches eléctricos son más caros de comprar, pero más baratos de mantener. Los coches diésel son económicos y estupendos para viajes largos. Los de gasolina son más silenciosos y requieren menos mantenimiento, pero consumen más combustible.
3. Espacio: los SUV y Shooting Brake son más prácticas en cuanto a asientos (los hay de siete plazas) y maletero

3. No pedir el historial del coche

Pedir el historial del coche que estás valorando comprar a la DGT puede evitar sorpresas desagradables, entre ellas, si han trucado el kilometraje.

El informe de la DGT contiene datos muy reveladores tales como la fecha de matriculación y si hay alguna incidencia que impida que se lleve a cabo la transacción. En función del informe elegido (en este enlace te damos información de las opciones de que dispones), también puedes obtener  información administrativa, identificación del titular, municipio en el que está domiciliado el vehículo, historial de ITV, kilometraje, número de titulares, cargas y otros datos como los datos técnicos o su puntuación EuroNCAP.

4. No pedir consejo a un mecánico

Salvo que seas un experto, incluso si haces una prueba de conducción es posible que se te pasen por alto algunos problemas técnicos. Es por eso que no está de más solicitar la colaboración de algún mecánico que compruebe que todo está en orden.

Tendrás que pagar por ello, sí; pero estas inspecciones no son caras y te pueden ahorrar disgustos y dinero en forma de averías postcompra (recuerda que incluso los propietarios particulares tienen que dar garantía).