Comparativa: nuevo Citroën C4 vs Ford Focus

El nuevo Citroën C4 sin duda es atractivo con sus líneas coupé. Hemos notado cómo mucha gente se daba la vuelta a nuestro paso. 

El Ford Focus que hemos elegido como oponente, está tan lejos de eso como la Catedral de Colonia lo está de la Torre Eiffel. El Ford opta por las líneas clásicas de muchos otros compactos, y no llama la atención.

Por dentro

La entrada en el Citroën es mucho más fácil, siete centímetros más de altura del asiento lo hacen posible, pero luego las ventajas se acaban. Los asientos ofrecen poco soporte lateral. Por cierto, recomendamos un curso de acrobacia básica para los viajeros en la fila dos. Porque es lo que se necesita para maniobrar a través de la abertura estrecha de la puerta y sobre el umbral tan alto.

En el Ford, por otro lado, simplemente abres las puertas y entras con sencillez. Por cierto, hay incluso un poco más de espacio para la cabeza. Delante encontramos la posición de asiento más cómoda y con más agarre lateral. 

El francés no puede sacar ninguna ventaja en cuanto al maletero a pesar de su aspecto voluminoso. Mientras que aquí se pueden guardar de 380 a 1.250 litros de equipaje, el maletero de Ford cubica entre 375 y 1.354. Además, está claramente por delante en términos de carga útil con 595 frente a 424 kilogramos.

En el Focus encontramos elegantes instrumentos analógicos con una pantalla en el medio que debería ser algo más grande, pero en general, tiene una buena ergonomía con más botones de acceso rápido.

Los franceses combinan hábilmente lo digital y lo analógico, lo que permite un funcionamiento sin complicaciones. Enseguida te haces a su manejo. Dos pantallas muestran la velocidad, el régimen del motor, el consumo y la información multimedia, mientras que el aire acondicionado es regulado por el conductor y el pasajero delantero mediante elementos de control mecánicos.

¡En marcha!

El Focus es un referente en la categoría cuando hablamos de chasis y dirección. Con la combinación ruedas de 16 pulgadas y el chasis de serie, este Focus tiene una pisada aplomado y al mismo tiempo no llega a ser incómodo en ningún momento. 

El cambio de seis velocidades inserta con precisión por lo que incluso el mild-hybrid de tres cilindros y 125 CV, enfocado a economizar se puede estirar con cierto brío en carreteras rurales. 

El Citroën ofrece un chasis más cómodo que nada con esponjosidad sobre onduladas largas. La dinámica no está entre sus prioridad: el ESP mete horas extras, interviene en casi todas las curvas rápidas y, en consecuencia, nos ralentiza constantemente. La precisión y la retroalimentación ni siquiera aparecen en el vocabulario de la dirección, demasiado suave.

La automática de ocho velocidades de Aisin es mucho más talentosa, y solo es un pelón molesta cuando se inicia con un tirón corto, pero luego se pasea con fluidez por las diferentes relaciones. 

El conocido motor de tres cilindros de 1.2 litros de 131 CV del grupo, fuerte y bien aislado del grupo, se lleva bien con el C4, pero se queda corto en comparación con el Focus.

2º puesto con 511 de 800 puntos: Citroën C4 PureTech 130. Diseño interesante, funcionamiento sin problemas, espacio escaso en la segunda fila, poco dinámico y más caro. 

1er puesto con 530 de 800 puntos: Ford Focus 1.0 EcoBoost MHEV. Chasis equilibrado, dirección precisa, más espacio, más barato.