Así es como la DGT 'lucha' contra las aplicaciones que alertan de la presencia de controles

No es nada que la DGT es contraria al uso de aplicaciones que alertan de la ubicación de los controles. En varias ocasiones el director general de Tráfico, Pere Navarro, ha dejado clara la postura de su departamento a este respecto. También las razones de su oposición: restan eficacia y aumentan la impunidad de los infractores lo que es, a su vez, un peligro para el resto de usuarios de la vía.

Hace tiempo la Guardia Civil publicaba un Twitter un vídeo en el que dejaba claro por qué no hay que alertar de la presencia de controles en la carretera:

En el vídeo, un conductor que lleva retenido a un menor en el maletero consigue evitar un control policial por la advertencia de otro conductor. Esto, trasladado a los controles de Tráfico se traduce en que un conductor que haya consumido más alcohol de lo permitido puede eludir un control tomando un camino alternativo.

En el peor de los casos, este infractor puede terminar provocando un accidente en su búsqueda de otro camino. Algo que, según las asociaciones de víctimas, ha sucedido en más de una ocasión.

Así es cómo la DGT 'lucha' contra las aplicaciones que avisan de los controles

Pere Navarro ha hecho alusión en varias ocasiones de su deseo de aprobar una legislación que impida la proliferación de aplicaciones que alertan de la presencia de controles.

De momento, esto es solo un deseo que ni siquiera figura en el borrador de la nueva Ley de Tráfico y Seguridad Vial que se tramita en estos momentos en el Congreso.

Así las cosas y con las aplicaciones en pleno derecho de funcionar, lo que sí hace Tráfico es poner en marcha algunas tretas para reducir su eficacia. Por ejemplo:

• Controles dinámicos. Cambian de ubicación cada poco tiempo durante una misma jornada. El objetivo de los controles dinámicos es que cuando un conductor es sometido a un control de alcoholemia y decide alertar al resto de usuarios a través del smartphone su advertencia no sirva de nada ya que, entre tanto, el control habrá sido desmantelado y colocado en otro punto
• Controles móviles. En aquellos casos en los que los agentes de Tráfico detecten que un conductor circula bajo los efectos del alcohol podrán solicitar la presencia de un equipo de atestados que se trasladará al punto en que es requerido para realizar la prueba de alcohol y/o drogas
• Radares en cascada. Vaya por delante que informar de la ubicación de los radares es completamente legal; de hecho es la propia DGT la que actualiza su listado de manera habitual. Aún así, para evitar que los conductores frenen antes de llegar al cinemómetro y vuelvan a acelerar por encima de la velocidad permitida después, los agentes de Tráfico colocan lo que llaman radares en cascada, esto es, dos radares seguidos.

A todo esto hay que añadir que los agentes también utilizan las aplicaciones contra las que luchan para saber de cuáles de sus controles están siendo informados el resto de conductores y así cambiar la ubicación.