Acaba de cumplir 80 años y lleva casi 60 subido en los escenarios de todo el mundo. Junto con su banda, es el autor de canciones míticas como ‘(I Can't Get No) Satisfaction’, ‘Angie’, ‘Connection’, ‘Paint It Black’ o ‘Sympathy For The Devil’, canciones que nunca dejarán de escucharse y bailarse. Es Mick Jagger, son los Rolling Stones y estos son sus coches.

Porque sus ‘Satánicas Majestades’ también han sido siempre y lo siguen siendo grandes aficionados al motor y cuentan con una amplia colección de coches de todas las épocas. En esta lista, aparecen coches deportivos, pero también elegantes berlinas e, incluso, utilitarios económicos.

Los coches de Mick Jagger y los Rolling Stones

Siendo una banda británica, es justo empezar por coches nacionales, como el Rolls-Royce Silver Cloud II, todo un clásico entre los clásicos que perteneció al guitarrista Brian Jones, aunque no acostumbraba a conducirlo.

Normalmente, lo utilizaba para sus desplazamientos con un chófer. Bajo el capó tenía un motor V8 de 6.2 litros. Lamentablemente, este coche tuvo un final trágico al caer al fondo de una piscina.

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Aston Martin DB6

Aunque la fama se la lleva el DB5, por haber sido uno de los coches del agente 007, el Aston Martin DB6 de mediados de los 60 también tenía argumentos para convencer a los aficionados más exigentes, como el mismo Mick Jagger. 

Además de una estética muy elegante, el DB6 era un auténtico Gran Turismo para disfrutar de la conducción y, gracias a sus nada desdeñables 280 CV, ofrecía prestaciones muy interesantes.

Lotus Seven S3

Otro de los coches de los Rolling Stones, también inglés, es el Lotus Seven. En este caso, perteneció a Ronnie Wood, quien lo compró de segunda mano en 1975.

Fue construido a finales de los 60 y es una de las 340 unidades que se fabricaron. Tenía un motor 1.6 de gasolina que producía 120 CV y, gracias a su peso bajísimo, hacía el 0 a 100 km/h en apenas 6,9 segundos.

Morgan Plus 8

Otro ‘juguete’ de Mick Jagger fue el Morgan Plus 8 de 1969, basada en el Buick Fireball 215. Montaba un motor V8 de 3.5 litros que producía 184 CV. Este coche tan exótico ofrecía unas prestaciones increíbles y podía alcanzar los 192 km/h.

MGB Roadster

Hoy MG es conocida por sus coches eléctricos producidos en China, pero antes era una marca puramente británica de coches deportivos y roadster, como este MGB que tuvo el primer bajista de la banda, Bill Wyman. 

Se cuenta que Wyman quería un coche más modesto y ‘terrenal’ que el que conducían el resto de sus compañeros. Tenía un motor de 1.8 litros y 94 CV, cifras que se quedaban cortas ya en los años 60, pero no dejaba de ser un coche divertido de conducir.

Bentley Continental Flying Spur

Aquí tenemos uno de los coches más conocidos de los Rolling Stones. Concretamente, fue propiedad de Keith Richards y tenía el sobrenombre de ‘Lena’, en honor a la cantante y actriz Lena Horne.

Aparte del lujo rebosante que caracteriza siempre a todos los coches de Bentley, este Continental Flying Spur de los 60 escondía un pequeño detalle: estaba personalizado con un compartimento secreto. Sólo se fabricaron 87 ejemplares.

Citroën SM

Dejamos a un lado los coches ingleses y cruzamos el mal traducido como Canal de la Mancha para llegar a Francia. Porque, entre los coches de los Rolling Stones, se encuentran varios modelos galos.

Uno de ello es el Citroën SM, uno de los coches más espectaculares del siglo XX, fruto de la asociación entre Citroën y Maserati a finales de los 60. El coche era todo un prodigio tecnológico y muchas celebridades se hicieron con una unidad, como Johan Cruyff y el mismo Billy Wyman. 

Bugatti Type 57SC Atlantic

Aunque para coche exótico y lujoso, el Bugatti Type 57SC Atlantic de los años 30 que tuvo Charlie Watts, el batería de la banda. A Watts le encantaban los coches, sin embargo, no tenóa carné, por lo que tenía que conducirlo un chófer. 

Montaba un motor de ocho cilindros en línea y 3.3 litros que desarrollaba 200 CV, aunque lo más impresionante era su exquisito nivel de detalle y lujo.

Citroën Mehari

Sin embargo, a Charlie Watts también le gustaban los coches ‘del pueblo’ y tuvo un Citroën Mehari, un vehículo todoterreno de bajo coste, derivado del Dyane 6. 

Una de las características del Mehari era su carrocería parcialmente de plástico. Tenía un motor de 602 centímetros cúbicos y 26 CV que compartía con el Dyane 6 y, a pesar de su aspecto espartano, tenía unas capacidades off-road muy notables.

Citroën 2CV

Watts también tuvo un Citroën 2 CV, aunque no uno cualquiera, sino la famosa unidad que salió en la película de James Bond ‘Sólo para sus ojos’, en la que 007 protagonizó una espectacular huida por tierras españolas.

Tenía un motor de 600 centímetros cúbicos que rendía 28,5 CV y podía alcanzar una velocidad máxima de 110 km/h.

Mercedes 250 S

No podía faltar la marca Mercedes en una lista de coches de famosos como los Rolling. Uno de ellos fue este precioso 250 S que tuvo Bill Wayman. 

Este coche incluía un curioso detalle que hoy es habitual: Wayman encargó a la marca alemana que tintara los cristales de las ventanillas traseras, algo que nunca había hecho hasta entonces en un cristal curvado. Su motor entregaba 130 CV y podía alcanzar los 180 km/h.

Mercedes Clase S

Otro Clase S, pero más moderno, correspondiente a la generación W222, justo la anterior al modelo actual. 

Alguno puede pensar que ni esta berlina ni el 250 S pega en el garaje de un grupo tan extravagante como el británico, pero no hay celebrity que se resista a un Clase S.

Lamborghini Miura

En cambio, un Lamborghini Miura sí casa perfectamente con el espíritu de la banda y, cómo no, una unidad del superdeportivo italiano perteneció a Charlie Watts. 

Concretamente, el batería poseyó una modelo de finales de los 60, equipado con un motor V12 colocado atrás en posición transversal con 400 CV de potencia, asociado a un cambio manual de cinco velocidades.

Ferrari Dino 246 GT

Y terminamos nuestra lista con los coches de Mick Jagger y los Rolling Stones son el Ferrari Dino 247 GT que Keith Richards utilizó como coche de diario y para viajar. Fue el coche con el que se desplazó por toda Europa en la gira musical de 1973.

Con un motor V6 de 190 CV, como le gustaba al hijo de Enzo Ferrari, el odómetro llegó a superar los 40.000 kilómetros, una cifra respetable para un GT de estas características.