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Cinco modelos que demuestran que Volvo también tiene coches divertidos

No tenemos una prueba, ¡tenemos cinco!

Cuando una pregunta por coches de esos que te aceleran el corazón es habitual encontrar en la lista a Mercedes, a BMW (especialmente su división M), Porsche, Ferrari... pero raras veces aparece Volvo. La sueca se ha ganado a pulso la etiqueta de fabricante de coches de calidad y seguros, pero hay quien piensa que esto está reñido con hacer coches divertidos.

¿Realidad o fama injustificada? Nosotros abogamos por lo contrario y apoyamos nuestra defensa en estos cinco coches que demuestran que Volvo también es una marca divertida.

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1. Volvo S60 R

Antes de que Volvo designara sus coches más deportivos bajo el paraguas de Polestar (que ahora se ha convertido en marca independiente), los modelos más rápidos de Volvo llevaban una insignia R.

El S60 R se movía gracias a un motor de cinco cilindros turboalimentado de 2.5 litros y 300 CV. Con esta mecánica, podía alcanzar los 100 km/h en menos de seis segundos. Tanto las versiones sedán como familiar del Volvo S60 R estaban disponibles con una transmisión manual de seis velocidades considerada como una de las cajas de cambios más efectivas jamás instaladas en un automóvil de producción.

También contaban con un sistema de suspensión avanzado llamado Continuously Controlled Chassis Concept (Four-C), que permitía a los conductores pasar del confort de una suspensión blanda a una dureza propia de un coche de carreras.

2. Volvo 850 R

El Volvo 850R fue el antecesor de los V60 y V70R. El modelo originalmente se llamaba el 850 T-5R y fue desarrollado conjuntamente con Porsche en 1995.

El 850 R usaba un motor de 2.3 litros y cinco cilindros con turbocompresor que le daba una potencia total de 243 CV. Se vendía con cambio manual de cuatro velocidades o manual de cinco velocidades.

Solo se construyeron 6.964 ejemplos y tuvo tanto éxito que Volvo decidió lanzar un reemplazo con 250 CV.

3. Volvo 240

El 240 era un coupé de dos puertas, pero también un sedán de cuatro puertas y una berlina de cinco puertas (quizá quieras echar un ojo a este reportaje sobre los tipos de carrocerías). A lo largo de los años que estuvo en venta, se ofreció con una gama de motores de gas y diesel; el más divertido de todo de los cuales fue el 242 Turbo.

El Volvo 242 Turbo tenía un motor turboalimentado de 2,3 litros con 237 CV

Ya que estamos rindiendo homenaje a la marca sueca, van los siete Volvo más importantes de la historia, en vídeo:

4. Volvo C30 Polestar

Después de los S60 y V70 R, Volvo tomó un descanso de los coches de alto rendimiento para enfocarse en construir automóviles seguros. Fue entonces cuando empezó a ganarse la fama de fabricante aburrido y para quitarse la etiqueta sacó en 2010 el Volvo C30 Polestar.

Era un concept car impulsado por un motor de 2.5 litros con una potencia de 399 CV. La versión de producción no se construyó hasta 2012 y solo se fabricaron 250 unidades.

5. Volvo P1800

Por su antigüedad quizá este debería ser el primero de la lista de cinco coches que demuestran que Volvo no es una marca aburrida.

El P1800 fue un deportivo de dos puertas fabricado entre 1961 y 1973. Es cierto que nunca fue el más rápido de su época, pero sí de los más seguros y fiables: hay pruebas de que uno de ellos ha recorrido casi ¡cinco millones de kilómetros!

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