Canyon Future Mobility Concept: ¿un proyecto de coche urbano creado por un fabricante de bicis?

La pandemia del coronavirus y la perspectiva de regresar a las oficinas en todo el mundo sin tener que subirse al metro, el autobús o estar sentado en un atasco, está haciendo que el transporte urbano evolucione cada vez más rápido. Proliferan los patinetes y bicicletas eléctricas y los coches enchufables también empiezan a ganar más protagonismo. Te contamos cómo es el Canyon Future Mobility Concept, el proyecto de coche urbano creado por el fabricante alemán de bicicletas Canyon.

Te puede interesar: La última genialidad de BMW no es un coche, sino una bici

Si te gusta dar pedales en tus ratos libres, seguro que sabes de sobra que Canyon es uno de los fabricantes de bicicletas más punteros a nivel mundial. Son las bicicletas que lleva, por ejemplo el equipo profesional Movistar y sobre las que han logrado sus éxitos el campeón del mundo de ciclocross y de Ironman, por poner sólo unos ejemplos.

Vídeo: así es el Canyon Future Mobility Concept

El Future Mobility Concept es un vehículo que ha desarrollado Canyon  en asociación con la Universidad Técnica de Aachen "para diseñar una solución innovadora y ayudar a dar forma al futuro del transporte". Según sus creadores, es una nueva alternativa a caballo entre una bicicleta eléctrica y un coche, combinando el diseño de la nueva generación de bicicletas eléctricas, ligeras y potentes, con la estabilidad de las cuatro ruedas y la protección contra los elementos. 

Así, este concept car de Canyon, que pesa sólo 95 kilogramos, propone la idea de pasar sin problemas de la calle al carril bici, porque es lo suficientemente rápido y estable como para circular por carretera, pero también lo suficientemente ligero y ágil como para rodar por un carril bici y evitar los atascos. 

Su diseño es curioso, ya que apuesta por un compartimento para el pasajero totalmente cubierto por una innovadora cápsula panorámica y tiene suficiente espacio detrás del conductor para sentar a un niño, llevar equipaje o meter la compra de vuelta a casa. Cuando no es necesario protegerse de los elementos, la cápsula se puede abrir gracias a sus rieles. Así, te dará la impresión de que vas conduciendo un descapotable. Además, la cápsula se puede abrir aún más para facilitar la entrada y salida del vehículo.

¿Tiene sólo motor o hay que dar pedales? Así se conduce

El conductor (puedes llamarlo ciclistas si lo prefieres) va en una postura similar a la de un coche deportivo, con los pies en los pedales. El Canyon Future Mobility Concept se conduce utilizando un intuitivo sistema de dirección con dos palancas laterales tipo joystick, colocadas junto a las caderas del conductor, que ofrecen un radio de giro de 7 metros. 

Sí, aunque parece un coche, funciona como una bicicleta y para que se mueva es necesario dar pedales. Pero está equipado con un motor eléctrico que asiste la pedalada y con una batería de 2kWh de capacidad que tiene una autonomía teórica de 150 km de acuerdo con el protocolo de homologación WLTP, aunque Canyon asegura que se puede duplicar fácilmente ese alcance. 

Al ser un vehículo al que se le podría dar un uso doble, su velocidad máxima está limitada a 25 km/h, si se usa en carriles bici, pero puede alcanzar los 60 km/h si se da el salto a la carretera. Y en un descenso, debido a su diseño aerodinámico se podría poner casi a 100 km/h.

Este Future Mobility Concept no es sólo un proyecto para dar que hablar. Es completamente real y se puede ver en vivo y en directo en el showroom que Canyon tiene en Coblenza (Alemania). Además, el fabricantes de bicicletas asegura que "en los próximos años lanzaremos más soluciones en forma de bicicleta urbana, pero también se intensificará la implementación de otros modelos como este concept, una visión de hacia donde queremos llegar en un futuro cercano".

¿Y cuánto costaría? Si existiera la legislación correcta para hacer viable el concepto y, lo que es más importante, la demanda de los consumidores existiera, Canyon estima que podría vender la cápsula por entre 5.000 y 7.000 euros.