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El camión de hidrógeno que ha hecho historia en el Dakar 2023

KH-7 camión Dakar hidrógeno

El KH-7 Epsilon Team se convierte en el primer equipo que compite en el Rally Dakar con un camión híbrido, alimentado por hidrógeno y diésel. El reto era demostrar la viabilidad y seguridad de esta tecnología... y lo han conseguido.

El mundo del motor es el mejor campo de pruebas posible para la nueva tecnología, y de todas las competiciones que existen, el Rally Dakar es la más exigente. En la edición de 2023, hemos tenido un adelantado a su tiempo, el camión del equipo KH-7 Epsilon, un MAN 6X6 híbrido, alimentado por hidrógeno y diésel, que ha hecho historia por partida doble.

Y es que el KH-7 Epsilon ha sido el primer vehículo de la historia en participar en el Dakar con este tipo de combustible, pero también el primero en acabarlo, una labor nada sencilla en la que han tenido mucho que ver sus integrantes, José Luis Criado, Jordi Juvanteny, que han estado acompañados por Jordi Ballbé en esta edición. En total, ¡63 participaciones de experiencia!

KH7 Dakar camión hidrógeno

Una historia de pasión por el Dakar

Dicen que el Dakar engancha y, a pesar del sufrimiento de cada jornada, todo participante quiere regresar al año siguiente. Juvanteny y Criado, que comenzaron su carrera cada uno en equipos distintos y se conocieron de forma accidental tras quedarse 'tirados' en el desierto africano en los 90, llevan en total 62 participaciones en el rally más duro del mundo.

Juvanteny, arquitecto de profesión, y Criado, que ejerce de notario, se han convertido junto con el camión del KH-7 Epsilon Team en el vehículo de asistencia de muchos competidores y, a lo largo de los años, han logrado salvar la carrera de innumerables competidores, lo que les ha llevado a ser conocidos como los 'Ángeles de la guarda' del Dakar.

Lejos de mirar al pasado, junto con su equipo, el KH-7 Epsilon, decidieron pensar en el futuro y comenzar a dar forma a un nuevo modo de movilidad, llevando a la carrera lo nunca antes visto: un camión impulsado por hidrógeno y diésel. Este fue el segundo paso de su proyecto sostenible, puesto que en 2022 el vehículo ya estuvo alimentado por HVO (combustible sostenible) y GLP.

“Estamos en la segunda etapa de este proyecto que iniciamos el año pasado con el uso de combustibles sostenibles. En 2023 hemos sustituido el GLP por hidrógeno, que es completamente limpio y no emite dióxido de carbono alguno a la atmósfera", explicaba Juvanteny antes del inicio de la carrera. 

"Esta es nuestra forma de devolverle al Dakar parte de lo mucho que nos ha aportado en todo este tiempo. Además, el planeta nos exige cambios y no podemos esperar únicamente a lo que hagan las instituciones; debemos ponernos en marcha entre todos desde ya mismo", añadió.

La forma más barata y sostenible de obtener hidrógeno podría ser imitar la fotosíntesis de las plantas

El resultado, tras la adaptación para utilizar hidrógeno realizada por la empresa especializada EVARM, fue una auténtica bestia 6x6 de 11.500 kilogramos, impulsada por un motor de seis cilindros con 800 CV de potencia, por el que esta vez fluiría hidrógeno y diésel, ahorrando aproximadamente la mitad de combustible contaminante.

Este innovador tren de potencia fue presentado a la FIA y a ASO, que por supuesto dieron su visto bueno a principios de 2022, puesto que cumplía con sus propósitos de caminar hacia un Dakar más sostenible. Sin embargo, a pesar de la aprobación inicial, la burocracia no se lo puso fácil, puesto que a unos días del inicio del Dakar, les dijeron que no podían correr.

A pesar de superar las verificaciones técnicas previas a la carrera, a principios de diciembre, el KH-7 Epsilon recibió la comunicación por parte de la FIA de que no podían correr, debido a que el nuevo reglamento no había sido consensuado con el resto de participantes, por lo que no podrían formar parte de la competición.

Juvanteny, Criado y Ballbé, que ya saben lo que es batirse en duelo con el desierto, viajaron hasta Arabia Saudí para iniciar la carrera, pero allí, la FIA, tras estudiar su situación, les comunicó que quedarían excluidos del Dakar en caso de que utilizaran el hidrógeno; es decir, solo podrían competir si lo hacían alimentados exclusivamente con diésel.

Después de jornadas de incertidumbre, la solución 'intermedia' fue la creación de una nueva categoría, denominada "Challenge New Energy", pero ello conllevaba cumplir algunos requisitos un tanto injustos para este camión acostumbrado a asistir a quienes sufren en carrera. 

Tendrían que salir los últimos cada jornada, 15 minutos después de cada participante, y estarían obligados a dejar de ayudar a cualquier competidor que encontraran parado, a riesgo de que éste fuese descalificado.

El KH-7 Epsilon aceptó las condiciones y siguió adelante, aun teniendo que correr en muchas de las etapas de noche y con las pistas destrozadas. Ello, sin embargo, no impidió que Juvanteny-Criado-Ballbé disfrutaran del Dakar 2023 ni que pusieran a prueba la innovadora mecánica de su camión. 

Y, ojo, aunque tenían prohibido asistir a los vehículos de la carrera, ¡la organización sí les pidió ayuda! “En plena etapa (10) nos llamaron desde dirección de carrera para solicitar que ayudáramos a un coche de organización en apuros. Al no ser participante pudimos acudir en su auxilio y, tras 40 minutos, lo conseguimos llevar a un lugar seguro", resume a modo de anécdota Ballbé. 

"En el enlace de camino al vivac volvieron a llamarnos para echar una mano en otro incidente, en este caso una participante que tuvo un accidente de tráfico con otro vehículo local", añadió.

Camión hidrógeno Dakar KH-7

La carrera del KH-7 Epsilon Team se complicó en su fase final, debido a un vuelco en las dunas de la Etapa 12, en pleno Empty Quarter. Esto les obligó a pasar dos noches en pleno desierto, puesto que tuvieron que esperar la llegada de hasta cuatro vehículos de la organización que participaron en su rescate.

Pero el esfuerzo tuvo su recompensa, puesto que el camión del KH-7 Epsilon Team pudo completar la última etapa, con final en Dammam, donde se ha situado la meta del Dakar este año. 

A pesar de los contratiempos, el KH-7 Epsilon Team y todos sus integrantes, en especial Criado, Juvanteny y Ballbé, puede estar felices y satisfechos no solo por haber hecho historia con el primer camión impulsado por hidrógeno de la historia del Dakar, sino por haber superado las dificultades que se han encontrado incluso desde antes de comenzar la carrera.

“Nuestro primer reto era demostrar que una motorización híbrida de gasóleo e hidrógeno era viable, algo que hemos conseguido, en primer lugar, tras mucho trabajo técnico y de despachos previo al mes de diciembre, y, posteriormente, en carrera, donde los resultados nos permiten hablar de un éxito rotundo”, explicó Ballbé.

Juvanteny aseguró: “La primera conclusión es que el hidrógeno es completamente viable para el Dakar, algo que hemos demostrado a nivel prestacional y también de seguridad, como evidencia que, a pesar de haber volcado, el sistema sigue intacto y hemos podido agotar el depósito de hidrógeno en el tramo por carretera hasta Dammam”.

José Luis Criado añadió: “Nuestra historia en estas dos semanas confirma que un Dakar más limpio es posible. Volvemos a casa felices por nuestra condición de pioneros en la introducción del hidrógeno en la carrera”.

Después de la aventura vivida este año, muy probablemente el trío del KH-7 Epsilon Team ya esté haciendo planes para el año que viene... ¡Se lo pongan fácil o no, seguro que vuelven a dar el máximo!

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