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La batería de grafeno de la NASA, ¿el futuro del coche eléctrico?

Batería grafeno NASA

Desde su nacimiento el coche eléctrico ha tenido que brear con todo tipo de obstáculos: precio, peso, autonomía, infraestructura de recarga, etc. En la mayoría de los campos se está avanzando en la buena dirección, pero siguiendo un progreso lento. En pocos de ellos parece haber algo que pueda suponer un avance radical, ¿lo será la batería de grafeno de la NASA?

La organización estadounidense lleva tiempo trabajando en este proyecto, que tiene como objetivo crear una pila en estado sólido, que emplea grafeno y será mucho más potente, ligera y segura que las actuales. Parece que han dado con la tecla, vamos a analizar en qué consiste y que supone para el mundo de la automoción.

¿Qué es la batería de grafeno de la NASA?

SABERS (por el inglés “Unidad de Baterías de Arquitectura de Estado Sólido para Mayor Recarga y Seguridad”) es el nombre de este proyecto, que en su origen se concibió para mejorar las baterías actuales, que presentan ciertos problemas como su elevado peso, su degradación con los ciclos de recarga o su inflamabilidad.

Respecto a lo primero, presenta un diseño mucho más sencillo, en forma de una pila bipolar, con células empaquetadas y un diseño de capa sobre capa. Esto hace que sea mucho más difícil que se dañen.

 

En cuanto a lo segundo, un aspecto clave para conseguirlo es que no tienen ningún líquido que se recaliente y pueda prender, son completamente sólidas. Además, cuando funcionan, operan a una temperatura menor, de no más de 150 grados, lo que ayuda a este fin, y, como no necesitan tanta refrigeración, son más compactas y ligeras.

La clave de este nuevo tipo de batería está en su estructura:

  • Un ánodo hecho de metal de litio
  • Un cátodo de azufre y selenio organizado en torno a una malla de grafeno
  • Un electrolito intermedio en estado completamente sólido

Vale, pero, ¿y esto que significa? En resumidas cuentas, permite reducir el peso de la batería y aumentar su densidad energética, es decir, pilas más ligeras y que suministran una mayor cantidad de electricidad.

En palabras de Rocco Viggiano, investigador jefe del departamento de investigación de SABERS: “Este diseño no sólo elimina entre el 30 y el 40 por ciento del peso de la batería, sino que también nos permite duplicar o incluso triplicar la energía que puede almacenar, superando con creces las capacidades de las baterías de iones de litio actuales”. 

¿Qué implica este avance para el mundo de la automoción?

El desarrollo de la NASA está enfocado a la aviación y el desarrollo ha llegado a un punto en que consideran viable utilizar este tipo de baterías para que los usen aviones que lleven a cabo recorridos de media distancia.

Por todo lo mencionado, se trata de una novedad que puede mejorar de manera considerable el estado de los coches eléctricos por dos vías: aligerar mucho su peso y conseguir que tengan autonomías enormes.

El primer enfoque pasaría por, dada la mayor densidad energética de estas baterías, instalar pilas de tamaño y peso mucho más contenido, que ocuparían menos espacio en los vehículos (liberando espacio para, por ejemplo, más carga) y harían que fueran más ligeros, por lo que su consumo energético además sería menor.

El segundo sería el de mantener baterías del mismo tamaño que las actuales pero que, gracias a esa capacidad de almacenaje dos y hasta tres veces más grande, haría que los vehículos de cero emisiones pudieran triplicar su rango de acción.

Pero, ¿es una solución inmediata?

A priori no. No es la primera vez que se trabaja en este campo, pero quienes vinieron antes de la NASA encontraron escollos que hicieron creer que, por lo menos durante la próxima década, las baterías de ion litio actuales seguirán siendo las protagonistas.

Sin embargo, el anuncio de la NASA también hace pensar que es posible que estén más avanzados de lo que cabría esperar y que se hagan realidad antes de lo esperado.

Etiquetas: batería

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