Es cierto que la conducción autónoma está todavía, como quien dice, ‘en pañales’ y que debido a accidentes y a la ausencia de una legislación común, su implementación en la sociedad es algo que hay que llevar a cabo con calma. Pero quizá en Noruega se lo hayan tomado demasiado al pie de la letra, y es que han establecido la velocidad máxima a la que pueden ir los autobuses autónomos en 12 km/h.

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Suena a broma pero no. Suponemos que para evitar incidentes, el gobierno noruego ha puesto un gran número de restricciones a este tipo de vehículos. La de la velocidad es quizá la más llamativa (recordemos que dispositivos de velocidad personal como un Segway pueden alcanzar hasta 15 km/h de ‘punta’), pero no queda ahí la cosa: el servicio de autobuses tendrá que contar con conductores de seguridad, lo que es más común, y además, cada autobús solo podrá llevar seis pasajeros a la vez.

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Esto último tampoco tiene mucho sentido porque aunque no hablamos de un autobús de línea al uso, que puede acomodar a varias decenas de personas, el modelo que se va a emplear, el EasyMile EZ10 bus, si que tiene capacidad para 15 pasajeros, además de una velocidad máxima de 45 km/h que, aunque no sea un prodigio, por lo menos no hace que ir andando sea una alternativa tan clara a coger el bus.

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Prueba: nos subimos al autobús autónomo de Mercedes (12 imágenes)

A pesar de las trabas que se ha puesto desde la administración, el proyecto sigue adelante y comenzará a ser funcional en el próximo mes de junio. Es de esperar que si las primeras pruebas van bien el gobierno levante la mano, porque obligado a ir tan lento y con tan poco volumen de pasajeros, sino el servicio está abocado al fracaso.