Audi activesphere, nos subimos al coche que se conducirá en 2040

El futuro de Audi pasa por cuatro prototipos que confirman la familia Sphere. El primero se llamaba Audi skysphere, tenia forma de roadster y lo vimos en 2021. Ahora, casi dos años después, nos hemos subido al cuarto y último capítulo de la saga, el Audi activesphere, que se presenta con un crossover eléctrico con 600 kilómetros de autonomía y una versatilidad tal que se puede convertir hasta en pick up. 

Cámaras fuera. Tenemos la oportunidad casi exclusiva de conocer dos semanas antes de su presentación oficial cómo es el activesphere y por eso a nuestra llegada a unos estudios de cine de de Munich donde se oculta el prototipo en secreto las cámaras de nuestro móvil son tapadas por los responsables de la marca.

Cinco metros de largo y más de dos de ancho

Al cruzar la puerta y tras un enorme telón aparece el activesphere en todo su esplendor, un concept car de cinco metros de largo y 2,07 metros de ancho. Impresiona verlo por fuera por esas medidas y por un diseño realmente rompedor, protagonizado por el nuevo lenguaje de formas que Mark Lichte, el jefe de Diseño de Audi, quiere imponer en la marca de los cuatro aros.

Llaman especialmente la atención las llantas de 22 pulgadas con las que viene calzado, que además de un diseño espectacular se abren o cierran en función del tipo de superficie por la que avance el coche, para mejorar la aerodinámica cuando circula sobre asfalto o ser mas eficaces cuando se sale de los negro. La primera muestra de una de sus grandes virtudes: la versatilidad. Veremos después algunas más.

Porque la zaga del Activesphere es capaz de transformar su curvada línea coupé (en esta vista recuerda un poco al Porsche 911) en una práctica bandeja tipo pick up en cuestión de segundos. En esta configuración puede transportar tres bicicletas de pie o un juego de esquíes y además a través de una trampilla vertical aísla la zona de carga de los respaldos traseros.

Es una muestra más de la visión con la que ha sido creado, la de ser el coche ideal para aquellos que quieren conducir en el día a día y a la vez practicar sus actividades deportivas favoritas. Pero además va un paso más allá, porque su minimalista interior se puede utilizar de dos maneras totalmente distintas: ser transportado de un lugar a otro gracias a su nivel 4 de conducción autónoma o ser conducido a través de un volante que emerge del salpicadero. 

Sin cuadros de mandos, pero con gafas 3D

Olvídate de las tradicionales pantallas y cuadro de relojes, pues toda esa información se controla desde unas gafas de realidad 3D. Con ellas puestas aparece ante ti un mundo de posibilidades a nivel de mapas, selectores de calefacción, modos o información sobre la carretera que estás transitando. 

Y no solo eso, se pueden usar fuera del coche, por ejemplo montando en bici para usar toda esa información del recorrido que tienes por delante. Una muestra más de la filosofía con la que ha sido diseñado este concepto, la de aunar y prolongar el uso del coche y la práctica de tu deporte favorito.

Es un coche que va un paso más allá, uno de los prototipos más avanzados y arriesgados que he conocido. Por eso y por los tiempos que corren, su propulsión no podría ser otra que eléctrica. Este activesphere, además, es uno de los primeros que se beneficia de la nueva plataforma para coches eléctricos desarrollada entre Audi y Porsche y que se denomina PPE.

Será la que utilicen los próximos lanzamientos eléctricas de la marca de los aros y se beneficia de notables ventajas y soluciones de vanguardia. Por ejemplo, gracias a su mayor potencia de carga es capaz de ofrecer 300 kilómetros de autonomía solo con 10 minutos enchufado. Así se puede asumir cualquier tipo de viaje (siempre que haya cargadores de esa potencia).

Con un motor eléctrico de casi 450 caballos de potencia

O disponer del 80% de la batería llena con solo 25 minutos conectado a la red. En cifras, el motor eléctrico de este prototipo entrega 442 caballos y alcanza una autonomía máxima de 600 kilómetros. Esta plataforma es la que empezarán a usar los próximos coches eléctricos de la marca alemana y supone un avance sustancial.

Es obvio que este prototipo nunca pisará las carreteras ni se pondrá a la venta, pero sí que veremos en futuros modelos de Audi algunos elementos de diseño, por ejemplo el logo con los aros planos o las formas de las ópticas delanteras que cada vez son más rasgadas y alargadas hacia los laterales del coche.

Lo que está claro es que el futuro del automóvil va a giar en torno a tres directrices: propulsión eléctrica, conducción cada vez más autónoma y coches que cada vez sean más versátiles. Modelos donde sea tan importante la experiencia al volante como la experiencia a bordo y la posibilidad de continuar tu vida dentro de él. Todo eso lo cumple de sobra este activesphere.