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Así es el Circuito de Assen: GP de Holanda 2015

Así es el Circuito de Assen: GP de Holanda 2015

Diego de Arístegui

La parroquia mundialista llega a la Catedral del Motociclismo con motivo del Gran Premio de Holanda. Un circuito repleto de historia y de grandes emociones. Así es el Circuito de Assen: GP de Holanda 2015.

Tras la tensión vivida en el GP de Catalunya 2015, el Mundial de MotoGP llega al trazado con más historia de todo el calendario mundialista, el Circuito de Assen. El trazado holandés lleva albergando carreras desde hace muchísimos años, siendo una de las carreras más especiales de todo el certamen. Nosotros vamos a contarte un poco más acerca de este trazado. Así es el Circuito de Assen: GP de Holanda 2015.

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Assen se inauguró en el año 1955, y originalmente tenía unas dimensiones de 7.705 metros. Mucho ha cambiado desde entonces, de hecho el circuito no se parece en nada al que fue en su momento. Su antigüedad le ha obligado a reformarse en muchas ocasiones, pero todas las modificaciones se han hecho con mucho sentido y han ayudado a que la pista holandesa siga incrementando su leyenda. 

La recta de meta es bastante corta, y apenas supera los 400 metros de longitud, aunque la salida de la última curva puede ayudar a los rebufos para conseguir el adelantamiento en la primera curva, que es bastante complicada y está un poco bacheada. Las curvas 2 y 3 vienen de manera consecutiva, siendo en la primera donde los pilotos frenan para prepararse la siguiente, más cerrada y donde se necesita mucho apoyo de la rueda delantera. Mismo cometido para la curva 4 que se hace prácticamente sin frenar porque todo el peso del freno se produce en la número 5, un gran ángulo de izquierdas donde es fundamental salir bien y en el momento justo. Es muy común ver en este punto los famosos high-sides. 

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Tras superar este escollo nos metemos en la recta de atrás, de 487 metros de longitud que desemboca en la curva 6, muy rápida y que de nuevo sirve de apoyo para la 7. La 8 y la 9 son curvas muy similares, ya que ambas vienen de pequeñas rectas en las que el piloto cambia la moto de dirección para poder afrontar con garantías el próximo desafío. Por su parte, las curvas 10 y 11 son dos enlazadas en las que los pilotos juegan mucho con la inclinación para poder salir lo más rápido posible y enfrentarse a la última parte del circuito. 

El último sector sin duda que es el más espectacular de todo el circuito. Cuatro curvas rapidísimas, dos a derechas y otras dos a izquierdas, sirven para ver qué piloto es el más valiente y el más conservador. Tras superarlas llegamos a la chicane de recta de meta, un punto candente donde los haya porque siempre se producen grandes adelantamientos que deciden carreras, como errores de bulto que suelen saldarse con toques y caídas. 

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