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5 Trucos para conducir sobre hielo con un Audi RS 4 (y que además sea divertido)

Trucos para conducir en hielo

Estoy en Finlandia, muy al norte, dentro del Círculo Polar Ártico, y me he venido hasta aquí para practicar un tipo de conducción muy especial y en condiciones extremas. Estoy a -15 grados y os quiero enseñar cómo conducir sobre hielo y que además sea divertido...

He tenido el placer y el privilegio de poder asistir a uno de los cursos sobre conducción en hielo que ofrece Audi. Es lo que ellos llaman Audi Winter Experience y tras pasar cuatro días conduciendo sobre un lago completamente helado, te voy a contar qué 5 trucos para conducir en hielo y que son imprescindibles para salir airoso y divertirte.

1- El coche

En mi caso, al ser un curso de conducción impartido por Audi, la marca de los aros no se anda con chiquitas y ofrece la posibilidad de conducir todo un Audi RS 4 Avant. ¿Qué significa eso? Pues nada más y nada menos que 450 CV de potencia extraídos de un bloque V6 de 2,9 litros que ofrece unas prestaciones de auténtico deportivo. 

Para que te hagas una idea, acelera de 0 a 100 km/h en 4,1 segundos y alcanza los 250 km/h de velocidad punta. Lo mejor de este familiar con carrocería Avant es que no desdeña ni una ápice la vida a bordo, ya que cuenta con un maletero de 495 litros que pueden llegar a ser 1.495 con los asientos traseros abatidos.

Entonces, para conducir sobre el hielo, ¿necesitas potencia? Sí y no. Obviamente, yo siempre digo que cuanto más fuerza tengas disponible debajo del pie derecho, mejor. Eso te va a permitir utilizarla cuando aparezcan situaciones que lo requieran. 

Puedes pensar que en el hielo no hace falta tanta potencia, pero te aseguro que para situaciones críticas en las que el morro del coche enfila directo hacia el talud de nieve, abrir gas y derrapar de forma instantánea puede significar salvar la situación.

El Audi RS 4 Avant ya la lleva, pero siempre es mejor contar con un coche de tracción a las cuatro ruedas a otro de dos. Eso va a suponer que la capacidad de tracción y avance siempre va a ser mucho más elevada. 

En ese sentido, el sistema Quattro de Audi te va a poner las cosas más fáciles. Entrega en condiciones normales un 60% de la fuerza en el eje trasero y un 40% delante, aunque ese porcentaje puede variar en función de la situación concreta de adherencia.

2- Mirar lejos... ¡siempre!

Parece de perogrullo, pero estamos acostumbrados a mirar cerca, justo delante del morro y eso supone que no vamos a ser capaces de adelantarnos a lo que nos va a venir. Con la moda de los SUV, con un puesto de conducción alto, esta circunstancia se casi más agravada, porque si tu vista va muy alta, tiendes a buscar el suelo rápidamente. 

¿Resultado? Cuando tengamos que realizar una maniobra, será tarde, forzaremos demasiado al coche y lo más seguro es que acabemos mal. 

Trucos para conducir en hielo

Para evitar que se nos acumule el trabajo y colocar bien el coche siempre tienes que mirar lo más lejos posible. Eso significa que tienes que buscar con la mirada la siguiente curva e incluso la siguiente. Cuando más terrenos ganes con la vista, mejor, porque te podrás anticipar a lo que tienes que hacer con el coche, ya sea girar mucho, poco frenar, etc...

3- Cambia el chip, ir de lado es divertido

Desconecta los controles, y siéntete como un piloto de rallyes. ¡Sí! Para disfrutar de la conducción en hielo hay que dominar la técnica del derrapaje y eso supone que tú y solo tú, debes llevar el coche de lado. Manos, mirada y gestión del gas. No hay más trabajo que ese. Cundo se domina no hay mayor satisfacción que la de ir de lada en cada curva con el morro totalmente apuntando hacia el interior de la curva.

Lo primero y fundamental es empezar a experimentar con las reacciones del coche. Aquí no vale con llegar a la curva, frenar, girar y acelerar. No, porque el coche, dependiendo de la velocidad, no te va a dejar hacer eso, porque no va a entrar literalmente en la curva, a no ser que vayas muy despacio. 

Trucos para conducir en hielo

Vale, entonces si no podemos girar mucho la dirección porque no tenemos suficiente grip en las ruedas delanteras, vamos a hacer que con pequeños movimientos de volante, gire la trasera haciendo que sea el coche el que gire, ayudándonos con el acelerador.

Aquí, el principal escollo con el que te encuentras es contigo mismo, ya que normalmente no te encuentras teniendo que provocar esa situación de tener que, por así decirlo, hacer derrapar el coche. Esto va a hacer que en tu cabeza se encienda una pequeña luz de alarma. La idea es terminar haciendo derrapar el coche, para poner todo el coche recto mirando hacia la salida de la curva.

Claro, esto va a hacer que en muchas ocasiones tengas que poner el coche completamente mirando hacia el interior de la curva, y claro, decirle a tu cerebro que eso no es peligroso y que sigas con el pie del acelerador a fondo, es un escollo que hay que salvar. Hay que educar a tu cerebro para superar esos momentos de muchísimas dudas. Pero bueno, para eso existen estos cursos.

4- Los frenos

Sí, hay que frenar. ¡Se puede y se debe frenar! Los sistemas ABS que montan los coches actuales te permiten pisar el freno en circunstancias con muy baja adherencia y trabajar de una forma muy eficaz para reducir la velocidad o para detenerte completamente.

Obviamente, las distancias de frenado van a ser mucho más largas, porque nunca hay que olvidarse de que estamos trabajando con hielo

Trucos para conducir en hielo

Pero, es más. El freno también sirve para cambiar de dirección y colocar el coche para afrontar la siguiente curva. Con un toque al freno podemos hacer que la trasera se descuelgue y nos ayude a tomar la curva. Así que, que se te quite de la cabeza eso de que sobre el hielo o nieve no hay que tocar el freno. 

Neumáticos, ¿clavos sí o no?

Estamos hablando de hielo, así que la respuesta es clara. ¡Clavos, sí! El número de clavos en el caso de este Audi RS 4 es de unos 240 por cada rueda y la longitud homologada es de 2 mm. ¿Funcionan fuera del hielo? 

No, y sobre todo, puede ocurrir un hecho bastante desagradable: con la ausencia del hielo y el rozamiento con el asfalto, la temperatura del neumático va a elevarse hasta el punto de que los clavos van a saltar. ¿Dónde? A toda la zona del paso de rueda, por lo que te van a romper un poco el coche... así que mucho ojo con utilizar estos neumáticos sin hielo.

Trucos para conducir en hielo

¿En nieve son útiles? Sí, pero realmente lo que agarra en nieve son las laminillas del neumático de invierno más que el clavo en sí. Los clavos son recomendables exclusivamente en superficies heladas.    

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