3 motivos para confiar en el Aston Martin de Fernando Alonso y uno para no hacerlo

El equipo Aston Martin de Fórmula 1 acaba de presentar el monoplaza con el que Fernando Alonso competirá en la que será su vigésima temporada en la categoría reina del automovilismo. A estas alturas de su carrera, con un increíble talento con el que podría ganar carreras con un buen coche, el asturiano quiere mucho más que sumar unos cuantos puntos cada prueba.

A pesar de ello, desde su salida de Ferrari hace ya mucho tiempo (¡qué lejos queda 2014!), Fernando no ha estado en posición real de conseguir podios; y de luchar por la victoria, ni hablar. Para muestra, un botón: la última data del Gran Premio de España 2013. Ni en McLaren, ni tampoco en Alpine, Alonso tuvo opciones de alcanzar la que habría sido su victoria 33.

Pero Alonso no tira la toalla, y lejos de pensar en correr en otros campeonatos - para los que cree que ya habrá tiempo más adelante - ha apostado por una nueva aventura llamada Aston Martin. El equipo que más puede invertir para ganar, no solo en el coche, sino también en empleados e instalaciones punteras, ganará antes o después, según Alonso, y estas son las razones.

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Un gran potencial económico y grandes fichajes

Las victorias en la Fórmula 1 no se pueden comprar con dinero, pero los millones sí que se pueden utilizar como medio para contar con las herramientas necesarias para conseguir los mejores resultados. El empresario Lance Stroll, una de las personas más ricas de Canadá, es un gran apasionado de la Fórmula 1 y los coches de calle.

No en vano, Stroll es dueño de la estructura ahora llamada Aston Martin F1 desde que compró Force India en 2018 para constituir Racing Point. Después, tras convertirse en el mayor accionista de Aston Martin, el canadiense convirtió su escudería en el equipo de fábrica de la icónica compañía británica. Stroll quiere ganar en la Fórmula 1, y lo va a dar todo para conseguirlo. 

Su enorme inversión en el equipo, ha permitido que Aston Martin no solo fiche a dos de los mejores pilotos de la historia reciente de la F1, como Sebastian Vettel y Fernando Alonso, sino también crear instalaciones punteras que están ahora mismo en construcción y contratar a técnicos de renombre, que en los últimos años han llevado a la victoria a equipos de la talla de Red Bull o Mercedes.

Un coche arriesgado (para bien)

El año pasado, Aston Martin fue uno de los equipos que más sufrió con las nuevas reglas técnicas. Cometieron errores muy costosos en el diseño del monoplaza y estos les llevaron a ser la novena escudería de la tabla hasta mediados de temporada, algo impensable para una estructura que en 2021 consiguió un podio y que en 2020 incluso logró una victoria.

La llegada de Dan Fallows, ex de Red Bull, lo cambió todo por completo. A mitad y finales de curso, hicieron cambios que sentaron bien al monoplaza y lograron enderezar el rumbo para finalizar en el séptimo lugar del campeonato. 

Este año, el coche es prácticamente nuevo en su totalidad. Los ingenieros - ahora Fallows sí que está al 100% al mando -, han arriesgado y han creado un coche con formas ambiciosas que 'sueña' con liderar la parte media de la parrilla, para lo que peleará con equipos como McLaren, Alfa Romeo o Alpine.

El piloto ideal para desarrollar el monoplaza

Con la llegada de Fernando Alonso, Aston Martin contará en 2023 con un piloto con nada menos que 20 años de experiencia en la categoría reina. Nadie tiene más carreras que él en la historia de la Fórmula 1. Ha corrido con motores V10, V8 y V6, en eras muy diferenciadas entre sí, y en equipos tanto de la parte más baja de la tabla (Minardi) como campeones del mundo (Ferrari, Renault, McLaren).

Alonso es conocido por dar un preciso 'feedback' a los ingenieros y también por su rápida adaptación a todo tipo de condiciones. Su experiencia será clave para desarrollar el AMR23, un monoplaza que nace con el objetivo de convertirse en la base de los que llegarán en el futuro, y con los que la escudería se marca metas más ambiciosas.

El motivo para no confiar en Aston Martin... en 2023

Ganar una décima de segundo al cronómetro puede suponer varios años de trabajo en la Fórmula 1, y en un reglamento tan restrictivo como el actual o sin un gran cambio de reglas de por medio, es  imposible hacerlo de una temporada para otra. En la última clasificación de la temporada 2022, Aston Martin se quedó a 1,1 segundos de la 'pole position', que logró Max Verstappen.

No se puede soñar con campeonatos o con arrebatar victorias a Red Bull y Mercedes de un año para otro, pero sí que se puede empezar a trabajar 'desde cero' para estar arriba en unas pocas temporadas. En la progresión será clave la nueva fábrica y el nuevo túnel del viento, que empezará a funcionar a mediados de 2024 y tendrá su efecto en 2025.

El propio Fernando Alonso decía hace unos días que confía en que Aston Martin ganará antes o después. Quizás sea cuando él ya no esté en la escudería (aunque quién se atreve a descartarlo a estas alturas), pero no hay duda de que la combinación de dinero y talento en la F1 suele tener resultados tarde o temprano.