10 coches que no te podrías pagar con el bote de Pasapalabra

Ayer tuvo lugar uno de los grandes hitos de la televisión española en los últimos tiempos. Los concursantes Rafa Castaño y Orestes lucharon por llevarse el mayor premio de la historia del concurso, que cayó en el primero. Vamos a ver los diez coches que no te podrías pagar con el bote de Pasapalabra.

2.272.000 de euros. Eso es lo que se ha llevado Rafa Castaño, tras completar la última letra del famoso rosco del concurso: “Con la Z: Escarabajo que ataca los trigales, especialmente cuando los granos son tiernos”. La respuesta del concursante fue: “zabro”. Y tras una pausa interminable, Roberto Leal gritó con un “¡Sí!”.

A esos más de 2,2 millones de euros hay que restar el 40% que se llevará Hacienda, lo que baja la cuantía a 1.363.200 euros. En cualquier caso, mucho dinero que servirá para algo más que “tapar agujeros”, como se suele decir coloquialmente.

Algo muy recurrente entre los aficionados al motor y a los coches es pensar qué coche compraríamos si ganáramos un premio tan elevado o si nos tocara la lotería. Con esa cifra, sin duda, daría para comprar algunos de los coches más caros del mercado. 

Sin embargo, hay otros coches que se quedan fuera del alcance de esos 2.272.000 millones (vamos a suponer que Hacienda no quita nada). Coches tan caros que, ni con ese dinero podrías pagar.

Coches que no podrías pagar con el bote de Pasapalabra: Pininfarina Battista Aninversario

El Battista Pininfarina Aniversario es una edición limitada a sólo cinco unidades del hiperdeportivo eléctrico italiano, un coche llamado a ser uno de los más rápidos del mundo. 

De hecho, hace poco ha vuelto a batir un récord de velocidad. Tiene un sistema de propulsión eléctrico que alcanza los 1.900 CV de potencia que le permite una capacidad de aceleración de auténtico vértigo. Su precio es de 2.6 millones de euros.

Gordon Murray T.50

Este es el heredero directo del mítico McLaren F1 de los 90, un coche construido por el mismo Gordon Murray, únicamente para disfrutar de la conducción en estado puro.

Se presenta como el último superdeportivo analógico, equipado con un impresionante V12 Cosworth de aspiración natural, con 663 CV a 12.200 rpm, cambio manual y solo 957 kg de peso. Tampoco falta la configuración del habitáculo con tres plazas. 

Su producción está limitada a sólo 100 unidades, cada una de ellas a un precio de 2,6 millones de euros. 

Aston Martin Valkyrie

Vamos con otro superdeportivo británico, aunque ya te adelantamos que no será el último. El Aston Martin Valkyrie es el coche más extremo fabricado por la casa británica, nacido del lápiz de Adrian Newey.

Sólo se construirán 150 unidades de este auténtico Fórmula 1 de carretera, con un V12 Cosworth de 6.5 litros atmosférico que alcanza las 11.000 rpm, apoyado en un motor eléctrico para alcanzar los 1.160 CV. 3 millones de euros hay que pagar para hacerse con él.

Bugatti Chiron Pur Sport

Cualquier Bugatti supera el premio de Pasapalabra, pero este es especial. La versión Pur Sport del Chiron nació para demostrar que es algo más que un caro y lujoso hypercar, capaz de superar los 400 km/h en una recta. 

Monta el mismo motor W16 de 1.500 CV, con ligado a una transmisión con relaciones un 15% más cortas para priorizar la capacidad de aceleración por encima de la velocidad punta. 

También cuenta con algunas mejoras que reducen el peso en 19 kg,con respecto al Chiron estándar. Sólo se fabrican 16 unidades a 3,2 millones de euros cada una.

Lamborghini Veneno Roadster

Lamborghini inicia este año su transición a la electrificación, pero, durante los últimos años ha estado exprimiendo las capacidades de su último V12 atmosférico puro. En 2013, para celebrar el 50 aniversario de su fundación, presentó este Lamborghini Veneno y, un año más tarde, el Roadster, uno de los coches más exclusivos que han salido de Sant’Agata Bolognese.

Monta el famoso V12 de 6.5 litros con 750 CV, capaz de pasar de 0 a 100 km/h en sólo 2,8 segundos y alcanzar los 355 km/h. Se fabricaron nueve unidades, a un precio de 3,3 millones, pero esa cifra no ha parado de subir. En 2019, se pagaron 7,6 millones de euros por una unidad.

Bugatti Bolide

Se trata de una edición especial para circuito, con aspecto de coche de Le Mans. Su producción está limitada a 40 unidades, a razón de 4 millones de euros cada una, y las entregas no llegarán hasta 2024.

El Bolide combina el motor W16 de 8.0 litros y 1.600 CV con un peso de 1.450 kg y una carrocería más trabajada en el aspecto aerodinámico para mejorar los registros en la pista.

Bugatti Mistral

El Mistral es la despedida del motor W16 que, para la ocasión, adopta una carrocería descapotable y el nombre del famoso viento de la Provenza francesa que inspiró a artistas como Van Gogh. 

Su producción está limitada a 99 ejemplares a un precio de 5 millones de euros, aunque todos están ya vendidos. Las primeras unidades se entregarán en 2024. 

Pagani Huayra Codalunga

El Codalunga representa el colofón a la gama Pagani Huayra, un espectacular hiperdeportivo creado por el departamento Pagani Grandi Complicazioni, en colaboración con los clientes de la marca, y limitado a sólo cinco unidades, a 7 millones de euros cada una.

Este Huayra destaca por su elegante carrocería de cola larga (Codalunga), inspirada en los clásicos Sport Prototipos de los años 60. Tiene un motor V12 AMG de 840 CV que, unido a su reducido peso, de 1,280 kg, y elaborada aerodinámica, ofrece unas prestaciones increíbles. 

Rolls Royce Sweptail

Decíamos antes que habría más coches británicos y aquí llegan los más caros. Primero, el Rolls Royce Sweptail, un encargo especial realizado en 2013, cuyo diseño se inspira en los Rolls-Royce de los años 20. 

El coche es también un homenaje al mundo de los yates de carreras. Basado en el Phantom Coupé, el Sewptail tiene un gran techo panorámico de cristal y, entre otros gadgets, hay un compartimento entre los asientos que esconde una botella de champán refrigerada. Costó 11,5 millones euros.

Rolls Royce Boat Tail

Y llegamos al coche nuevo más caro del mundo, también realizado por el departamento de encargos especiales. En este caso, toma como base el Rolls-Royce Phantom Drophead Coupé, con un motor V12 de 6.75 litros y 600 CV y un diseño inspirado en la náutica. 

Lo más destacado está en la zaga, donde se esconde un compartimento con todo lo necesario para hacer un pique-nique al más puro estilo rivera francesa en los años 20. Su precio es de 23 millones de euros y, hasta el momento, la marca ha construido tres unidades.