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McLaren F1: el superdeportivo concebido sobre una servilleta en un aeropuerto

McLaren F1 superdeportivo concebido sobre una servilleta

Todavía hoy sigue siendo el coche con motor atmosférico más rápido del mundo

Con más de un siglo de historia, el mundo del automovilismo está cargado de curiosidades y anécdotas. Algunas tan peculiares como la que te contamos hoy y que tiene que ver con uno de los coches más espectaculares jamás fabricados, el McLaren F1 de 1992. El primer coche de calle de la marca, un superdeportivo que fue concebido sobre una servilleta en una sala de espera del aeropuerto de Milán.

Muchas veces ocurre que los mejores inventos surgen como consecuencia de un golpe de fortuna, un giro inesperado de los acontecimientos o, como en este caso, fruto de un momento de inspiración que acabaría siendo el punto de partida de una auténtica obra de arte del automovilismo

1988. Sala de espera del aeropuerto de Milán

McLaren F1 superdeportivo concebido sobre una servilleta

La historia del McLaren F1 comienza en 1988. El mundo corría sin frenos hacia la descomposición de la Unión Soviética, tras la caída del muro de Berlín un año después. En aquella época, Ferrari presumía de su flamante F40, el deportivo que enamorada a todos los entusiastas del motor. También comenzaba a gestarse otra bestia que llegaría más tarde, el Lamborghini Diablo para sustituir al extravagante Countach.

En ese año 1988, el diseñador británico Gordon Murray se encontraba en la sala de espera del aeropuerto de Milán, tras la celebración del Gran Premio de Fórmula 1 en Monza. Durante la espera, Murray empezó a dibujar unos trazos sobre una servilleta de papel que, poco a poco, acabarían cogiendo la forma de un gran deportivo con líneas muy aerodinámica y una peculiaridad: en su interior tenía tres asientos

McLaren F1: de la servilleta a la calle 

Murray, uno de los personajes más importante del panorama automovilístico y pieza fundamental en el éxito de Brabham y McLaren en los años 70, 80 e inicios de los 90, mostró su dibujo a Ron Dennis, fundador y jefe supremo de McLaren en aquella época, así como de sus empresas derivadas: McLaren Applied Technologies y McLaren Automotive.

Dennis quedó completamente cautivado por el boceto que le había presentado Murray y le dio total libertad para trasladar el coche de la servilleta a la calle, sin límite de presupuesto. Había que batir a la referencia de los deportivos del momento, el Ferrari F40, para lo cual, era necesario construir un coche muy ligero y potente. 

De no de Honda al sí de BMW

McLaren F1 superdeportivo concebido sobre una servilleta

Murray ideó un coche que rondara la tonelada de peso y alcanzara los 550 CV. Recordemos que el F40 tenía 485 CV con un motor V8 turbo y pesaba 1.100 kg. Pero, mientras se desarrollaba el chasis, había que encontrar un motor que empujara al McLaren F1. Así que primero llamaron a la puerta de Honda, la marca que suministraba los motores en la Fórmula 1 a los monoplazas de Ayrton Senna y Alain Prost.

Pero el fabricante japonés no aceptó la propuesta, al considerar que no le compensaba realizar un esfuerzo tan grande. Luego lo intentaron con Izuzu, pero ésta no era capaz de alcanzar las exigencias de peso que pedía McLaren. Finalmente, encontraron la solución en Alemania, de la mano de BMW, cuya división M Sport había desarrollado un prototipo del M8, la versión deportiva del Serie 8, pero el proyecto acabó guardado en un cajón. No así el motor…

La mayor relación peso-potencia del mundo

McLaren F1 superdeportivo concebido sobre una servilleta

El F1 montaba un motor S70 de BMW, de 12 cilindros dispuestos en V y 6.0 litros, con doble árbol de levas y cuatro válvulas por cilindro accionadas por cadena y taqués hidráulicos. Incluía un sistema de distribución variable e inyección multipunto Bosh Motronic. La potencia total era de 627 CV enviados al eje posterior a través de una caja de cambios manual de seis relaciones con embrague de triple disco. 

Con todo esto, el primer coche de calle de McLaren alcanzaba los 100 km/h desde parado en solo 3,2 segundos y una velocidad máxima de 356 km/h. Todavía hoy, casi 30 años después, sigue siendo el coche más rápido del mundo con motor atmosférico. versiones posteriores más potentes llegaron a alcanzar los 391 km/h. Con sus 1.140 kg y 627 CV, tenía la mejor relación peso-potencia del mundo. Cabe destacar que parte del motor estaba cubierto por una capa de oro de 24 kilates para disminuir el calor que se generaba en su interior.

Victoria en Le Mans

McLaren F1 superdeportivo concebido sobre una servilleta

En cuanto al comportamiento dinámico del deportivo británico era propio de un coche de carreras. Estaba desprovisto de ayudas electrónicas, como ABS, control de tracción, dirección asistida o servofreno. Decía Murrau que “un superdeportivo debe dar miedo”. Y este era el caso. Era un coche rápido, muy rápido, no apto para cualquiera. 

Su rendimiento era tan efectivo que pronto dio el salto a la competición en diferentes pruebas, consiguiendo numerosas victorias. Pero, sin duda, la más destacada fue la victoria en la máxima categoría de Le Mans, en 1995, utilizando un McLaren F1 GTR de calle y no un prototipo. Una demostración de hasta dónde podía llegar el F1. 

Otras versiones y un total de 106 unidades

McLaren F1 superdeportivo concebido sobre una servilleta

Aparte del modelo original, McLaren realizó varias versiones del F1, todas centradas en el mundo de la competición. Por un lado, la mencionada GTR que ganó en Le Mans y, por otro, el F1 LM, inspirado en el modelo que ganó la carrera de resistencia francesa, y el F1 GT, nacido para homologar un coche en el campeonato de la FIA. Contando todas las versiones, la compañía fabricó un total de 106 unidades del McLaren F1.

La versión LM contaba con elementos aerodinámicos del GTR, pintado con el característico color naranja de los coches de carreras de McLaren y elevaba la potencia hasta los 680 CV, así como el par, hasta los 705 Nm. Incluso, el peso se rebajó hasta lo 1.062 kg. En cambio, del F1 GT nunca se conocieron las cifras exactas de sus prestaciones, pero se rumoreaba que alcanzaba los 700 CV y el peso bajaba de los 1.000 kg

Bruce McLaren, el mito neozelandés 

McLaren F1 superdeportivo concebido sobre una servilleta

No podíamos terminar este repaso a la historia del McLaren F1 sin mencionar al fundador de la marca, Bruce McLaren, una persona cuya vida fue demasiado breve, pero que nos dejó uno de los fabricantes de automóviles más increíbles del mundo. Este ingeniero y piloto nacido en Nueva Zelanda, fundó la Bruce McLaren Motor Racing con el fin de producir vehículos de competición. En Reino Unido se introdujo en la Cooper Cars, gracias a Jack Brabham y, en 1958, dio el salto a la Fórmula 1. 

Pronto empezó a ganar numerosos grandes premios, no solo en la máxima competición, sino también en categorías como Touring Cars, conduciendo modelos de Jaguar, Aston Martin o Ford y consiguiendo el podio en Le Mans en 1966. En 1964 presentó el primer modelo de competición bajo el nombre McLaren, el M1A. Sin embargo, la vida de Bruce McLaren se truncó el 2 de junio de 1970, cuando perdió la vida al estrellarse con su M6GT, un prototipo de carreras, mientras realizaba pruebas en el circuito de Goowood.

Etiquetas: Superdeportivos

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