Seis malos hábitos que llevan el coche al taller
Especial Toyota
¿Sabes que en buena parte de las averías la culpa es del conductor?
Para que te hagas una idea: el 13% de las visitas al taller se podrían evitar si los conductores pusieran más atención y mimaran más sus vehículos.
No lo decimos nosotros sino varios estudios de los que hemos recopilado los seis malos hábitos que llevan el coche al taller.
1. Error a la hora de repostar el vehículo.
Lo de echar diésel a un coche que se mueve con gasolina o al contrario es algo que sucede mucho más a menudo de lo que se suele pensar.
De hecho, de acuerdo con los datos que maneja el RACE, cada año se producen más de 50.000 respostajes erróneos, lo que se traduce en el 26% de las averías que se producen por negligencia del conductor.
“Suele ser un fallo común, especialmente cuando el usuario cuenta con dos vehículos o se utiliza un coche de empresa”, señala Miguel Pérez, socio fundador de Endado.com.
Es un error muy caro: la limpieza del depósito, los conductos y el cambio de combustible y filtros oscila en torno a los 400 euros.
En este vídeo puedes ver qué le pasa a un coche diésel le pones gasolina:
2. No hacer caso a los testigos luminosos
Se enciende una lucecita en el salpicadero pero decides que ya mirarás más tarde qué significa...
Mala decisión, esto da lugar al 20% de las visitas a los talleres.
3. No hacer las revisiones periódicas
El porcentaje de visitas al taller que se producen porque el conductor no ha hecho un correcto mantenimiento de su coche es idéntico al de las que se hacen por errar al repostar combustible: un 16%.
Dicen que el 55% de los conductores no pasa las revisiones recomendadas por los precios de los talleres.
4. Conducir de manera no adecuada
Los acelerones, frenazos, apurar las marchas... también afectan a la vida del motor. Son culpables de 13 de cada 100 visitas al taller.
5. Perder las llaves
Una mala experiencia es perder las llaves del coche y no tener una segunda copia. La solución puede ser bastante cara.
La buena noticia es que la tecnología actual de duplicado de llaves ha progresado mucho y numerosas ferreterías y cerrajerías disponen de máquinas capaces de copiar la mayoría de modelos del mercado (sobre todo las que se han especializado en coches). En la web www.copiadellaves.com puedes localizar la más cercana a tu casa y el teléfono.
Con un poco de suerte, es tan sencillo como acudir a una de ellas con la llave de repuesto y esperar unos minutos a que la duplicadora electrónica lleva a cabo la lectura. Puede suceder que para completar la descarga de datos sea necesario introducir brevemente la llave en el contacto.
El precio del duplicado de una llave sencilla suele estar entre 50 y 70 euros. Si quieres una que incluya un mando (incluso idéntico al original), tendrás que desembolsar algo más de dinero: de 90 a 160 euros.
6. Apurar el depósito de combustible hasta llegar a la reserva
Asúmelo. Por más que apures el depósito vas a tener que rellenarlo en algún momento. Hazlo antes de llegar a la reserva aunque sepas que puedas circular unos cuantos kilómetros más con el piloto encendido.
Si apuras el depósito con demasiada frecuencia la bomba de combustible empezará a quejarse. Y otro contratiempo: el fondo del depósito es donde se acumulan sedimentos e impurezas difíciles de filtrar, lo que puede provocar problemas de gripado en el motor.
Descubre más sobre Noelia López, autor/a de este artículo.
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