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Comparativa: Citroën C1/Kia Picanto/Mitsubishi Space Star

Los coches urbanos son, como dice su denominación, perfectos para circular ágilmente por ciudad y aparcar donde otros no pueden. En esta comparativa del Citroën C1, Kia Picanto y Mitsubishi Space Star descubrimos que además pueden salir a carretera sin problemas. ¿Cuál de los tres ganará?

Motorizaciones comparadas:

El tamaño no lo es todo. O sí. Pero no siempre lo mejor tiene por qué ser lo más grande. Aquí traemos a tres coches muy pequeños, perfectos para quien quiera moverse ágilmente por el tráfico urbano y hacer alguna escapada a carretera. Y con grandes virtudes interiores. Lo comprobamos enfrentándolos. Comparativa: Citroën C1/Kia Picanto/Mitsubishi Space Star

Citroën C1 

Con sus 3,47 metros, no tendrás problema en aparcarlo donde otros ni se lo plantean. Eso sí: mejor ceñirse a usarlo como un cuatro plazas. Y mejor si los de detrás no tienen piernas largas. Su interior es bastante sencillo en los acabados y su manejo no es el más intuitivo. Pero eso es lo de menos. Con su techo opcional en otro color, es un coche que despierta una sonrisa al verlo cada mañana antes de ir al trabajo. 

Aunque tiene sus limitaciones: por ejemplo, su escasa capacidad de carga, de solo 328 kilos, te hará plantearte llevarte a tus amigos al cine si no son muy delgados. Pero si no llegas a ese límite, hay que reconocer que el coche se mueve a las mil maravillas.

Y es que su motor de 82 CV, a pesar de los largos recorridos del cambio, aporta bastante alegría a la conducción. En 16 segundos ya estarás rodando a 130 km/h por autovía. Ten en cuenta que el Mitsubishi requiere cinco segundos más. 

El chasis, eso sí, encuentra sus límites bastante pronto. Sobre asfalto bacheado responde nervioso y hay que agarrar fuertemente el volante. Ok, no podemos pedir maravillas de una batalla de solo 2,34 metros. Pero eso no justifica una dirección imprecisa y poco comunicativa que empaña definitivamente el buen rendimiento del motor.

Mitsubishi Space Star

A primera vista, sobre todo frente al Citroën y el Kia, se ve demasiado soso y algo desfasado. Pero lo compensa con su practicidad para el día a día. Detrás ofrece suficiente espacio para que dos adultos vayan relajados. El maletero es el más capaz, con entre 209 y 881 litros. 

Pero falla en los acabados. Las puertas suenan en marcha, el delgado mullido d elos asientos ofrece poca sujeción lateral, los plásticos tienen un aspecto y tacto baratos. 

No tiene el estilo del Citroën C1 por dentro, pero lo compensa con otras cosas. En conectividad, por ejemplo, va un paso más allá. El Smartphone se puede sincronizar vía Bluetooth, y casi todo funciona con comandos de voz. 

El tres cilindros da bastantes alegrías. Con sus 80 CV, asegura unas prestaciones más que suficientes para salir a carretera. Pero cuando sube de vueltas pierde enseguida el empuje, y queda por detrás de sus dos rivales. 

El comportamiento podría ser mejor si no tuviera esa dirección de tacto pastoso y un chasis tan blando. Pero, sobre todo, un cambio tan sensible. Al insertar cada marcha hay que hacer bastante fuerza, y pensar muy bien dónde terminar para acertar. Nuestro consejo: pillar el punto a las revoluciones y circular relajadamente para usar el cambio lo menos posible.

Kia Picanto

Lo primero que sorprende es la garantía que ofrece a cambio de su ajustado precio: siete años, nada menos. Esto empaña un poco los generosos cinco que ofrece el Mitsubishi, y deja en evidencia a los rácanos dos años del Citroën. 

Por fuera, con 3,60 metros, mide 20 centímetros menos que el Mitsubishi, pero no por ello ofrece menos espacio dentro. Tanto delante como detrás o en el maletero, aguanta muy bien el tipo. 

Y mima a sus ocupantes con unos asientos cómodos, una instrumentación clara y unos acabados a buen nivel. El pequeño coreano da la impresión de estar media categoría por encima de sus rivales.

Lo mismo puede decirse el motor y el chasis. El único cuatro cilindros de esta comparativa tiene una respuesta más refinada con las mecánicas de tres de sus rivales, que además son bastante más ruidosos. Y hace antes el 0 a 100 km/h sin consumir mucho más: 5,6 litros frente a los 5,2 del C1 y los 5,5 del Space Star.

Conclusión

El chasis del Picanto, además, filtra mejor las irregularidades: incluso viajando con cuatro adultos por asfalto irregular es relativamente cómodo. Finalmente, su dirección es algo más comunicativa que las de sus rivales. Por todo lo dicho, en puntos, es el ganador de esta comparativa. Aunque las otras dos opciones siguen siendo una buena alternativa para quienes buscan coches de dimensiones reducidas, modernos y ágiles para moverse por ciudad.

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