Logo Autobild.es

Cara a Cara: Porsche 911 Turbo vs Audi R8 V10 Plus

¡Lo bueno empieza a 300! El Porsche 911 Turbo y el Audi R8 V10 Plus se ven las caras superan incluso los 315 km/h. Empieza un duelo trepidante donde la potencia no lo es todo, y eso que ambos rinden más de 500 CV.

Motorizaciones comparadas:

El Porsche 911 Turbo y el Audi R8 V10 Plus son dos excelentes opciones si dispones de 200.000 euros en tu cuenta bancaria. Si es el caso, lo pasarás mal para elegir cual comprarte, pero me vas a perdonar si no escribo esta comparativa pensando en ti. Seguro que tú tendrás unos motivos muy diferentes a los míos para decidirte por un Audi R8 V10 o un Porsche 911 Turbo. Permite que dirija esta prueba a ese 99,9% restante de la población, a todos esos que alucinan con estos cochazos, que sueñan con tener uno en su vida y que se conforman con saber de primera mano qué se siente al conducirlos.

Audi R8 V10 plus vs Porsche 991 Turbo

Por eso te hablo a ti. Sí, a ti. Al loco de los coches, al apasionado por las cuatro ruedas, al aficionado que no deja pasar ni una sola prueba de AUTOBILD. Y para cumplir la difícil misión de intentar que te sientas como si me acompañaras en el asiento del copiloto no se me ha ocurrido un mejor lugar que el revirado y exigente Circuito del Jarama.

Empiezo al volante del llamativo Audi R8 V10. Un coche que te sobrecoge desde el momento en que arrancas su escandaloso motor V10 de 5,2 litros. Luego te cuento cómo se las gasta este propulsor, pero deja que pise a fondo y disfrute de su sensacional chasis.

Disfrutando en la pista

Son las 8:30 de la mañana, el día es frío y el asfalto del Circuito del Jarama está más que resbaladizo. Pero eso no es un problema para el Audi R8 V10, que gracias a la tracción quattro se agarra a lo negro como si le fuera la vida en ello. Bueno, no te voy a mentir: en estas condiciones, con las pulsaciones muy arriba y abusando del pie derecho, la cosa se desmadra en más de una ocasión. Pero qué mejor sitio que un circuito para venirse arriba y comprobar de qué pasta está hecho este 'maquinón' de 201.200 euros (eso, sin extras).

Audi R8 V10 plus

El Audi R8 es un coche divertido de conducir, que te regala aceleraciones de infarto y derrapa de forma muy natural. Tanto, que parece un trasera. La verdad es que eso mola en un trazado cerrado al tráfico y con escapatorias, pero en un puerto de montaña mejor no quitar el control de estabilidad.

El sistema de tracción integral quattro reparte la fuerza mediante un embrague multidisco. En condiciones normales envía un 85% a la parte trasera y en función de la adherencia puede pasar un 30% al eje delantero. Aunque lo que más determina el comportamiento del Audi R8 V10 es el diferencial autoblocante trasero, que transfiere el par de una rueda a otra según las necesidades. Sin olvidar que monta de serie la suspensión Audi Magnetic Ride, que más que ayudarle a afinar su comportamiento es determinante para hacerlo más llevadero en el día a día y que no sea un sufrimiento conducirlo en ciudad. Algo en lo que supera claramente a su rival.

El Audi R8 que he conducido es el V10 plus, que no solo es 25 CV más potente que el V10 normal, sino que incorpora de serie mayor cantidad de materiales ligeros (sobre todo fibra de carbono, tanto en el interior como en el exterior), que le ayudan a aligerar el peso en 50 kilos. Además, trae de fábrica elementos tan deportivos como los frenos cerámicos, que en el resto de versiones te supondrían un sobreprecio de ¡11.630 euros!

Por último, deja que te comente que el habitáculo del Audi (pese a ser estrecho) es más amplio que el del Porsche. Eso sí, le falta el refinamiento del modelo de Stuttgart y, sobre todo, se nota en exceso que es un vehículo de hechuras y tecnología de hace más de un lustro. El 911 es más moderno y avanzado en lo referido a conectividad.

Cuando te bajas de un coche que te ha dejado tan buenas sensaciones parece complicado que lo superen, pero si tienes al todopoderoso Porsche 911 Turbo, la cosa siempre es muy distinta. Para establecer las primeras diferencias le pido ayuda a mi compañero Kike Ruiz. Juntos paramos los coches en la recta del Circuito del Jarama, aceleramos a fondo y comenzamos una 'drag race'. Ambos cuentan con función Launch control, así que su capacidad de aceleración desde parado es brutal. Te dejan pegado al asiento, ganan velocidad de forma pasmosa y literalmente te cortan la respiración. Pero desde los primeros instantes el Porsche 911 Turbo abre una pequeña brecha que le sirve para proclamarse vencedor. De hecho, supera al Audi R8 en prestaciones, incluso en frenada. Y eso que no tiene los frenos cerámicos.

Porscje 911 Turbo

No sabría decirte si el culpable de la extraordinaria eficacia del Porsche 911 Turbo es su clásico motor boxer biturbo de 3,8 litros, 520 CV y seis cilindros enfrentados horizontalmente o más bien la exquisita puesta a punto del chasis o su afinado sistema de tracción PTM (Porsche Traction Management), que añade el Torque Vectoring Plus y actúa como diferencial autoblocante. Bueno, sí lo sé. En el 911 Turbo todo funciona a la perfección, como un reloj suizo. La verdad es que con un reparto de pesos de 38/62% es sorprendente lo fino que va, lo bien que se sujeta en las curvas y lo neutro que se muestra al acelerar y frenar. Su estabilidad te da mucha confianza y apoyado en una dirección más que precisa, te ayuda a ir más rápido en casi cualquier terreno que con su rival. O, por lo menos, con más sensación de control.

Pero hay un detalle que todavía no te he contado y que sin duda es clave para tanta solvencia. El nuevo Porsche 911 Turbo tiene ruedas traseras direccionales, que por debajo de 80 km/h giran hasta 2,8 grados en dirección opuesta a las delanteras para pasar más rápido por curvas cerradas. Por encima de esa velocidad, rotan en la misma proporción que las delanteras para aportar más estabilidad. Además de todo esto, es un coche mucho más eficiente. Está claro que esta no es una característica clave a la hora de comprar un deportivo, pero con los tiempos que corren siempre es un dato destacable, porque es más rápido y gasta menos que el Audi R8.

Hay deportivos para fardar, para guardar en un garaje y esperar a que se hagan clásicos o para exprimirlos 'a saco' en cuanto empiezan las curvas. Y luego está el Porsche 911 Turbo, que tiene un poco de todo eso. Es un coche rápido, con un comportamiento dinámico que enamora y un saber hacer que te deja sin palabras. En este cara a cara ha demostrado que está un paso por encima del resto.

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Autobild España.