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Cara a cara: BMW 118d 'vs' Volvo V40

Compactos 'premium' que deben tener un aspecto llamativo, cuidada calidad de construcción y un nivel de confort adecuado sin perder carácter. Tanto el BMW como el Volvo incluyen estos ingredientes, pero los dos tienen personalidades muy diferentes. Aquí tienes una lucha entre un alemán y un sueco

Motorizaciones comparadas:

Si estás buscando un compacto de calidad, con consumos muy ajustados, un comportamiento adecuado y mucha calidad interior, tanto el BMW 118d como el Volvo V40 D3 deben estar entre tus candidatos de compra. ¿Por qué? En esta comparativa voy a enfrentar cara a cara a estos dos pesos pesados de la categoría.

Dos marcas con solera  en el segmento de los compactos premium. BMW y Volvo son expertos en fabricar coches con poco más de cuatro metros de longitud con una imagen deportiva y con un adecuada calidad de construcción. Solo hay que echarle un repaso a la historia de ambas marcas para comprobarlo. Podemos considerar como el primer BMW compacto al antiguo Serie 3 Compact que se presentó en 1993 y, curiosamente, usaba la suspensión trasera del BMW Serie 3 E30 de los ochenta. El sucesor natural de este coche es el BMW Serie 1 que, en esta ocasión, ya va por la segunda generación.

Buscando en la historia de Volvo, hay que remontarse a los años setenta, cuando lanzaron al mercado la Serie 300 que estaban basado en un coche de DAF. Heredaron este modelo al comprar la división de automóviles de este fabricante de camiones. Y para rematar la faena, en 1986 lanzaron al mercado un modelo tan bonito como el Volvo 480. ¡Dejemos la historia!

BMW 118d

Después de casi tres años me vuelvo a encontrar con el compacto de BMW. En aquella ocasión probé un BMW 120d con cambio automático del que tengo muy buenos recuerdos.  Curiosamente, volvemos a hacer la sesión de fotos en la misma carretera. Está claro que esto es una despedida en toda regla. Como ya sabes, el BMW Serie 1 2015 va a estrenar su restyling en pocas semanas y el BMW 118d que aparece en este reportaje comenzará a ser un coche viejo.
Si te soy sincero, debo decirte que nunca me pareció un modelo con un diseño atractivo. Correcto, algo soso, sin más que decir. El modelo nuevo estrena una imagen más deportiva y el coche ha ganado mucho carácter. Esto es justo de lo que puede presumir el Volvo V40 D3. Tiene la típica imagen de marca y ofrece un diseño nórdico que encaja muy bien en el segmento. Este compacto se presentó en 2012 y hasta finales del año que viene no hay previsto que entre al quirófano. Con el Volvo V40, los suecos consiguieron tener un producto con un comportamiento más dinámico que, además, resulta confortable. Pero no utiliza una plataforma completamente nueva. Usa la Ford C1 que usaban coches como la segunda generación del Ford Focus o el anterior Volvo S40. Sí, es cierto que los ingenieros han revisado elementos mecánicos como la dirección y la suspensión, pero te encuentras con una configuración que se estrenó en 2003 con el primer Ford Focus C-Max.

Mecánicamente muy agradables

Mecánicamente, lo que más me ha gustado ha sido su motor. Hay pocos fabricantes que se atrevan a seguir desarrollando las mecánicas de cinco cilindros en línea. Este tipo de configuraciones tiene una gran ventaja: un funcionamiento muy suave. Además, ofrecen un sonido muy particular. Para muchos, el ruido que producía el Mercedes 300d W123 con enorme bloque diésel de 3,0 litros era pura melodía. Aunque no se pueden comparar los niveles de rumorosidad, lo cierto es que, de  vez en cuando, me hace recordar el ruido del Mercedes.

Volvo V40 d3

Con este motor, el Volvo D3 rinde 150 CV de potencia y su capacidad de empuje es destacable, ya que ofrece 350 Nm de par máximo a 1.500 rpm (el BMW brinda 320 Nm a 1.750 rpm). Como te he comentado antes, su funcionamiento es una delicia y solo presenta algunas vibraciones al ralentí. Este diésel transmite su potencia al suelo a través de una caja de cambios automática de seis velocidades. Está diseñada y construida por el fabricante japonés Aisin y es una transmisión muy veterana que ha demostrado su fiabilidad y que la llevaban coches como el Peugeot 607, Renault Espace o las primeras unidades del Range Rover Evoque. Su funcionamiento es correcto y realiza los cambios son eficiencia, pero está lejos de las transmisiones de última hornada como el ZF de nueve velocidades.

Como suele ser habitual, la mecánica del BMW 118d está a otro nivel. Para empezar, su caja de cambios automática es de ocho velocidades. Eso sí, su típico motor diésel de cuatro cilindros no tiene tanta personalidad como el del Volvo, pero en la práctica corre más y consume menos combustible. Te comparo las cifras: de 0 a 100 km/h en 8,8 segundos (frente a los 9,4 de su rival) con un consumo medio real de 5,4 l/100 km contra los 6,2 del V40. Es evidente que en eficiencia el ganador sea el BMW.

Lo mismo sucede con el comportamiento. El BMW 118d puede alardear de tener una de las mejores puestas a punto del segmento y pocos coches ofrecen tanto dinamismo. Sobre todo si viene equipado con el paquete deportivo M (3.354 euros) que ofrece una suspensión más enérgica, pero sin ser molesta (como sucedía en la anterior generación del BMW Serie 1).

Aunque el BMW tiene un precio de venta 1.676 euros más costoso, su mejor calidad de realización, mecánica, ecología y dinámica le han servido para imponerse al Volvo V40. Puede despedirse con la cabeza bien alta.

Conclusión

BMW vuelve a demostrar que en dinamismo y en capacidad para divertir a su conductor tiene muy pocos rivales. Es cierto que el V40 ya no es un coche aburrido como los veteranos Volvo, pero siendo justos hay que reconocer que no está al nivel del coche bávaro. Eso sí, el diseño del modelo sueco es muy original y es más personal que el Serie 1.

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