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Prueba retro: Seat Málaga Injection, el gran olvidado

Cuando los Agnelli, los los grandes mandamases del 'emporio' Fiat, vieron la cifra de 17.000 millones que debía Seat solo en concepto de intereses, probablemente se les cortó la digestión del desayuno. Sin embargo, la compañía española fue capaz de sobrevivir luego en solitario gracias, entre otros, al protagonista de esta prueba retro que te traemos hoy: el Seat Málaga Injection, el gran olvidado.

Y es que en el año 1980 la situación de la Sociedad Española de Automóviles de Turismo (SEAT) era más que delicada. Tras décadas con papá Estado velando por que las cuentas cuadrasen por el artículo 33, lo cierto es que a finales de los 70 y principios de los 80 la situación era..., digamos, complicadilla.

Tanto, que el grupo Fiat decidió salirse de Seat. Eso sí, a cambio de desaparecer de su accionariado, permitía a la marca española utilizar sus modelos para desarrollar nuevos coches. Así aparecieron el Seat Fura, el Seat Ronda, el Seat Ibiza... y el Seat Málaga. Probablemente esta berlina de tres volúmenes no está dentro de tu lista de coches que quieres tener algún día. 

Pero afortunadamente existen frikis como Antonio, el propietario de este flamante Seat Málaga Injection. Créeme que cuando digo flamante es eso: fla-man-te. Lo pienso mientras lo veo acercarse. La pintura de su vehículo brilla bajo este sol; el motor ronronea como solo los coches viejos lo saben hacer. 

No te pierdas la increíble historia del 'Rey de los Seat Málaga'

Esta berlina de tres volúmenes apareció en 1984 y utilizaba la plataforma del Fiat Ritmo en virtud del acuerdo que te comentaba antes entre Fiat y Seat. Pero, además, tiene raíces en otro modelo ilustre en Martorell: el Seat Ibiza. Descartado como proyecto de Golf por Volkswagen, este modelo compacto llegó a Seat para salvarla de la crisis.

El interior ofrece unas líneas claras y sencillas que apenas cambiaron en su vida comercial.
El interior ofrece unas líneas claras y sencillas que apenas cambiaron en su vida comercial.

Tenía como nombre de proyecto S1, mientras el Málaga fue bautizado como S2. El exterior lo firmó Italdesign con el lápiz de Giugiaro, que hizo un buen trabajo dadas las condiciones del encargo: debido a que los costes de producción no podían dispararse, añadieron el tercer volumen, lo que, según el propio carrocero, "era una solución muy coherente".

Bajo el capó hay un elemento que en su día se utilizó mucho como reclamo: ¡los motores System Porsche! Surgieron de una colaboración entre la marca española y la de Stuttgart: desde luego no se me ocurre unos compañeros de viaje más antagónicos (bueno, quizá, la que luego firmarían Tata y Jaguar-Land Rover). 

Ya a mediados de los años 80 empezaba a extenderse las ruedas de repuesto 'tipo galleta'. Aquí tiene la medida real.
Ya a mediados de los años 80 empezaba a extenderse las ruedas de repuesto 'tipo galleta'. Aquí tiene la medida real.

Sin duda, de lo mejorcito que ha fabricado Seat: robustos, fiables... Hace poco un amigo me contaba que su padre tuvo la versión 1.5 GLX ¡y que se le rompía todo salvo el motor! El modelo que ves en las fotos es un Málaga Injection. Se trata de un acabado más dentro de la gama (acompañaba a los L, LX y GLX) y, según la publicidad de la época, ofrecía prestaciones de deportivo sin renunciar al confort

Su llegada fue un paso más allá en la política de saneamiento de la marca: recibió un moderno sistema de inyección electrónica que era ni más ni menos que el mismo que montaba el Volkswagen Golf GTI: el Bosch LE Jetronic. En este caso sustituía al anterior sistema de alimentación con carburadores Pierburg y con esto su potencia subía hasta unos llamativos 100 CV. 

No había tantos modelos equivalentes con esa cifra de potencia y los ingenieros habían limitado la cifra final para apuntalar la fiabilidad: en aquella época se hablaba de que podría llegar fácilmente a los 110 CV. Se me dibuja una sonrisilla cuando Antonio me abre las puertas de su pequeño y no lo pienso dos veces: me siento al volante, giro la llave y en un instante el 1.5 cobra vida. 

Seat Málaga Injection

El coche está bien hecho: todos los paneles acoplan bien y los plásticos no han perdido su forma. Reconozco que me esperaba algo más... digamos low cost, pero, sin duda, he conducido modelos más modernos que han envejecido peor. El Seat Málaga tenía algunos detalles que hoy día no son tan habituales. 

Por poner algunos ejemplos, la banqueta trasera contaba con reposabrazos en muchas versiones; además, las plazas traseras tenían una salida de aireación central. Si tenía aire acondicionado, el interruptor se colocaba a la izquierda del reloj En marcha puede verse las caras con el tráfico actual sin esfuerzo (echa un vistazo a la galería de fotos superior). 

Prefiero no pisar a fondo ni subirlo de revoluciones innecesariamente y es alegre en cualquier relación, pero la quinta es corta: poco más de 30 km/h por cada 1.000 RPM, lo que supone rondar las 4.000 rpm a 120. Quizá un desarrollo un poco más largo le hubiera ayudado a contener algo más el consumo. Seat puso el mismo grupo final de las versiones con motor 1.2 por motivos técnicos. 

Todo un 'señor alerón'... más estético que práctico.
Todo un 'señor alerón'... más estético que práctico.

Tras bajarme del coche, no puedo evitar pensar que apenas unas horas antes, si alguien me hubiera dicho que el Seat Málaga era un coche molón, me habría carcajeado delante de él sin ningún tipo de pudor. Y ahora que veo a Antonio alejarse, pienso que quizá podría encontrar uno en buen estado por Internet...

El GLX, el lujoso

El Seat Málaga se tenía que 'dar de tortas' con modelos como el Renault 9 o el Volkswagen Jetta. Por eso en 1989 llegó el momento de cambiar: en el exterior apareció una nueva parrilla frontal, llantas... En el interior se actualizó el equipamiento: toda la gama recibía el del GLX, que era el tope de gama hasta entonces... 

Publicidad del Seat Málaga GLX.
Publicidad del Seat Málaga GLX.

...Además de un tablero de instrumentos nuevo con palancas para los intermitentes y los limpiaparabrisas. Había también algunas versiones que contaban con aire acondicionado de serie. Aquí tienes una página de publicidad de la época en la que te ofrecían comprar un Málaga... ¡y no empezar a pagarlo hasta 1990! 

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