Ducati tiene un gran problema con Iannone y Dovizioso
Diego de Arístegui
Ducati tiene un gran problema con Iannone y Dovizioso. Ayer, durante la Carrera MotoGP Le Mans 2016, volvió a quedar demostrado que ninguno de los dos pilotos está dando garantías suficientes a la marca italiana en este comienzo de temporada. Los dos pilotos se fueron al suelo y terminaron con 0 puntos en su casillero.
Independientemente de las declaraciones de Iannone, en las que señaló que "estaba en disposición de ganar la carrera", algo difícil de creer porque el ritmo mostrado por Jorge Lorenzo ayer fue sencillamente espectacular, la actuación de Ducati en Europa está siendo catastrófica, algo que lo único que provoca es que todo el equipo llegue con un extra de presión a la carrera de casa en Mugello, que tendrá lugar dentro de dos semanas.
Si ahí Ducati no consigue un buen resultado (como mínimo un podio), las dudas y los fantasmas empezarán a aparecer de forma evidente. A todo esto, el futuro compañero de Jorge Lorenzo la próxima temporada saldrá de este dúo con tan poca consistencia. Ducati afirmó que tomará la decisión antes del Gran Premio de Catalunya, aunque a día de hoy a cualquiera se nos antoja difícil decantarnos por uno u otro de la pobre imagen que están dando en pista.
De 125 puntos posibles, Iannone tan sólo ha sumado 25 y Dovizioso 23, una cantidad muy pobre teniendo en cuenta el material oficial del que disponen. Otros dos pilotos Ducati como Héctor Barberá y Eugene Laverty, ambos con una montura del año 2014, están por delante de los dos pilotos oficiales con 39 y 33 puntos respectivamente. Ambos están dando ejemplo en materia de finalizar carreras y de ser regulares fin de semana tras fin de semana. Quizás deberían aprender algo de ellos los dos Andreas.
La falta de regularidad en Ducati también se deja ver en la clasificación por equipos, donde marchan quintos superados también por Suzuki y una formación satélite como el Monster Tech3 Yamaha. La posición de la formación italiana debería ser la tercera plaza, pero el exceso de ímpetu de sus dos pilotos hace que la situación sea diferente.
El pasado año, Ducati logró una meritoria segunda posición con Andrea Iannone cuando todavía contaban con algunas ventajas en el reglamento. Es su circuito, donde más entrenan y donde la larga recta de meta les debería favorecer tanto como sucedió en Qatar. Si en Italia, ante los ducatistas, sus dos pilotos vuelven a fallar, el desastre puede ser mayúsculo. A día de hoy, ninguno de los dos merece ser el compañero de Jorge Lorenzo en 2016. Les toca espabilar.
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