30 años de historia del Renault Clio: un éxito redondo

Mira la foto principal de este Renault. Tan cuidado y limpito parece otro coche, ¿verdad? No te culpo. Ni de eso ni de que te frotes los ojos, gel hidroalcohólico mediante, cuando has leído que celebramos los 30 años de historia del Renault Clio: un éxito redondo y redondeado.

Y es que sí, el Renault Clio ya es un clásico de pleno derecho. Porque a este utilitario tan popular le han sentado bien los años. Se sigue viendo por todas partes y en toda clase de versiones. Es el típico ejemplo de modelo que se cambiaba por aburrimiento (o Plan Renove mediante) más que por necesidad...

Y aunque las versiones más comunes no lleguen quizás a revalorizarse nunca, el primer Clio nació sobradamente preparado para tomar el relevo del Renault 5 Supercinco y con aires de grandeza. 

Este joven respondón prometía mantener el espíritu que había hecho enorme al utilitario francés –y tan arraigado en España–, pero su mirada (menos inocentona que la de cualquier R5) apuntaba maneras: iba a ser todo un rebelde con causa dentro y fuera de una marca que vivía un momento de grandes transformaciones internas y proyección internacional, que cambiaría hasta su propio logotipo (del rombo de 2D a rayas al tridimensional cromado).

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Tras el primer Espace, el Clio ponía fin definitivo a la tradición numérica  de sus nombres comerciales. Y así, pronto aparecería el revolucionario Renault Twingo (para llenar el hueco en la gama de acceso que dejaban el propio R5 y el R4 'Cuatrolatas'  –salvando todas las distancias–.

Por encima, los R9/11 y R19 daban paso al primer y polifacético Renault Mégane (en carrocerías de dos, tres, cuatro, cinco puertas, Coupé y monovolumen -con el apellido Scénic-); y en el catálogo, los R21 y R25 dejaban sitio al Laguna, al Safrane y a los estrambóticos deportivos Renault Spider y Alpine A610.

Un coche muy bien hecho  

En comparación con los modelos de entonces que ofrecían muchos competidores, el primer Clio era un coche muy bien hecho, que bajo sus agradables líneas redondeadas (¡bienvenidos a los 90, chicos!), transmitía robustez desde que abrías las puertas hasta que tirabas del estárter para arrancar cualquiera de sus primeras versiones carburadas.

Ese tacto lo reforzaba un volante de nuevo diseño, un salpicadero completo e integrado –que también dejaba atrás las aristas de la década anterior– y el grueso pomo de la palanca de cambios. Y si ya lo pedías al concesionario con dirección asistida y aire acondicionado, ¡aquello era otro nivel!

Generación JASP

Pero al margen de la gran variedad mecánica, con carrocerías de cuatro y 5 puertas, muchos acabados y motorizaciones en gasolina y diésel de 48 a 147 CV, otra de las cosas que distinguió al Clio clásico como producto fue el despliegue multimedia que acompañó a la primera generación, desde su lanzamiento hasta el fin de su vida comercial, en 1998.

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Y sin duda, la campaña de Jóvenes Aunque Sobradamente Preparados (JASP) fue especialmente brillante y todavía hoy se menciona para designar a toda la generación de españoles que ahora ronda los 50 (y que fueron el primer público objetivo del modelo, en la veintena).

Estrategia '360'

Aunque algunos éramos aún adolescentes, recuerdo en primerísima persona aquellos fines de semana patrocinados por Renault en lugares como el circuito del Jarama, en Madrid.

Con entradas promocionales, podías ver la gama Clio al completo, asistir a las carreras de la Fórmula Renault  y la Copa Clio (los Clio 16 Válvulas habían sustituido a los R-5 Copa Turbo en este certamen), disfrutar de un concierto de un grupo top (digo, JASP) del momento –el de los Celtas Cortos lo recuerdo especialmente  concurrido–, jugar en simuladores Sega -que patrocinaba a Williams Renault en F1- y volver al aparcamiento lleno de bolsas, mochilas, gorras, autógrafos y demás souvenirs con los colores amarillo, negro, blanco y azul, según el año y los intereses comerciales.

De hecho, la escudería de Fórmula 1 era una de las punteras en 1990 y 1991, antes de hacerse la ama y señora del campeonato a partir de 1992 aplastando a los McLaren liderados por Senna (quién me iba a decir que escribiría esto días después de que la familia Williams vendiera el equipo por falta de liquidez y peleando a la desesperada por no ser, de nuevo, los últimos en 2020)...

Y fruto de esa colaboración y de los títulos de Pilotos y Constructores de F1 conseguidos en 1992 (Mansell) y 1993 (Prost), saldrían en 1993 y 1994 sendos Renault Clio Williams (vuelve a mirar la foto de apertura de este reportaje). Se trataba de una serie limitada en un único color azul, con llantas amarillentas y luego blancas  (por el patrocinio de Camel y Rothmans, respectivamente).  

Y la saga continuó

Después de un éxito sin precedentes y los restyling de 1994 y 96, la primera generación del Clio (que llegaron a anunciar en televisión celebridades de la época como el futbolista Iván de la Peña) recibió nuevas ópticas, la tercera luz de freno o el airbag.

Pero la verdadera revolución llegó en 1998, con una nueva y longeva generación en forma de burbuja. Fue también la caja en la que empezaron a tener cabida los nuevos propulsores diésel que se iban imponiendo en países como España. En otros mercados, se llegó a fabricar una versión sedán denominada Symbol, con cuatro puertas.

En 2005, el Clio se estiliza con motivo de su tercera generación, comparte plataforma con el Nissan Micra y apuesta por unas líneas más continuistas de lo esperado. No obstante, su salto cualitativo en seguridad, prestaciones, espacio y confort (en su gama conviven las versiones RS y Sport, además de aparecer una carrocería familiar llamada Grand Tour) le dan argumentos para repetir el galardón de Coche del Año en Europa que había obtenido con motivo del lanzamiento de la primera generación.  

En 2012, vuelve la ruptura con una cuarta generación, que sigue ahora unos patrones más parecidos al Mégane en el exterior y presume de una intensa puesta al día en infoentretenimiento y conectividad.  

Competición

Los Renault Clio 16V fueron los primeros coches de la Copa Clio. 

Compa oldie: VW Golf III vs Renault Clio 16V

¿El más espectacular? El Clio V6. Sobre la base del Clio II Fase II, emulaba al R5 Turbo, con tracción y motor traseros y 225 CV:

 Los 16 Válvulas de la Copa monomarca acabaron fraguando en los Clio desarrollados por Renault Sport: RS y Sport: 

La Renault Clio Cup 2020 acaba de arrancar por el retraso obligado por la pandemia. Los pilotos ya cuentan con los coches de la última generación:

El Clio actual

Tras más de 3 millones de unidades, el utilitario de Renault celebra las tres décadas de la saga con un aspecto más atractivo, desde la plataforma modular CMF-B de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi. Más tecnología orientada a la seguridad y el confort y, por primera vez, un bloque híbrido para convivir con los gasolina, diésel (con potencias desde 72 a 130 CV).

En otras palabras, el último Clio (de la lista) supone lo mejor que tiene Renault para homenajear al pionero, con merecidos aires de grandeza  y mucho recorrido por delante. ¡Felicidades!

Todas las generaciones del Renault Clio

• 1990 Aparición en el mercado, con carrocerías de tres y cinco puertas y potencias de 47 a 147 CV. 

• 1994 y 1998 Dos 'restyling' y celebridades JASP: nuevos faros, airbag y tercera luz de freno.

• 1998 Forma de burbuja. Su frontal se dulcifica. Más motores diésel.

• 2001 Lavado de cara, nuevas versiones y motores. Sobre su base nace el Clio V6, el más radical. 

• 2005 La tercera generación comparte plataforma con el Micra. Gana en espacio y seguridad

• 2008 Grand Tour. Es la primera denominación familiar... que el Clio ya no abandonaría.

• 2012 Estética más parecida al Mégane y mayor infoentretenimiento y conectividad.

•  2019 La generación actual viene más cargada de tecnología y en nueva plataforma. Ofrece por primera vez un motor híbrido.