20 años de la tarjeta manos libres de Renault: innovación y seguridad en el bolsillo
Fue estrenada en la segunda generación del Renault Laguna
En las últimas dos décadas hemos asistido a numerosas innovaciones que han cambiado por completo el aspecto del coche moderno, como el climatizador, el navegador o la cámara de marcha atrás. Renault sorprendió al mundo con su tarjeta manos libres de la que se cumplen 20 años.
Muchos inventos han mejorado la seguridad y han contribuido a redefinir los estándares de confort. En el caso de la tarjeta manos libres de Renault, ha simplificado la vida a los conductores.
Al principio fue considerada un gadget más propio del agente 007, pero, con el tiempo, el resto de los fabricantes empezaron a adoptar su propia tarjeta manos libres. Hoy forma parte del equipamiento de serie de muchos automóviles, un pequeño objeto que ha sido una de las mayores contribuciones de la marca del rombo a la historia del automóvil.
20 años de la tarjeta manos libres de Renault
Hay que remontarse hasta el año 2001, el año que marca el comienzo de una nueva era, tras el ataque terrorista a las Torres Gemelas de Nueva York el 11-S. Renault inicia la comercialización de la segunda generación del Renault Laguna, una berlina que promete encarnar el coche moderno del siglo XXI.
Sin embargo, para sus diseñadores, el proyecto aún necesitaba un par de toques innovadores. Antes de su lanzamiento, Bernard Dumondel, jefe de Producto encargado de Laguna II, se encontraba alojado en un hotel de Luxemburgo.
Al utilizar la llave de su habitación (una tarjeta magnética), se le ocurre la siguiente pregunta: ¿por qué no sustituir la llave del coche por una tarjeta sin contacto? El concepto de la tarjeta manos libres acababa de nacer.
Dumondel presentó su idea como prototipo a su director de programa e, inmediatamente, la dirección general del Grupo se entusiasmó, incluido Louis Schweitzer, presidente y director general de Renault en aquella época. Finalmente, el proyecto fue aprobado y patentado.
De esta forma, el nuevo Renault Laguna logró el toque innovador que le faltaba y se convirtió en el primer coche de una marca generalista en equipar una tarjeta manos libres.
Seguía así la senda del R16 TX, el primer coche francés en equipar el cierre centralizado de puertas en 1973, y el Renault Fuego, pionero en 1982 equipando el mando para cerrar y abrir las puertas a distancia.
En los años siguientes, Renault la incluyó en el Espace y el Vel Satis para, posteriormente, extenderlo al resto de su gama: Clio, Mégane y Scénic.
Tecnología y accesibilidad se dan de la mano
La tarjeta manos libres de Renault esconde un sofisticado sistema electrónico detrás de su aspecto minimalista. Está programada para ‘dialogar’ de manera constante con el coche al que está asociado.
Al acercarse al vehículo, los receptores y emisores que se encuentran repartidos por todo el coche detectan la tarjeta, que emite entonces una señal de radio con un código de acceso. Si el coche reconoce el código, se desbloquean las cerraduras.
Toda esta operación no dura más de 80 milisegundos. Cuando el usuario sale del vehículo con la tarjeta, un calculador se comunica con ella a intervalos regulares para saber si sigue cerca. Cuando la tarjeta deja de responder, el calculador ordena el bloqueo de las puertas.
Un reto tremendo y un gran riesgo
Crear la tarjeta manos libres supuso un reto tremendo y asumir un gran riesgo, como confiesa Pascaline, fefa de Producto Transversal en la Dirección de Renault Group. La primera versión del sistema presentaba algunos problemas: por ejemplo, su señal podía verse alterada por el entorno como las luces de neón de un aparcamiento.
Deseosos de satisfacer a los clientes, los ingenieros y diseñadores de Renault de la época “retrabajaron el sistema al máximo para proponer una evolución aún más eficaz”, comenta Pascaline.
Algunas mejoras que se incorporaron y que supusieron un gran reto para los ingenieros de Renault fueron garantizar la estanquidad de la tarjeta manos libres, reforzar la solidez de la carcasa, esconder una llave física dentro de la tarjeta o desactivar el desbloqueo automático al acercarse desde el ordenador de a bordo.
20 años de evolución tecnológica
Durante estos 20 años de existencia de la tarjeta, la marca del rombo no ha parado de evolucionar, desde el punto de vista estético y tecnológico. En 2001, la primera tarjeta fue encargada al fabricante Valeo.
Esta primera edición, permitía al conductor cerrar y abrir el coche pulsando un botón en la superficie de la tarjeta o en el tirador de la puerta. La versión de serie se utilizaba como un mando a distancia, mientras que, opcionalmente, se ofrecía otra con función manos libres.
A bordo, la consola central incorporaba una ranura donde alojar la tarjeta y un botón ‘START’ para arrancar el motor.
En 2007, Renault pasó a la tarjeta ‘mágica’. Provisto de su tarjeta, el conductor solo tenía que coger el tirador de la puerta para desbloquear el coche. La ranura a bordo del coche desapareció.
En 2015, con l lanzamiento de la quinta generación del Renault Espace, apareció una versión renovada y más eficaz de la tarjeta manos libres, asociada a una nueva secuencia de bienvenida luminosa y sonora.
En 2019, la expresión ‘manos libres’ cobra todo su sentido: el bloqueo y desbloqueo se hacen de forma automática al acercar y alejar la tarjeta.
Ahora, con la llegada del nuevo Renault Megane E-TECH 100% eléctrico, la experiencia va más lejos. Gracias a unas antenas más eficaces, se detecta al portador de la tarjeta allá donde esté, a 360 grados alrededor del vehículo.
La secuencia de bienvenida le acompaña a medida que se acerca, mientras se despliegan los tiradores enrasados de las puertas, ocultos en la carrocería, y se desbloquea la tapa de carga de forma automática.
El smartphone: la tarjeta del futuro
La compañía francesa se ha esforzado estos últimos años para simplificar el uso de la tarjeta manos libres. La electrónica a bordo se ha optimizado, su alcance se ha ampliado y se ha mejorado su autonomía. En cuanto a la seguridad, las actualizaciones han reforzado la inviolabilidad de su sistema.
En un momento en que el smartphone parece dispuesto a sustituir a la tarjeta, Renault ha optado por convertirlo en una herramienta complementaria, sin abandonar la tarjeta manos libres.
Además, las cifras demuestran que los clientes sienten apego por este accesorio: cerca de dos vehículos Renault de cada tres que se vendieron en 2021 lo equipan.
Etiquetas: Tecnología
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