Prueba Volvo XC40 D3 R-Design, un lujo diferente

Si hay un segmento que crece en el mercado del automóvil, ese es el de los SUV. Y dentro de ellos, dos categorías se llevan la palma: los compactos y los medios. A la primera, con sus 4,43 metros de longitud, pertenece este sueco, el protagonista de la prueba del Volvo XC40 D3 R-Design. Un mundo donde habita con los Audi Q3, BMW X1 y Mercedes GLA, las tres marcas que reinan en el mundo premium. ¿Cómo se distingue este XC40? Eso lo es que vamos a descubrir.

Exclusivo con el R-Design

Para empezar, marca diferencias por fuera gracias a su acabado R-Design, que incluye de serie alerón trasero y pintura bicolor para lucir una imagen más exclusiva que el resto,. La poderosa parrilla delantera, con las formas del martillo de Thor en las ópticas (que acompañan a todos los Volvo desde el lanzamiento del XC90 en 2015) y una trasera muy sólida completan una imagen diferente a la vez que poderosa.

Por dentro la diferencia con la competencia es todavía mayor gracias a la enorme pantalla táctil tipo tablet desde donde se manejan todas las funciones de infoentretenimiento. con botón de vuelta directa al menú de inicio muy útil si no te quieres perder en un mar de funciones secundarias para iniciar una principal. El cuadro de relojes es más conservador, mientras en las plazas traseras disfrutas de la cota de altura mejor de su clase. Y el maletero, con 460 litros, está por encima de un Mercedes GLA. 

Así respira su motor D3

Bajo el capó, un motor turbodiésel de sobra conocido: el cuatro cilindros D3 con 150 CV. Aunque es el acceso a la gama diésel del XC40, con esa potencia ya se desmarca de otros rivales que abren el portfolio con variantes menos potentes que se quedan algo justas. Este D3, dotado además de un par motor de 320 Nm disponible ya desde 1.750 vueltas mueve con suficiente el conjunto, que declara en báscula 1.681 kilos de peso.

Asociado a un cambio automático de ocho velocidades y transiciones rápidas, podría pesar un poco menos (cierto), pero al noventa por ciento de sus conductores les sobrará potencia y sensación de fuerza en todo momento. Su capacidad de aceleración es contundente y recupera sobrado en caso de, por ejemplo, realizar un adelantamiento. Si fuera un punto más refinado (su naturaleza diésel se siente más en el sonido que en las vibraciones que llegan al habitáculo) sería perfecto.

¿Y cómo responde su chasis?

Dotado de un chasis que aguanta sin problemas más potencia, este Volvo se declara un confortable rodador, apoyado además en un consumo real de 5,9 l/100 km. Filtra las irregularidades de maravilla, como te decía antes disfruta de mucho espacio en las plazas traseras y ningún ocupante se quejará de incomodidades. En cambio, si vas solo y te apetece darte un homenaje de curvas, eso peso cercano a los 1.700 kilos y un tarado de suspensión más enfocado al confort provocan más balanceo del deseado. Está claro, de nuevo, que este Volvo XC40 D3 prefiere rodar y rodar.

Y lo hace con la distinción de una estética menos vista que sus rivales, con el plus de exclusividad que siempre conlleva una marca como Volvo y con una relación calidad/precio/equipamiento superior a sus rivales de Audi, Mercedes y BWW. Este XC40 D3 está disponible desde 35.564 euros, mientras que por ejemplo por un Audi Q3 de similar potencia piden 37.790 euros.