Prueba de los 150.000 km: Toyota Prius

Prius proviene del latín y significa 'previo'. De hecho, Toyota puede estar orgulloso de ser el primer fabricante en comercializar un automóvil híbrido en producción en serie desde 1997. Eso sí, no es menos cierto que Ferdinand Porsche ya había diseñado un denominado “automóvil mixto” a principios del siglo pasado, en el que el coche eléctrico y el motor de combustión eran causa común.

En Toyota, el poder de dos corazones demostró ser una combinación muy saludable desde el principio. En la prueba de larga duración de Auto Bild, el motor híbrido logró las mejores calificaciones varias veces, y nuevamente lo ha conseguido ahora en su cuarta generación. Debido a que recorridos 102.703 kilómetros el resultado obtenido certificó la excelente condición física del Prius, el maratón se amplió en otros 50.000 kilómetros; la meta y el desmontaje se han realizado una vez se alcanzaron los 150.000 kilómetros.

Cuando el eficiente Toyota (Cx 0,24) comenzó su andadura, en la redacción de nuestros colegas alemanes a fines de mayo de 2017, el comentario generalizado era: los "coches ecológicos", por naturaleza, no lo tienen fácil entre periodistas petrolheads. De modo que las primeras impresiones giraban en torno al diseño. "Si el diseñador se hiciera un hara-kiri mientras mira su propia creación, uno difícilmente podría culparlo", afirmaba un compañero en el cuaderno de viaje sobre la mezcla salvaje de cantos y líneas extrañas. Al mismo tiempo, sin embargo, también se empezaron a detectar mejoras visibles y tangibles: “Hay interiores de automóviles menos agradables. Pero también es más funcional y la sensación de calidad y los asientos ahora son buenas o, al menos, mejores”. En cualquier caso, en el Toyota Prius de cuarta generación ya no da la impresión de que “todo el presupuesto de desarrollo está en la conducción y que no hay más dinero para el resto”.

De hecho, el habitáculo y los asientos no muestran signos de uso incluso después de 150.000 kilómetros de uso intensivo.

La mayoría de los usuarios puede hacer las paces rápidamente con el cockpit futurista: mucho de lo que parece complicado al principio es solo una cuestión de acostumbrarse. La pantalla táctil altamente reflectante, que apenas se puede leer con la luz solar directa, el sistema de navegación con unos botones que a veces querrías destrozar y el freno de estacionamiento accionado con el pie, cuyo pedal, cuando se suelta, apunta directamente a la espinilla izquierda del conductor, siguen siendo una molestia.

Prueba de los 100.000 km: Honda Civic 1.5 VTEC

El equipo editorial está dividido por la combinación de motor eléctrico, motor de gasolina y transmisión automática continua (CVT). El piloto de carreras aficionado Mario Pukšec se queja del motor de combustión interna, que es muy descarado al acelerar. La dirección es demasiado artificial y la manejabilidad es poco divertida para un adicto a las curvas, tal y como se considera a sí mismo. Mario y el Prius no se han hecho amigos hasta el final. Otros escépticos juzgan que cuanto más perdonan, más a menudo lo conducen. "Ahora puedes vivir bastante bien con el Prius, incluso si no ves que conducir un automóvil sea un mal necesario que tiene que ser lo más triste posible debido a las emisiones nocivas", elogia uno en el cuaderno de viaje.

Lo de ir a tope por el carril izquierdo sigue sin ser una de las competencias del híbrido nipón. De hecho, con una potencia de 122 CV, es lo suficientemente potente como para circular sin agobios a la velocidad recomendada, aunque con una mayor rumorosidad. La baja autonomía en eléctrico recibe críticas generalizadas. El modo 'EV', que se puede activar con un botón, solo es suficiente para unos pocos kilómetros de recorrido suave en ciudad. Si no eres muy fino con el acelerador o te encuentras con cuestas pronunciadas, inmediatamente se activa el motor de combustión. "Un compromiso a medias", señala el redactor Joachim Staat y aconseja la versión PHEV, cuya batería de propulsión (más grande) se puede cargar en un wallbox. Circula en eléctrico hasta 135 km/h y tiene una autonomía de unos 50 km. 

Muchos colegas se sienten atraídos por el híbrido después de repetidos viajes de trabajo y elogian su "naturaleza desaceleradora" y la comodidad de conducción silenciosa. El motor de gasolina permanece acústicamente discreto hasta los 130 km/h. Además, comparado con un diésel prácticamente no emite óxidos de nitrógeno.

Algunos conductores incluso desarrollan la ambición de reducir el consumo de combustible lo máximo posible, lo que se puede lograr sin pasarse con el acelerador y sin convertirse en un obstáculo para el tráfico. Los diagramas de flujo de energía y de barras que se muestran en la pantalla ayudan a optimizar el estilo de conducción. Si un consumo medio de 5,7 l/100 km con una distancia total recorrida de 150.000 kilómetros es digno de honor (especialmente en vista de la alta proporción de autopistas que hay en Alemania), los colegas de países con velocidad limitada reducen el gasto a valores de alrededor de 4,0 litros, y en algunos casos incluso por debajo. Requisito previo: deslízate suavemente y usa el modo de recuperación, por ejemplo, cuesta abajo con el cambio en la posición 'B', de modo que la batería siempre tenga suficiente energía.

Prueba de larga duración: 100.000 km al volante del Mini Countryman

"La certeza de que la tecnología de Toyota siempre funciona sin problemas ya es un punto a favor", admiten incluso aquellos que nunca se calientan con el Prius. De hecho, no hay nada que criticar en lo que respecta a la durabilidad. Los componentes técnicos no muestran un desgaste apreciable durante el desmontaje. Para Marcus Constantin, experto de DEKRA, el Prius merece un elogio adicional por la durabilidad de los materiales del interior. Solo en ciertas zonas su infalible endoscopio ha detectado rastros de corrosión: pequeñas manchas marrones en una carrocería de color blanco puro de un automóvil cuya estrella ya brilla en el cielo.

Para su vigésimo cumpleaños hace cuatro años, Toyota se aseguró una constelación de 100 cuerpos celestes "en cooperación con los principales astrofísicos del mundo" y la llamó 'Prius', ¡en consonancia con la confiabilidad galáctica del pionero de la tecnología híbrida! 

Sin problemas después de 150.000 Km 

1. La batería, al menos subjetivamente, está en el mismo estado que al inicio de la prueba. La autonomía en modo EV no es generosa, pero se mantuvo inalterada.
2. Los asientos siguen teniendo buen mullido y la tapicería presenta buen aspecto. No notas las tensiones de los últimos 150.000 km de prueba de resistencia en todo el interior.
3. La transmisión está alojada en una carcasa con el generador y el motor eléctrico; el imán apenas se ha desgastado y el tren de engranajes está casi libre de desgaste.
4. Las cavidades muestran una entrada desigual de cera: en dos zonas de los bajos había un poco de corrosión inofensiva (véase foto de la derecha).
5. El eje delantero está prácticamente libre de corrosión. Todos los cojinetes y las juntas de goma están intactos y no muestran desgaste aparente.
6. El motor no muestra alteraciones, no hay anomalías en la culata o en la subestructura, los orificios de los cilindros y los pistones están en el tamaño nominal.
7. El accionamiento de la válvula funciona de manera absolutamente confiable, la holgura de la cadena de distribución apenas se nota. Todo está bien en los árboles de levas y los balancines. Las válvulas apenas muestran quemaduras.

Nos ha llamado la atención:

El accionamiento eléctrico se muestra libre de signos de desgaste

Gracias a la inyección múltiple, apenas hay carbonilla en las válvulas.

Ligera corrosión en ciertas zonas de los bajos, pero no es dramático

La transmisión por cadena no muestra anomalías incluso después de 150.000 km

El cambio automático está impecable, sin un desgaste notable

Nuestra opinión

El Prius siempre ha sido fiable. La cuarta generación continúa esta tradición y demuestra que el pionero híbrido japonés también ha mejorado en calidad más allá del placer de conducción. ¡Es un auténtico candidato a la matrícula de honor!