Prueba Skoda Kodiaq 2.0 TDI 4x4, un auténtico SUV para todo

Hemos pasado una semanas de tiempo verdaderamente invernal. Temperaturas bajo cero, Filomena repartiendo nieve a diestro y siniestro, carreteras cortadas, superficies resbalizadas... ¿qué mejor escenario para tener un SUV 4x4 y con modo nieve? Pues en él he podido realizar la prueba del Skoda Kodiaq 2.0 TDI 4x4.

Siempre nos hemos fijado en las virtudes prácticas del SUV checo, en esas soluciones simply clever donde Skoda sienta cátedra. Sin embargo, eso hace que a veces no nos centremos en otras soluciones de tecnología muy avanzada, como sus programas de conducción o su rendimiento en entornos meteorológicos complicados. Así que esta vez no te hablaré del hueco para el paraguas en la puerta...

Una prueba para el Kodiaq realmente real

Mejor mirar por la ventana y ver cómo la carretera está rodeada de nieve y, en el mejor de los casos, dispone de un estrecho carril para circular... con hielo en muchas partes. Hora de arrancar este Kodiaq y seleccionar el modo Snow (nieve) de sus cinco programas de conducción. Porque la primera prueba es subir la deslizante rampa del garaje. 

Entonces, el sistema actúa sobre la dirección, que se endurece y sobre todo el motor, con una respuesta más suave. Si a eso le añadimos la ayuda que siempre supone en estas condiciones la gestión electrónica del cambio automático DSG, el resultado es que sale del apuro sin que casi tengamos que intervenir. 

Entra el modo Off Roada

Más todavía si uso el modo Off Road, disponible solo para los Kodiaq 4x4 y cambia la configuración para operar sobre motor, tracción y suspensión para aumentar el agarre. Con estas armas, circular por carreteras semiheladas es una garantía que contribuye a definir al Kodiaq como uno de los todocaminos más polivalente que se puede comprar hoy en día.

Porque además de ese plus, este Skoda con motor 2.0 TDI 150 CV se mueve con soltura por la ciudad, donde solo su elevadas medidas (casi 4,7 metros de largo) te incomodan algún aparcamiento. Claro que eso también se traduce en una buena habitabilidad, con cinco plazas reales (incluidos tres adultos en la segunda fila) y un maletero cuyo volumen mínimo ya es de 650 litros.

¿Y cómo responde el motor del Kodiaq?

Bien acabado por dentro, con materiales de calidad (aunque por ejemplo en la consola central empieza a acusar el paso del tiempo en términos de diseño), el motor TDI suena algo más de lo debido en frío y en aceleraciones. Luego es un sensacional rutero, con consumos muy contenidos (difícil pasar de una media de 6,5 l/100 km) y la comodidad que aporta a buena gestión de los 150 caballos que hace el cambio DSG.

Confort es la mejor palabra para definir las sensaciones en el interior, no solo por el espacio que antes de comentaba sino por el buen filtrado de las irregularidades del terrreno. Además, no se 'tumba' tanto en curva como otros SUV y contiene bien los balanceos, aunque siempre se notan más al conducir con un centro de gravedad bastante elevado.

Precio del Skoda Kodiaq 2.0 TDi 4x4

Superada la prueba del nieve, otro mini punto para decir que el Skoda Kodiaq es una de las opciones más completas y polivalentes del mercado. Eso sí, con este motor, la tracción 4x4, un equipamiento de serie importante y cambio DSG, el precio se va hasta los 35.000 euros.