Primera prueba del nuevo Seat Tarraco: el hermano mayor del Ateca

Aquí tienes la primera prueba del Seat Tarraco, el nuevo SUV grande de Seat no se va a lanzar al mercado hasta principios de 2019 pero que ya he tenido la oportunidad de probarlo tanto en asfalto como por un exigente circuito todoterreno. ¿Qué me ha parecido el Tarraco? Pues que Seat ha fabricado el mejor coche de su historia y es justo el producto que necesitaba para que los clientes que buscan más espacio (y no quieren un Seat Alhambra) no se vayan a otras marcas.

VÍDEO: Seat Tarraco 2018, ya lo hemos probado

¡Pongámonos técnicos! El Seat Tarraco (batalla de 2.787 mm) está fabricado sobre la plataforma MQB (la misma que la del Seat León o VW Golf) pero, en este caso, con la variante LWB que a la que también recurren el Skoda Kodiaq (una batalla de 2.791 mm) y el VW Tiguan Allspace (2.787 mm). Estos tres coches son la punta de lanza de Grupo Volkswagen en el segmento de SUV grandes (hasta 4,7 metros de longitud) y, en un nivel superior se encuentra el VW Touareg, Audi Q7 o Porsche Cayenne. Por cierto, la carrocería del primer VW Touareg tenía una longitud de 4.754 milímetros y el Seat Tarraco 2018 mide 4.735 mm.

El Seat Tarraco tiene un habitáculo muy amplio

¡Cómo han crecido los coches en estos años! La mejor prueba la tienes en el maletero, si en el primer Touareg era de 555 litros, en el Seat Tarraco 2019 te encontrarás con un maletero que ofrece una capacidad de 700 litros (si escoges la carrocería de siete plazas) y 760 l (en el caso de la de cinco). He podido ver el maletero de la versión de siete plazas, la tercera fila de asientos se despliega y recoge de forma sencilla pero no me gusta que la parte central del maletero tiene una especie de cajón que le impide ofrecer un suelo totalmente plano. Supongo que la versión de cinco plazas no tendrá este problema pero, como no había ninguna unidad con esta configuración, no te lo puedo confirmar.

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Primera prueba del Seat Tarraco. AUTO BILD (11 imágenes)

Sí te puedo asegurar que el habitáculo del Seat Tarraco 2018 desborda calidad. Es más, se trata del Seat con mejores acabados hasta el momento. Si el Seat Ateca estaba a un gran nivel, el Tarraco lo supera. Importante: el salpicadero del Tarraco no es el mismo que el del Ateca. En el Tarraco, los plásticos de la parte superior del salpicadero tienen un tacto excelente y me ha llamado la atención lo atractiva (a la vista y al tacto) que es la tapicería de los asientos y los paneles de las puertas.

Llegará con dos motores diésel y dos de gasolina

Las primeras unidades del Seat Tarraco llegarán a los concesionarios en el primer trimestre de 2019. La gama de motores inicial va a estar compuesta por dos motores diésel de 150 y 190 CV asociado a la tracción integral 4Drive y al cambio automático DSG de siete velocidades. ¿Y en gasolina? La primera opción es el 1.5 TSI de 150 CV con tracción delantera que, sin duda, es una de las versiones más equilibradas de la gama. Si necesitas más prestaciones, existe el 2.0 TSI de 190 CV, tracción total y cambio DSG.

Durante mi toma de contacto, he tenido la oportunidad de conducir el Seat Tarraco 2.0 TDI 190 CV 4Drive DSG por un recorrido por autovía, carretera de montaña y un exigente circuito todoterreno. Por autovía me ha llamado la atención lo bien que está aislado mientras que en carretera de montaña me he encontrado con un SUV muy dinámico que oculta muy bien sus dimensiones. Es más, en el modo de conducción ‘sport’ me he encontrado con una dirección con un tacto muy firme, al estilo de la que lleva un Seat León Cupra. ¡No me lo esperaba! Pero me ha gustado mucho: me permite guiar con mucha precisión al nuevo Tarraco.

Vídeo: VW Tiguan Allspace

No puedo finalizar esta prueba sin contarte algunas cosas interesantes: el nuevo Seat Tarraco se fabrica en el mismo corazón del Grupo Volkswagen: la fábrica de Wolfsburgo. El Skoda Kodiaq se ensambla en la República Checa. Todavía no se conocen los precios definitivos del Seat Tarraco pero si el Volkswagen tiene un precio de 35.000 euros y el Skoda sale desde 26.000, lo lógico es que el coche español cueste unos 30.000 euros.