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Prueba Renault Zoe R135: para la que se avecina

Prueba Renault Zoe R135
La electrificación de los vehículos, sobre todo urbanos, avanza a pasos agigantados. Y con este horizonte, el Renault Zoe es, seguramente, una de las mejores apuestas que puedes hacer.

Y no, no hablo de la famosa y divertida serie de televisión, sino de la que se avecina en el tema de la movilidad sostenible y, sobre todo, no contaminante. Para eso este Renault Zoe entra en la lista de los coches eléctricos más recomendables. Prueba del Renault Zoe R135.

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Pero la primera decisión que deberás tomar con el Zoe es si quieres comprar el coche y también su batería o tener esta última en alquiler.  En este último supuesto, te ahorrarás unos 7.000 euros en su factura, pero la mensualidad parte desde los 74 euros y te garantiza una capacidad de carga siempre superior al 75% durante los 10 primeros años. El segundo tema que debes valorar es que, si no tienes enchufe en tu casa o garaje, debes poner uno. Dependiendo de tu tipo de vivienda o aparcamiento, con la ayuda de 1.000 euros de Renault para esta instalación al comprar el Zoe, sólo tendrás que poner otro tanto, aproximadamente. 

Prueba Renault Zoe R135

Prueba Renault Zoe R135

Dicho todo esto y si sigues adelante con tu decisión de compra, esta unidad incorpora una batería de 52 kWh, capaz de ofrecer una autonomía teórica de hasta 395 km, medidos en ciclo WLTP. Junto a esto, han incorporado un motor más potente, de 100 kW equivalentes a 136 CV

Lo primero que notas en el puesto de conducción es su volante forrado en símil de cuero, que no es una pasada, pero al menos incluye mandos con los que controlar las pocas cosas que se pueden ver en el cuadro de mandos digital. Sus gráficos no ofrecen una enorme variación de vistas y funciones, pero por lo menos tiene un aspecto moderno, buena visibilidad y muestra la guía del navegador en el centro. También indica que la batería está al 99% y que con esto puede hacer 357 km.

En marcha

Prueba Renault Zoe R135

Renault ha aumentado el material aislante en el habitáculo y ha mejorado la insonorización a bordo. Pero si te digo la verdad, el anterior también me parecía muy silencioso tanto en ruido de rodadura como aerodinámicamente. Eso sí, exceptuando ese curioso sonido a nave espacial que se activa a bajas velocidades con la intención de avisar a los peatones.  

El nuevo motor y sus 136 CV aportan un espectacular reprís al pequeño Zoe, al que difícilmente superan en una salida de semáforo, por ejemplo, ya que la transferencia de esa fuerza al suelo es prácticamente inmediata, gracias a una respuesta instantánea al acelerador. También es una gozada en materia de recuperación en velocidades medias. 

Vídeo: Renault Zoe 2020, todo lo que trae de nuevo este 100% eléctrico:

Lo que no es tan gozoso es la dirección, que continúa siendo demasiado artificial y poco comunicativa. Esto, unido a una excesiva asistencia, resulta positivo en ciudad, pero no tanto en carretera. Es cierto que a los pocos kilómetros ya estás acostumbrado a este tacto a mando de consola de videojuegos, pero ya que esta versión tiene más potencia y autonomía, no hubiera estado de más haber aumentado también la dureza de la dirección.

Sí resulta más funcional la palanca de cambios, que ofrece una posición B, moviéndola suavemente hacia atrás, con la que el Zoe aumenta notablemente su retención al levantar el pie del acelerador y, por ende, recarga más la batería y mejora la autonomía. Esta posición te servirá para circular en ciudad prácticamente sin frenar en cuanto te acostumbres al tipo de retención que aporta, pero en carretera es más aconsejable activarlo sólo si ves una gran bajada, ya que parece que el coche se vaya frenando en exceso y en situaciones en las que dejarías avanzar por inercia a un coche normal, aquí te encuentras con una intensa frenada regenerativa.

Respecto a su chasis, tiene la pisada de un urbanita pequeño, es decir, las carreteras llenas de curvas no son su hábitat más deseado. Porque, principalmente, esa dirección tan virtual no ayuda mucho a confiar en su pisada. Aunque, por otro lado, su durita amortiguación contenga muy bien los balanceos. Pero resulta, por todo lo comentado, mucho más agradable de conducir en ciudad.

Además, también ofrece un modo ECO, con el que el coche sólo acelera hasta los 100 km/h a menos que se pise el pedal derecho hasta el fondo para usar el kick-down, en cuyo caso saldrá bastante rápido hasta alcanzar los 140 km/h que tiene de velocidad máxima. 

Consumo, autonomía y recargas

Prueba Renault Zoe R135

Y llegamos al siempre delicado tema, en estos coches, del consumo y la autonomía. Cuando termino este test, he recorrido unos 200 km y al coche todavía le queda un 31% de su capacidad de batería intacta, lo suficiente según el cuadro de mandos para hacer 110 km más. Esto arroja un consumo medio de alrededor de 15,5 kWh/100 km. Por supuesto y como puedes imaginar, este consumo puede variar mucho, dependiendo del recorrido que hagas, si este tiene pendientes (positivas o negativas), si vas más rápido o más tranquilo... o si llevas el aire acondicionado puesto o las llantas de 17 pulgadas, que lo aumentan ligeramente. Pero vamos, para que te hagas una idea, el consumo puede oscilar entre los 12 kWh/100 km y los 19-20, con lo que la autonomía real irá desde más de 400 km (difícil de alcanzar) o los más habituales 250-260 km.

Una recarga rápida de 30 minutos en un conector de corriente continua, que resiste hasta 50 kW -más no puede, porque las baterías no están refrigeradas por agua- puede permitirte recorrer 150 km.

Si lo cargas en casa, con un wallbox a 7,4 kW, la batería se llena en unas nueve horas y media; 32 horas si es en un enchufe normal. Si lo haces a 11 kW en un poste público, podrás recorrer unos 120 km tras dos horas enchufado; mientras que en una estación a 22 kW, logrará cargarla a tope en unas tres horas. Parece claro que todavía no te puedes plantear viajes excesivamente largos, pero sí que podrás ir de casa al trabajo de lunes a viernes y aprovechar el fin de semana para cargarlo en un enchufe convencional. 

Mi opinión

Prueba Renault Zoe R135

Con las mejoras que acoge en su interior y con una batería de más potencia, el Renault Zoe parece ya muy cercano a cumplir esa quimera de completar un viaje relativamente largo con un coche eléctrico urbano. Por lo menos, agilidad no le falta; y versatilidad diaria parece que tampoco.

Valoración

Nota8

La electrificación de los vehículos, sobre todo urbanos, avanza a pasos agigantados. Y el Renault Zoe es, seguramente, una de las mejores apuestas que puedes hacer.

Lo mejor

Potencia, rendimiento, consumo, autonomía y conducción urbana

Lo peor

Dirección artificial y poco intuitiva, cuadro de instrumentos poca información

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