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Prueba del Renault Zoe 2020: el eléctrico con más razones

He venido a Cerdeña para probar el Renault Zoe 2020 en su presentación mundial y es que este coche, al menos para Renault, no es un restyling o una mejora del coche eléctrico superventas, sino una tercera generación por los cambios sufridos a todos los niveles. Estos se notan ya en el exterior donde llama la atención  la nueva calandra y el capó, de formas más compactas y sinuosas. 

Además, hay algunos nuevos colores y de serie ahora todas las luces son LED. En el frontal, la firma lumínica tiene una forma afilada y destaca también las luces antiniebla enmarcadas por un cromado en forma de U mirando hacia fuera y, en la zaga, se han incorporado intermitentes dinámicos. 

En el interior del Renault Zoe 2019 -aunque será más correcto hablar de 2020 ya que las entregas se inician en enero- también hay novedades, como el un nuevo cockpit digital que es de serie en toda la gama, junto a una pantalla de salpicadero situada en posición vertical y mucho más grande. Igualmente, se han incorporado sobre los paneles un tapizado de textil hecho a partir de materiales reciclados de cinturones de seguridad y otros plásticos. 

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Este nuevo forro ofrece una sensación de mayor calidad, aunque más allá de eso, tanto los paneles de las puertas como el espacio interior, el nuevo Zoe es igual al anterior. Y es que la principal mejora del Zoe 2020 es que Renault ha incorporado una batería de 52 kWh capaz de ofrecer una autonomía de hasta 395 km medidos en ciclo WLTP. Junto a esto, han incorporado un motor más potente, de 100 kW equivalentes a 135 CV. 

En esta primera prueba del Zoe 2020 me quedo con ganas de probar el eléctrico con uno de sus nuevos juegos de llantas de 17 pulgadas, ya que mi unidad lleva unas de 16, aunque Renault ha tenido a bien incorporar esta opción. Es importante recordar que la llanta influye en el consumo, así que la mejora más importante de este nuevo eléctrico, sus hasta 395 km de autonomía -medidos en ciclo WLTP- pueden verse reducidos. 

Definitivamente, el habitáculo del Zoe se ha puesto al día
Definitivamente, el habitáculo del Zoe se ha puesto al día

En concreto, según me confiesa Yongho Shin, vicedirector senior de marketing de Renault, con las llantas 17”, la autonomía del Zoe cae hasta los 368-375 km. Eso sí, debe mejorar algo la dinámica de este eléctrico cuya posición de conducción siempre ha sido unos seis centímetros más alta que la del Renault Clio, un modelo sobre el que estaba basado en origen, pero al que cada día se parece ya muy poco. 


Impresiones de conducción del Renault Zoe 2020

Sentado en el Zoe 2020, lo primero que notas es el nuevo puesto de conducción, el volante forrado en simil de cuero no es una pasada, pero al menos incluye mandos con los que controlar las pocas cosas que se pueden ver en el cock pit digital del Zoe. También los del cruise control: sí amigos, por fin los franceses han tenido a bien quitar ese extraño apéndice desde el que se manejaba el control de velocidad, aunque por una todavía más extraña razón sigue habiendo uno -rediseñado- para controlar la radio. 

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Al iniciar la marcha, el cockpit electrónico del muestra que la batería está al 100% y que con esto puede hacer 357 km. El cuadro de instrumentos no ofrece una enorme variación de vistas y funciones, pero por lo menos sí tiene un aspecto muy moderno, su visibilidad es muy buena y muestra la guía del navegador en la parte central. 

Esto me ayuda mucho a centrarme en la conducción del Renault Zoe 2020 por las carreteras repletas de curvas y subidas y bajadas constantes de la isla de Cerdeña. Noto que el conjunto del chasis ofrece una respuesta un poco más de coche normal porque una cosa que no me gustaba del Zoe es que parecía como un kart eléctrico XXL y a veces parecía que al matrimonio entre el chasis y carrocería le faltaba alguna conexión.

El cockpit digital del Zoe es sencillo y moderno, pero es casi imposible hacerle una foto sin reflejos con luz natural
El cockpit digital del Zoe es sencillo y moderno, pero es casi imposible hacerle una foto sin reflejos con luz natural

Lo que no ha cambiado para nada es la dirección, demasiado flácida y poco comunicativa, cosa que se hace especialmente notable en estas carreteras donde te gustaría tener algo más de sensaciones. En todo caso, el comportamiento del Zoe es inmaculado porque va muy pegado al suelo y responde bien un par de veces que me aparen coches de frente en un giro y tengo que corregir rápido.

Renault afirma que una de las mejoras en el nuevo Zoe proviene del aislamiento acústico, pero no noto mejora en este sentido, aunque tampoco era un aspecto para nada negativo en este coche. Sí me gusta mucho la nueva palanca de cambios, que te ofrece una posición B para que el coche recupere más energía al levantar el pie del acelerador, cosa que mejora la autonomía. Su funcionamiento es notable, pero no es brusca, así que si llevas niños detrás no se pegarán cabezadas cada vez que dejes de acelerar. 

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Eso sí, al cabo de un rato, vuelvo a la posición D porque en B, el Zoe va como reteniendo todo el tiempo o al menos esa sensación tengo y no me gusta demasiado. El nuevo Zoe también ofrece un modo ECO, con el que el coche solo acelera hasta los 100 km/h a menos que lleves el pedal hasta el fondo -hay un tope-, en ese caso saldrá bastante rápido -la recuperación 80 120 km/h es 2 segundos más rápida-, hasta alcanzar los 145 km/h que tiene de velocidad máxima. 

17,5 kW/100 km, el consumo real del Renault Zoe no está mal 

Cuando termino este test del Renault Zoe de tercera generación, hemos recorrido 183 km y al coche todavía le queda un 45% de su capacidad de batería intacta, lo suficiente según el cuadro de mandos para hacer 145 km más. Esto arroja un consumo medio de 17,5 kW/100 km, aunque antes de la parada a comer a menudo la media era mucho más baja, de solo 12,5 y es que en el último tramo no solo he ido bastante rápido, sino que hemos subido un puerto de montaña.

En general, el consumo del Zoe es más que aceptable y su batería da para conducir con desahogo durante muchos días por ciudad o varios si haces recorridos algo más largos. Esto me lleva al último aspecto del eléctrico de Renault, su recarga, que ahora también es posible con un conector DC de corriente continua que resisten carga rápida hasta a 50 kW -más no puede porque las baterías no están refrigeradas por agua-.

Si cargas el Renault Zoe 2020 en casa, con un wallbox a 7 kW, la batería se llenará en unas 9 horas. Si lo haces a 11 kW en un poste público, obtendrá lo suficiente para hacer 120 km tras solo dos horas enchufado; en una estación a 22 kW, logrará recargar para 120 km/h en una hora y, a 50 kW, recarga para 150 km en solo 30 minutos. No está mal, pero esto excluye hacer viajes de larga distancia -más de 500 km- con el eléctrico. Por lo menos no con este.

Valoración

Nota8

Probamos el Renault Zoe 2020 por las carreteras de Cerdeña. El nuevo eléctrico ofrece más potencia y autonomía, además de mejoras en confort y equipamiento.

Lo mejor

La autonomía que ofrece este Zoe es más que de sobra para el uso que se le supone a un coche de sus características y ahora tiene más tecnología.

Lo peor

Estéticamente mejora, pero quizá empieza ya a quedarse algo desfasado al seguir basándose en la misma plataforma.

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