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Prueba: Importracing Nissan GT-R GT. ¡Sube hasta 850 CV!

Prueba: Importracing Nissan GT-R GT. ¡Sube hasta 850 CV! El preparador ha creado una versión aún más radical de un coche ya de por sí radical.

No hay ningún emblema exterior que delate que nos encontramos ante una creación de Importracing. Al preparador no le hace falta: los 850 CV que lleva bajo el capó hablan por sí solos. Prueba: Importracing Nissan GT-R GT. ¡Sube a 850 CV!

Las cifras para caerse de espaldas no acaban aquí: este Nissan GT-R vitaminado arroja 950 Nm de par, acelera de 0 a 100 km/h en 2,8 segundos y su precio ronda los 180.000 euros.

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Al entrar en sus baquets Recaro forrados en cuero oscuro (como el resto del habitáculo) uno se siente desde el primer momento firmemente agarrado. Si el conductor no es de complexión gruesa, sentirá que casa como un guante. Pero los asientos no solo tienen buen aspecto y mejor agarre: su construcción ligera permite ahorrar al conjunto nada menos que 32 kilos. 

Pero dejemos de mirar y pasemos a la acción. El Nissan necesita movimiento. Nada más pulsar el botón rojo, el sonido deja a las claras que estoy al volante de un GT-R. Ya desde parado, me deleita con su bramido metálico. Pero, aunque suena más intenso que en la versión original, no hace sospechar que llevo 850 CV bajo el capó. Para eso debo pisar a fondo en el circuito de Sachsenring. Hay que tener en cuenta que estamos ante una versión radicalizada de un deportivo que ya de por sí es radical. Si quieres comprbarlo, no debes perderte este vídeo del Nissan GT-R Nismo antes de deguir leyendo:

Una vez salto a la pista, me doy cuenta de lo bestia que es este bólido de Importracing. Está hecho para circuito. Y es que en tráfico normal es, sencillamente, demasiado rápido. Hay que manejar con increíble tiento el acelerador para que no salga disparado. Con el launch control activado, en solo 7,5 segundos ya vuelo a 200 km/h (el Bugatti Veyron lo hace en 7,5). 

Importracing

Después de un mínimo suspiro del turbo, el empuje es descomunal y sus 850 CV salen a relucir. Un consejo para los no iniciados: no usar el modo manual del cambio secuencial, porque los límites llegan mucho antes de lo que uno se imagina. Además, su cambio automático de doble embrague monta ocho discos en lugar de los seis originales y siempre da con la relación idónea. 

Te en cuenta una cosa: este motor turboalimentado gusta de ir al máximo. Haz la prueba de circular un rato a medio gas, sobre las 3.000 vueltas. Parece decir en todo momento: “No me vengas con medias tintas. ¡O todo o nada!”

En cuanto a la óptica, lleva unos labios de carbono en el espoiler de serie y un splitter frontal. Añade una parrilla sin el logo GT-R y faros levemente modificados. 

Para alojar las ruedas de 20 pulgadas las aletas también han sido levemente modificadas, y lleva el alerón del GT-R Nismo. Y monta un chasis KW Clubsport que casa a la perfección con el talante radical del coche: no en vano, Importracing pretende que sea el japonés más rápido en el Rekordtag (Día del récord) que organizan AUTOBILD SPORTSCARS y Michelin. Argumentos, no le faltan…

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Valoración

Nota9

Prueba: Importracing Nissan GT-R GT. ¡Sube hasta 850 CV! El preparador ha creado una versión aún más radical de un coche ya de por sí radical.

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