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Prueba BMW M235i Cabrio: un capricho para desmelenarse

Llega el buen tiempo. Y con él te puedes dar un caprichito para desmelenarte. Por ejemplo: un BMW M235i Cabrio. Con 326 CV de potencia y una capota de lona que puedes elegir en tres colores y esconder en 20 segundos, te pondrás, más que nunca, el cielo por montera.

Ha sido una breve, muy breve toma de contacto por los alrededores de Madrid (un trayecto desde la capital hasta Collado Mediano, de unos 40 minutos de duración), pero ya he podido vislumbrar todo el poderío que emana este BMW M235i Cabrio. No te voy a contar todas las novedades que incorpora, y que puedes leer en el excelente artículo de mi compañero Raúl Salinas.

Como también relataba Kike Ruiz en su primera prueba al volante del BMW M235i Coupé en Las Vegas y que puedes leer aquí, este BMW destila deportividad por los cuatro costados.

Su distribución de pesos, la tracción trasera y la tecnología que incorpora, hace que su comportamiento sea de sobresaliente. De serie incorpora control de tracción DTC, control de estabilidad DSC así como un bloqueo mecánico del diferencial M Performance.

Como podrás comprender, con este arsenal de controles, decir que este BMW 'va mal' es imposible. Y no es que no vaya mal, es que su nivel de tracción, de paso por curva y de placer de conducción si vas rápido de verdad es muy, muy alto.

Con su increíble motor de 3,0 litros y seis cilindros, sus 326 CV son transmitidos al asfalto de una forma contundente, pero a la vez de una manera bastante suave y progresiva. Cierto es también que sus controles y bloqueos electrónicos hacen que el eje trasero no gire en vacío, porque si te atreves a desconectar todo y pegas un buen pisotón al acelerador desde parado, verás por el retrovisor como aparecen dos trazos negros en la carretera, y un buen montón de humo...

BMW-m235-cabrio-alfredo

Con una capacidad de 'estiramiento' hasta las 7.000 rpm, no encontrarás falta de potencia en ningún tramo del cuentarrevoluciones, y ya desde las 2.000 rpm, pero especialmente a partir de las 3.500, la aceleración es asombrosa. No en vano, alcanza los 100 km/h desde parado en menos de cinco segundos. Y esto es apoyado con un cambio automático de ocho velocidades prácticamente perfecto, por su rapidez y el momento que elige para cambiar de relación. Al volante, la dirección nos ha parecido algo sensible y aunque el guiado es muy bueno, sí que en determinadas circunstancias, como puede ser una carretera bacheada o al sufrir alguna fuerte ráfaga de viento, se debe corregir ligeramente.

También, y como es normal, tiene algo que ver la menor rigidez de la carrocería respecto al BMW M235i Coupé, al tratarse de una versión descapotable. Aún así, se nota bastante más asentado que el anterior BMW Serie 1 Cabrio y tendrás que forzarlo mucho para notar alguna torsión en la carrocería.

Ya que hablo de viento, sin la capota y con el deflector interior puesto, se puede mantener una conversación normal entre conductor y copiloto sin tener que levantar la voz, hasta pasados los 100 km/h. Las turbulencias en el habitáculo son mínimas y la sonoridad exterior está muy bien contenida.  Un motivo más para, con el tiempo que llega, pensar seriamente en disfrutar de una maravilla como ésta.

¡Ah! y te recuerdo que el BMW Serie 2 Cabrio se convierte en descapotable en 20 segundos en una acción que puede realizarse en marcha hasta 50 km/h. Estará disponible en tres colores: negro (de serie), antracita con resplandor plateado y marrón.

Para que te decidas, a continuación tienes todos los precios de la gama:

GASOLINA

BMW 218i Cabrio: 35.900 euros

BMW 220i Cabrio: 38.500 euros

BMW 228i Cabrio: 43.600 euros

BMW M235i Cabrio: 55.000 euros

DIÉSEL

BMW 220d Cabrio: 39.900 euros

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Llega el buen tiempo. Y con él te puedes dar un caprichito para desmelenarte. Por ejemplo: un BMW M235i Cabrio. Con 326 CV de potencia y una capota de lona que

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