Prueba Alfa Romeo Giulia 180 CV, ¿el motor que interesa?
Esta prueba del Alfa Romeo Giulia 2.2 diésel la tomo con más ganas que nunca: la marca italiana ha apostado todo a este producto y un mal resultado podría desembocar en el fin de una de las marcas más importantes de la historia del automóvil. El grupo FCA, con Sergio Marchionne a la cabeza, lo tiene muy claro: ¡no pueden fallar! ¡No hay margen de error!
Este es el principal motivo del largo desarrollo del Alfa Romeo Giulia. Mucho se ha hablado (y rumoreado) sobre ello en los últimos meses. No voy a entrar al trapo, pero sí me parece evidente que el principal motivo de este retraso no es más que evitar pequeñas tonterías que puedan tirar por traste todo el buen trabajo de estos últimos tres años de duro desarrollo. El Giulia debe ser el eje a partir del cual se desarrolle el futuro de Alfa Romeo y si el eje está torcido, olvídate del resto.
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Ya sé que probablemente muchos estéis deseando leer mis impresiones del espectacular Giulia Quadrifoglio Verde, pero hoy me voy a centrar en la versión más racional y convincente de la gama, el diésel de 180 CV; si eres el afortunado propietario de un boleto de Euromillones premiado, olvídate de esta prueba y vete directo a leer la prueba del Alfa Romeo Giulia Quadrifoglio Verde. Hay que reconocer que la gama del Giulia, al comienzo, no es generosa: el QV como buque insignia e imagen de marca y dos versiones diésel de 150 y 180 CV que serán las realmente importantes en número de ventas. En el último cuarto del año se sumará una interesante (interesantísima) versión de gasolina de 200 CV. Pero ahora así, mira el siguiente vídeo y disfruta del Giulia en movimiento y de mis impresiones al volante, también de la versión más potente:
El Alfa Romeo Giulia 2.2 diésel de 180 CV que voy a probar me espera frente a mi en el espectacular trazado de pruebas que el Grupo Fiat posee en Balocco, Italia. Lo primero que se espera de un Alfa Romeo es diseño y en este apartado el Giulia cumple con nota. Su estilo (sí, el del diésel) es muy atractivo, con líneas redondeadas que combinan elegancia y deportividad. Su frontal, con la clásica parrilla de la marca, deja ‘cristalino’ que se trata de un Alfa Romeo, auténtico, de raza.
El interior del Alfa Romeo Giulia en un primer momento sorprende. Claro, estamos acostumbrados a interiores clásicos italianos, como el de su antecesor, el Alfa 159, repleto de detalles, algo recargado, con un abuso de las formas redondas u ovaladas. El Giulia es radicalmente distinto, parece más el interior de un coche japonés que el de un coche italiano. Eso sí, tiene detalles muy interesantes como el salpicadero forrado en cuero o una generosa pantalla de 8,8 pulgadas perfectamente integrada en el salpicadero y desde la cual se controla el sistema de entretenimiento del coche.
Prueba Alfa Romeo Giulia diésel: ¡un interior infinitamente mejor!
El último Alfa Romeo que pasó por mis manos en una presentación como esta fue el Alfa Romeo Giulietta Sprint y entonces me quejé de algunos acabados interiores, especialmente de los revestimientos de plástico rugoso: parecían una lija de carpintero. El mullido de los asientos tampoco convencía demasiado, así como otros pequeños detalles poco convincentes desde un punto de vista de calidad.
El Giulia es otro mundo, absolutamente, sin concesiones. Los nuevos asientos son realmente atractivos y sujetan bien el cuerpo: no estoy seguro si son tan cómodos como para hacer 1.000 kilómetros ‘del tirón’ sin sufrir en el intento, pero la sensación de calidad en general es infinitamente superior. Los plásticos ídem: mejoran de una manera abismal, también los ajustes y en general todo lo que a materiales se refiere. ¿Tan bueno como un Audi? No creo que llegue a tanto, pero al menos ahora no tienen nada de que avergonzarse y podrán plantar cara a la mayor parte de sus rivales directos.
En cuanto al espacio interior, el Giulia no será referencia, pero tampoco creo que lo pretenda. En este apartado (y en alguno más) sigue el camino marcado por el BMW Serie 3. Las plazas traseras son algo justas: dos adultos de talla media podrán viajar sin problemas, pero si quieres un coche espacioso, esta no es la mejor opción. El maletero ídem: no es exageradamente grande, especialmente en altura, pero sí tiene unas formas bastante uniformes y aprovechables.
Empiezo la prueba del Alfa Romeo Giulia diésel. El arranque es por botón y el motor suena lo justo. El interior está bien insonorizado, apoyado por una nueva técnica en la carrocería de zonas sensibles denominado ‘el sandwich’: se trata de una zona de caucho colocada entre dos placas metálicas que consigue atenuar el sonido de la mecánica en el interior. El puesto de conducción es muy bueno y lo primero que me llama la atención es el volante: es de lo mejor que he tocado últimamente, por diseño, por tacto y por diámetro y grosor. Mi unidad de pruebas monta la caja automática de doble embrague y ocho velocidades (también puede montar una manual de seis), por lo que tras el volante, encuentro dos grandes levas de aluminio que facilitan mucho las cosas si quieres cambiar de marcha en modo secuencial.
Prueba Alfa Romeo Giulia diésel: buen comportamiento dinámico
Coloco la palanca de cambios en D y empiezo a rodar (también he probado el manual de seis velocidades con un poco metálico muy deportivo... pero con un tacto algo tosco). Los primeros kilómetros son de autopista y aquí el Giulia se siente estable y sobrado. El ruido de rodadura es perceptible y en general no es el coche más refinado del mundo, ¡ni falta que hace! Cumple de sobras. El sistema DNA de Alfa Romeo permite seleccionar tres modos de conducción: ecológico, normal y deportivo. Debo decir que la diferencia entre uno y otro no es tan sensible como en otros coches, pero bueno, ahí está.
El consumo medio ronda los seis litros a 130 km/h. En Alfa Romeo aseguran que los consumos son de lo mejor de la categoría, gracias especialmente a la buena aerodinámica del conjunto y al peso contenido. Estoy seguro que tras un rodaje apropiado (mi unidad de pruebas apenas supera por poco los 2.000 km), la cifra se puede quedar cerca de los cinco litros sin dificultad. Esta mecánica monta también el sistema de conducción a vela o por inercia: toda ayuda es poca para mejorar los consumos.
El rendimiento de la mecánica es aceptable. Gracias a un cubicaje relativamente elevado para los tiempos que corren y a un generoso turbo, el par disponible es de 450 Nm desde el ralentí, por lo que el motor se siente con fuerza en cualquier circunstancia. Eso sí, me ha parecido una mecánica bastante progresiva y la entrada de la sobrealimentación es sosegada: yo no me plantearía la versión de 150 CV, iría mínimo a por la de 180 CV. Es un coche que le gusta ir con ritmo y cuanta más potencia tengamos, mejor.
¡Llegan las curvas! La segunda gran prueba de fuego del Alfa Romeo Giulia. No necesito mucho para darme cuenta de dos cosas: la dirección es precisa y comunicativa, mientras que la suspensión, pese a estar algo más enfocada al confort, no se amotina frente a las curvas más pronunciadas. El eje delantero guía con precisión y es muy ágil: el subviraje no hace acto de presencia (salvo que hagas mucho el loco).
Hay que tener en cuenta una cosa muy interesante: el Alfa Romeo Giulia nace de la versión Quadrifoglio Verde. Es decir: el desarrollo del coche se planteó desde cero y se pusieron todos los medios para que pudiera ser un auténtico superdeportivo de más de 500 CV. Por chasis, suspensiones y puesta a punto, 180 CV son ‘pacata minuta’ para un chasis como este.
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Es bonito y es efectivo en curvas. Es un Alfa Romeo, ¡Bien! lo más importante lo tenemos. Ahora voy a intentar identificar las cosas que menos me han gustado de este coche. Mi unidad de pruebas montaba la opción de interior completamente forrado de cuero, por los que me resulta difícil poder medir la mejora en los plásticos de algunos revestimientos. Algún detalle que otro, como por ejemplo la parte de abajo del apoyabrazos o el borde de los elevalunas, creo que son de un plástico no demasiado ‘elitista’.
Las plazas traseras y el maletero son justos y esto puede echar para atrás a más de un comprador. Pero te voy a ser sincero, este coche tiene el alma de un coche italiano. Es guapo, lo sabe y no le importa no ser el mejor en todos los apartados, especialmente en los relacionados con la practicidad.
Conclusión
¿Me lo compraría? ¡Y tanto! España es un país donde la ‘marquitis’ es un factor de compra importante y mucha gente sigue asociando Alfa Romeo a poca fiabilidad. Costará quitarse de en medio esa mala fama, pero por fin Alfa Romeo parece que despega. Se han puesto serios. Han decido salvar la marca, creando desde cero un coche muy interesante. Es fresco y promete revitalizar el segmento D a lo bestia. Atributos no le faltan, solamente el tiempo dirá si el Alfa Romeo Giulia es un coche tan bueno como parece, solamente el tiempo dirá si el Giulia es el salvador de Alfa Romeo. De momento, puedes entrar en nuestro recomendador para ver si es mejor que sus rivales.
En nuestro comparador de seguros hemos calculado lo que costaría asegurar un Alfa Romeo Giulia 180 CV Para calcular el precio, tomamos como referencia un hombre de 40 años, con 15 de antigüedad de carné y sin siniestros, que vive en Madrid, utiliza el coche a diario, aparca en un garaje colectivo y recorre hasta 20 000 kilómetros al año. Con estos datos, el seguro a todo riesgo más asequible lo ofrece Pelayo por 792 euros.
Este coste podría ser menor si optas por una póliza a todo riesgo con franquicia. En este caso, la más barata sería la de Génesis. Cuesta 445 euros con franquicia de 125 euros.
¿Buscas un punto de vista diferente? Mira la prueba del Alfa Romeo Giulia 2.2 diésel 180 CV de nuestros amigos de Top Gear.
Valoración
El Alfa Romeo Giulia es la berlina italiana más esperada de las últimas décadas. No es para menos. La marca del biscione no termina de levantar cabeza: ni en calidad
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