Prueba del Mini John Cooper Works GP 2020

Mi nombre es Barón von Munchausen, y estoy sentado sobre una bala de cañón, zumbando sobre la carretera entre Landshut y Rosenheim (Alemania). ¿A qué me refiero con zumbar? Vuelo, corro, disparo, torpedeo. También salto y reboto un poco… Y es que estoy realizando la prueba del Mini John Cooper Works GP 2020.

Este Mini tiene 306 CV proporcionados por un motor 2.0 de cuatro cilindros, con un par de 450 Nm y acelera de 0 a 100 km/h en 5,2 segundos. Pero lo más importante: no tiene la velocidad limitada como sus hermanos de gama, por lo que sobre el papel puede alcanzar los 265 km/h. ¡265 con un Mini! Y debido a que este cacharro de tres puertas mide solo 3,88 metros y tiene una batalla de 2,50 metros, es tan ágil como un kart y tiene un cascarón rígido como una bala de cañón, es normal que saltemos y saltemos. Suena divertido, pero es solo medio divertido cuando la curva se vuelve cerrada yendo a 260 y pico con un aparato con semislicks (225/35 R 18), que se pone nervioso con cada irregularidad del firme. Y, entre nosotros, amigos: 260 km/h en el velocímetro, pero el pedal del acelerador aún no tenía tapa metálica. ¿Capito?

¡Tan rápido, tan lleno de baches, tan apretado! Pero luego el Barón von Munchausen pudo salir del trance. A veces es muy útil tener un sistema de frenos de pinza fija de cuatro pistones con discos ventilados en 360 por 30 milímetros en el eje delantero. Y, por supuesto, todos los demás trastos de carreras.

Comparativa: Seat Ibiza, Ford Fiesta, Suzuki Swift y Mini Cooper

Pero vayamos por partes en esta prueba del Mini John Cooper Works GP 2020... Es un nombre largo para un automóvil corto. Una variante superrápida no es una novedad, pues ya estaba disponible en 2006 con un kit GP y hace siete años con su propia variante, cada una con 218 CV. Pero esta es la bomba. BMW le ha colocado un dos litros de cuatro cilindros con 306 CV del actual M135i. Solo que el Mini no tiene tracción total, sino tracción delantera y, por lo demás, está completamente diseñado para una construcción liviana. A modo de comparación: el BMW Serie 1 pesa 1,6 toneladas, el Mini GP solo pesa 1.255 kilos. Nuestra unidad de pruebas es incluso 50 kilos más ligera porque no tiene sistema de navegación ni aire acondicionado. Eso sí, hicieron los cálculos sin el Barón von Munchausen, y él también tiene que entrar. Y mira: asientos deportivos en la parte delantera con una sujeción lateral impresionante, y sin bancada trasera, sino un puntal cruzado de aluminio. Está pintado de rojo y se ve tan peligroso como el resto de los adornos de carreras. Como, por ejemplo, el alerón del techo, que parece dos enormes rulos. O los pasos de rueda de carbono, que permiten un ancho de vía mayor y ruedas más anchas. Y como estamos en Mini, por supuesto, puedes personalizarlo todo. Puede tener tu nombre impreso en las cubiertas de las ruedas de carbono o en la parte de goma sobre la guantera. Por ejemplo, puedo grabar Baron v. M.

Mini va a producir sólo 3.000 unidades de estas balas de cañón, de las que 515 irán a Alemania, a un precio de 45.000 euros… y ya todas han sido vendidas.

Es increíble cómo se comporta este artefacto de carreras batiendo curvas cerradas o jugando con él en carreteras sinuosas. Cero oscilaciones laterales, solo avanza. El par de 450 Nm está disponible desde 1.750 vueltas y aguanta hasta a 4.500. Eso significa que el estómago se queja en cada situación de conducción, especialmente con el Steptronic de ocho velocidades con bloqueo mecánico del diferencial. Si utilizas las levas del volante, sube y baja de relaciones a la velocidad del rayo; al reducir emite unos tremendos estruendos por el escape, dos enormes tubarros de 9 cm de diámetro, en los que cabe un iPhone.

VÍDEO: El Mini John Cooper Works Clubman

La verdad es que todo es políticamente incorrecto, porque montar una bala de cañón también va en contra de las normas de tránsito. Zumbamos, volamos, corremos y parece que incluso disparamos por estas carreteras secundarias, porque ahí es exactamente a donde pertenece este poderoso enano. Diseñaron la dirección de manera tan espontánea y precisa, que es capaz de detectar cuándo llega una curva. Y es ahí, en las curvas cuando el bloqueo del diferencial mecánico se alegra, porque asegura que entre la rueda delantera izquierda y la derecha no haya disputas; actúa como un bloqueo cruzado entre las ruedas, enviando más potencia a la rueda con el mejor agarre. ¿En qué se traduce esto? Parece como si hubieran rociado las ruedas con Superglue.

Prueba del Mini Cooper SE, ¡el eléctrico!

Esto suena tan increíble hoy en día como lo que hizo el Barón von Münchhausen cuando quiso montar sobre una bala de cañón en un pantano, y aterrizó nuevamente.

Conclusión tras la prueba del Mini John Cooper Works GP 2020

¡Este Mini no tiene sentido! Solo dos asientos, pero un rendimiento brutal, y todo por 45.000 euros. ¿Y qué? Con este artefacto tan molón, conduces y conduces y nunca quieres volver a bajarte.