Prueba: Mercedes A 200d. Corre como un GTI, gasta como el diésel que es

El diésel de 190 CV de este Mercedes Clase A con sus 400 Nm de par se desarrollan como en un GTI real, pero solo tiene la sed de un TDI. Eso es lo que llamamos ahorro con placer. El placer comienza justo después de entrar. Al conductos y acompañante

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les reciben asientos cómodos, la impresión de calidad es premium como corresponde a un Mercedes, con un cockpit totalmente digital que reúne dos monitores nítidos de 10,25 pulgadas que marcan la diferencia. 

Sin embargo, esta diversión junto con la navegación del disco duro, la carga inalámbrica, la integración de teléfonos inteligentes y más también cuesta muy por encima de los 3.000 euros (paquete de alta gama MBUX).

Respuesta (vocal) rápida

Si bien se necesita acostumbrarse a la operación a través del controlador táctil y los botones del volante, la Clase A responde de manera notablemente rápida y fluida a los comandos de voz. 

Solo que preferiríamos un botón para activarlos. Cada vez que se dice "Mercedes" en el coche, una voz amiga pregunta qué puede hacer. ¡Molesto!

La parte trasera es correcta para este segmento, el maletero es suficiente (345 a 1185 l), por lo que si vais cuatro, mejor viajes de estancias cortas. Y para cargarlo a tope, los asientos traseros (40:20:40) y el respaldo del asiento del pasajero se pueden plegar opcionalmente. 

¡Arrancamos!

Fin de la vida cotidiana, queremos gas. Y ahí es donde realmente funciona el A 220 d. En 7,0 segundos, pasa de 0 a 100 km y llega sin esfuerzo hasta los 235 km / h. Un par generoso de 400 Nm y el atento acoplador doble de ocho velocidades aseguran que la fuerza de este Mercedes esté siempre allí con mucho impulso. Y nada del típico sonido diésel de camión: el 220 d funciona agradablemente suave y silencioso.

Lo mejor, cuando llegan las curvas

El Clase A permite un paso por curva espectacular con una dirección precisa, frenos potentes y una suspensión firme. Su rival de BMW no puede hacer eso mejor, y gracias al bajo centro de gravedad, incluso hay más placer de conducción en el Mercedes.

Pero amortiguadores cortos y la baja distancia al suelo tienen desventajas en términos de comodidad. El Mercedes alcanza rápidamente sus límites en pendientes onduladas y con una carga completa; en las rampas de estacionamiento subterráneas empinadas, la “nariz” toca el cuelo a veces dejando arañazos antiestéticos.

Vale, ¿y cuánto traga?

En nuestra vuelta de prueba, que también incluye la autopista a todo gas, al A 220 d le han bastado 6,1 l/ 00 km. Pero si lo llevas con cierto relajo, puede obtener fácilmente un cinco delante de la coma.

Conclusión 

Este Clase A te hace sonreír todo el tiempo. Porque es muy enérgico y al mismo tiempo modesto a la hora de pedir combustible.