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Prueba Mercedes Clase C 200 EQ Boost: aspiraciones híbridas

Prueba Mercedes Clase C 200 EQ Boost
No es híbrido, pero casi.

Hay un dicho que reza: "hecha la ley, hecha la trampa", y no te voy a decir que el sistema Mild-Hybrid sea una trampa, pero sí que se trata de un recurso tecnológico que muchos fabricantes están adoptando para poder poner una etiqueta 'ECO' en el parabrisas del modelo que lo lleve y así poder circular libremente por las grandes ciudades. Es totalmente legal y, además, añade varios beneficios al vehículo que lo lleva, aunque desde luego no al nivel ecológico de lo que un sistema híbrido o eléctrico pueden conseguir. En la prueba Mercedes Clase C 200 EQ Boost hemos comprobado que se le puede sacar partido.

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Y... ¿de qué se trata esta variante? El motor de gasolina de cuatro cilindros y 1,5 litros es ayudado por un pequeño motor eléctrico de 48 voltios que sirve para arrancar el motor (no para mover el coche por sí solo), para recuperar energía y, gracias a sus 14 CV, para apoyar al de gasolina en algunos casos como circulando a vela y para mantener la velocidad.

Donde más se nota su intervención es al arrancar, ya que el Mercedes lo hace de forma más rápida y suave que cuando carecía de esta ayuda eléctrica. Además, este motor apoya al motor de gasolina hasta que el turbo funciona a pleno rendimiento, por lo que es a pocas revoluciones cuando puedes notar que disminuye el agujero del turbo y circula de una forma algo más ágil.

Las recuperaciones en marcha ofrecen unos datos que a la mayoría de conductores les servirán, pasando de 60 a 100 km/h en 4,8 segundos. Con un par motor total de 280 Nm, no es que su fuerza te deje pegado al asiento, pero resulta suficiente para una conducción tranquila. Claro, que si llevas a bordo toda la familia y su equipaje, te lo tendrás que tomar con algo de calma. Por cierto, el cambio automático 9G-Tronic y su rapidez de reacciones acompañan bien la agilidad y suavidad general.

Cuenta con tres programas de conducción, que varían el mapa de inyección del motor, así como diferentes parámetros del chasis: Comfort, Eco (que posee funcionamiento a vela, desacoplando el motor de combustión de la transmisión cuando es posible) y Sport.

Si estás pensando que esta pequeña hibridación reducirá el consumo, lo siento, te equivocas. Este Mercedes Clase C ha consumido algo más de siete litros cada 100 km, conduciendo a un ritmo tranquilo, y se puede ir a los nueve si no estás pendiente y te gusta llevar un ritmo rápido.

Para terminar, a su buen precio de salida, debes tener en cuenta lo de siempre, por lo menos, añadir un 20% más en extras para completarlo al nivel que se merece.

Nuestra opinión

El Clase C siempre ha sido una berlina premium de buena relación calidad/precio. Ahora, con esta pequeña electrificación aumenta su versatilidad gracias a la equiqueta 'Eco' en su parabrisas, que agradará a los habituales de las ciudades.

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Valoración

Nota8

En la prueba del Mercedes Clase C 200 EQ Boost te lo contamos todo sobre esta berlina que no es híbrida, pero casi.

Lo mejor

Con su micro-hibridación se gana la etiqueta ECO y puede circular por el centro de las grandes ciudades o aparcar en zona de residentes.

Lo peor

Interior de aspecto y calidad premium. Pero... ¿no te parece la pantalla central 'demasiado flotante'?

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