Prueba del Land Rover Defender 90 V8: poderío concentrado

Hay un público que sigue comprando coches monstruosamente poderosos en la liga de más de 500 CV por mucho dinero. Y no necesariamente son siempre deportivos de raza, ni siquiera SUV, sino verdaderos todoterreno. El Land Rover Defender V8, que ya hemos sometido a una prueba rápida, es nuevo en la gama.

Debajo del capó de este Land Rover encontramos el V8 sobrealimentado de cinco litros con 525 CV y 625 Nm de par. Lo bueno es que no estamos ante el modelo largo de cuatro puertas denominado One Ten (110), sino corto de tres puertas, el Ninety (90).

Y es que sorprendentemente, el Land Rover Defender 90 P525 (como se muestra en la lista de precios), a pesar de su corta batalla, su altura al suelo y su fuerza descomunal,  de ninguna manera está sobrepasado. Los británicos no solo colocaron el gran motor en el automóvil, sino que también afinaron su chasis.

¡En marcha!

Las estabilizadoras reforzadas, los amortiguadores más firmes y una suspensión neumática recientemente ajustada reducen el balanceo de la carrocería en tramos revirados y la inclinación en las curvas rápidas y prolongadas; la dirección proporciona una respuesta más firme y directa que en las otras versiones del Defender.

A pesar de un peso en vacío de 2,5 a 2,7 toneladas, la forma en que el V8 sobrealimentado convierte los movimientos del pie derecho en aceleración pura es toda una experiencia, también acústicamente. 

Pero que esto no lleve a engaño, porque el Defender no se convierte en un deportivo; el ESP ralentiza las cosas inmediatamente si te excedes en las curvas. 

Con sus neumáticos de carretera de 22 pulgadas, el V8 puede rodar a una velocidad máxima de 240 km/h (en las autovías alemanas, claro) pero también puedes pedirlo con neumáticos todoterreno; en ese caso, está limitado electrónicamente a 191 km/h.

Estas gomas offroad son mucho más que un recurso estético. Y es que el V8 también tiene el paquete todoterreno completo con reductora y bloqueos electrónicos. Y los 625 Nm se pueden dosificar con precisión incluso en situaciones todoterreno difíciles.

A quien le guste conducir este ocho cilindros por las pendientes de pistas de tierra al estilo rally apreciará el diferencial activo del eje trasero controlado electrónicamente. 

Y es que soporta muy bien la deriva controlada y contenida en terrenos sueltos. Completamente irrazonable y políticamente incorrecto al máximo, ¡pero maravilloso!

Conclusión

Donde el V8 toca el corazón, calla la razón. Y es que visto objetivamente, solo requiere 0,2 segundos menos para pasar de 0 a 100 que el híbrido enchufable… pero también el doble de combustible.